Foto de archivo: Fernando Sturla/Télam

La Justicia allanó los domicilios particulares del dictador Jorge Rafael Videla, la de quien fuera su ministro del Interior, Albano Harguindeguy, y la de quien estaba al frente de los Institutos Militares de Campo de Mayo, el ex general Omar Santiago Riveros. Como resultado del operativo se obtuvo una gran cantidad de documentos secretos de la última dictadura militar, entre cartas, manuscritos, partes de inteligencias, material fílmico y de audio, manuales y reglamentos del “Proceso de Organización Nacional” y “Pautas secretas de la Junta Militar”. La información allí contenida, si bien aún está en evaluación, podría resultar de suma importancia para el avance de los juicios por crímenes de lesa humanidad.

Los procedimientos se llevaron a cabo bajo absoluta reserva entre el viernes y sábado pasados por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) con orden de la titular del Juzgado Nº1 de San Marín, Alicia Vence, en el marco de la causa 4012/03, denominada “Riveros, Santiago Omar y otros, sobre privación ilegal de la libertad, tormentos y homicidios”, que investiga el secuestro de los obreros de la Ford, Mercedes Benz y los astilleros de la zona norte, en las que Riveros está imputado como el principal responsable.

Entre otros documentos confiscados, se halló material de evaluación política de la Junta Militar como el “Informe de cumplimiento de gestión 1979 y plan de acción 1980”; carpetas que permiten ver cómo la dictadura pensaba extenderse hasta 1984; partes de inteligencia de mayo 1976 donde se “detectan” los movimientos de los principales dirigentes de la Junta de Coordinación Revolucionaria; perspectivas políticas sobre el diseño de la “guerra contra la subversión” y papeles clasificados de “secreto” que incluyen referencias a “prisioneros de Malvinas”.

También hay fotos, negativos, casetes, cartas, manuscritos, cajas con archivos de diarios y carpetas con información de 1980 de los que hasta ahora hay muy poca documentación y que se supone pueden contener parte de los preparativos para frenar la Contraofensiva de Montoneros.

En el caso de Videla, entre la recopilación de los documentos secuestrados de su casa, aparecen esbozos de lo que podría ser el comienzo de la escritura de un libro: “Recuerdos de una gestión de gobierno”, como dice una de las carpetas. Hay referencias más llamativas: una que concitó la atención de uno de los fiscales que trabaja en las causas es un croquis escrito a mano de lo que parece ser la idea de un programa del Proceso de Reorganización Nacional (PRN).

En él se ve el dibujo de una línea de tiempo que arranca en 1970 y una descripción donde alcanza a leerse “Diferenciar: Mas allá de cierta simultaneidad: 1) campo militar (GUERRA) 2) campo político (PRN)”.

También encontraron otro documento integrado por “78 hojas escritas a máquina y en manuscrito en cuya primera hoja dice: ‘Buenos Aires 16-1-76’”, es decir, un documento escrito antes del golpe, que a la luz de las últimas declaraciones de Videla podrían dar pistas sobre listas de nombres de las futuras víctimas o de las personas a las que pensaban impedir que hagan acciones contra el régimen.

Los materiales hallados en los procedimientos en las casas de Harguindeguy y de Riveros también parecen importantes. De la lectura de los documentos de Harguindeguy se colige que era el brazo político del gabinete: eso estaría indicando el llamado “Informe de cumplimiento de gestión 1979 y el plan de acción 1980”, cuyo interés estaría en que no sólo contendría un programa político militar a futuro sino los resultados y, por lo tanto, datos del año concluido.

Otra de las señales que refuerzan esa interpretación es una carpeta titulada: “Secreto. Pautas de la Junta Militar al Poder Ejecutivo Nacional (PEN) para el ejercicio de la acción de gobierno 1981-1984”. Pero son los datos de 1980 los que a uno de los fiscales de las causas le parecen más llamativos: podrían aportar información sobre la ofensiva militar desatada a partir de la captura a los militantes de Montoneros que habían reingresado al país en la llamada Contraofensiva.

En el caso de Riveros, condenado el año pasado a prisión perpetua, se encontraron documentos que podrían ser de utilidad para los procesos que se le iniciaron por su responsabilidad en los crímenes cometidos contra trabajadores de las empresas Ford, Mercedes Benz y de varios astilleros. En el allanamiento a su departamento también se encontraron documentos sobre Malvinas.

El hallazgo de documentación secreta y otros materiales de relevancia para el esclarecimiento de los crímenes de la dictadura, confirma la certeza que desde hace años sostienen los organismos de derechos humanos respecto de la existencia de información de archivo, eventualmente probatoria, aún en poder de los represores.

Fuente: Página 12

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