El concejal Alberto Cortés respaldó el reclamo de Giros y pidió se le retire a la vecinal Bouchard su permiso de funcionamiento al presentar irregularidades que se relacionarían con el hostigamiento a los vecinos de Nuevo Alberdi que desde la agrupación denuncian.
Desde el movimiento, aseguran que “integrantes de la vecinal Bouchard”, a la que tachan de “trucha”, respaldan la situación de acoso y violencia de la que son víctima la gente del barrio. En tal sentido, el edil del Partido Socialista Auténtico, habiendo verificado irregularidades en la conformación de la mencionada asociación de vecinos, decidió solicitar al Municipio se le retirase su autorización.
Para Cortés “no solo se viola la letra y el espíritu de la ordenanza de Asociaciones Vecinales, sino que un grupo de personas, en su enorme mayoría no radicadas en la jurisdicción de la vecinal se reservan el derecho de admisión a una entidad que nace de la exclusión de los que sí viven en la jurisdicción”.
De este modo, el concejal hace referencia a la ordenanza 7011/2000 que regula el funcionamiento y reconocimiento de este tipo de asociaciones. Entre los requisitos para su habilitación, su artículo 4 destaca un piso mínimo de 250 asociados mayores de 18 años, radicados y/o propietarios de bienes inmuebles domiciliados en la jurisdicción de la vecinal en cuestión. De no alcanzarse tal cifra, la Dirección de Vecinales de la Municipalidad puede autorizar un número menor previa aprobación del Concejo.
“Del informe elevado por el Ejecutivo surge un número de asociados en un primer empadronamiento de 67 miembros, a los cuales se agregan otros 22 en una prórroga del empadronamiento, totalizando 89 miembros. Completamente por debajo de los mínimos fijados por la ordenanza”, disparó Cortés y añadió: “no consta ninguna solicitud a este concejo municipal para aplicar la excepción prevista en la Ordenanza, como tampoco se incluye en el informe del Municipio ninguna solicitud al mismo, ni informe favorable para tramitar dicha excepción”.
“Ninguno de sus miembros posee domicilio en la jurisdicción de la vecinal, en flagrante violación a la norma” subrayó y concluyó: “en tanto, en la misma jurisdicción de la vecinal viven desde hace años numerosas familias, que algunas estimaciones elevan a unas 150 y en su inmensa mayoría no forman parte de la vecinal”.
