El fiscal federal de Bahía Blanca Horacio Azzolín señaló que según datos del Archivo Nacional de la Memoria en la actualidad se «están relevando más de 500 centros clandestinos a lo largo del país», y precisó que como «La Escuelita» de esa ciudad, «en general estaban emplazados dentro de los predios de las unidades militares o en dependencias controladas directa o indicrectamente por el Ejército o alguna de sus otras fuerzas armadas». En el marco de los alegatos en el juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en el V Cuerpo del Ejército, Azzolín, quien acompaña a su par Abel Darío Córdoba como representantes de la Unidad para Causas por Violaciones a los Derechos Humanos, agregó que «también la Cámara Federal de la Capital, tanto la causa 13, que fue el juicio a las Juntas, como la 44, conocida como la «causa Camps» se detuvo específicamente sobre la existencia misma de los centros clandestinos».

Azzolín recordó que los jueces de la Cámara Federal sostuvieron en las sentencias de las dos causas que «una de las características de la dictadura militar fue la metodología generalizada en la utilización de los centros clandestinos como primer paso de la desaparición de las personas». En el marco de los alegatos, el funcionario judicial brindó detalles sobre los centros clandestinos que funcionaron en Bahía Blanca como «La Escuelita».

«Era una construcción precaria que funcionaba en el predio del V Cuerpo de Ejército, en las habitaciones se mantuvieron cautivas a cientos de personas merced a la ferocidad de los guardias y la atrocidad planificada de los torturadores interrogadores», dijo.

Además, Azzolín citó el gimnasio del Batallón de Comunicaciones 181 donde «los cautivos estuvieron recluídos durante meses y sometidos a interrogatorios, impedidos de cualquier contacto con el exterior».

«Sobre el predio donde funcionó La Escuelita se han realizado dos inspecciones oculares durante el debate, y la segunda fue la que se realizó con presencia de víctimas a pedido de la Fiscalía y fue sumamente esclarecedor porque ha permitido que ellas ubiquen físicamente el lugar adonde estaban alojadas y referencien puntos donde circularon o que detectaron durante su cautiverio», dijo el fiscal.

El representante del Ministerio Público citó otros lugares de detención como la delegación Cuatrerismo de la Policía Bonaerense en los galpones ferroviarios de Chile y Donado.

«Se usaron como centros clandestinos dependencias de esas instalaciones como también uno o varios vagones de madera en desuso adaptados para depositar en ellos a personas secuestradas», comentó.

Además detalló sobre las instalaciones ferroviarias de la calle Parchape, próxima a la Estación del Sud, que eran «utilizadas para mantener en cautiverio a personas que fueron objetos de interrogatorios y torturas».

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