El Episcopado argentino dio a conocer un documento con el cual critica duramente la situación del país, de sus instituciones, de la educación y advierte que «los argentinos corremos el peligro de dividirnos nuevamente en bandos irreconciliables».
“La fe no puede quedar recluida en lo íntimo del corazón, sino que tiene una dimensión pública: requiere ser manifestada con coherencia en nuestras opciones temporales” expresa el documento explicando el porque de su participación en la vida política del país”.
Los representantes de la Iglesia sostienen en el comunicado que ellos han “afirmado que nos encontramos sumidos en una profunda crisis moral”, la cual revela “que la fe no impregna plenamente nuestro estilo de vida” y que la santa sede lo manifestó “en la oración que rezamos por la patria, al decir: Nos sentimos heridos y agobiados”.
La iglesia, que fue cómplice de la última dictadura, afirmó en el documento que la “dolorosa situación” por ellos descriptos “se refleja en todos los órdenes de la vida nacional”.
El Episcopado, reunido en su centésima cuarta asamblea plenaria, consideró que “la patria es un don de Dios confiado a nuestra libertad. Un regalo que debemos cuidar y perfeccionar” y por lo tanto aún le queda esperanzas al “constatar que, no obstante tantas dificultades, sigue vivo en el alma de nuestro pueblo el deseo de ser nación y de construir juntos un proyecto de país”.
“Aspiramos -se lee en el documento- a ser una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común”.
La declaración critica con severidad a los dirigentes al decir: “Todos los habitantes de nuestra patria necesitan sentirse respaldados por una dirigencia que no piense solo en sus propios intereses, sino que se preocupe prioritariamente por el bien común”.
En el mismo sentido expresa más adelante que el “excesivo caudillismo, que atenta contra el desarrollo armónico de las instituciones, acentúa su deterioro y menoscaba la autonomía de cada uno de los poderes del estado, tanto en el orden nacional como provincial”
Los obispos se encuentran preocupados por varios temas que enumeraron en el el documento.
1. La discusión sobre la despenalización del aborto.
2. El matrimonio igualitario, consideran escencial a la familia, “fundada sobre el matrimonio entre varón y mujer”.
3. La educación, “el sistema educativo no les imponga contenidos contrarios a sus convicciones morales y religiosas”. Desean “que toda la sociedad tome una mayor conciencia de la necesidad de mejorar el sistema educativo” y la “preparación para la vida cívica de niños y jóvenes debe excluir la politización prematura y partidista de los alumnos”.
4. Los jóvenes, porque según constataron “es enorme la cantidad de ellos que no estudian ni trabajan”.
5. Que la droga “se extiende por el crecimiento del crimen del narcotráfico”.
6. Y en el último punto advierte “el peligro de dividirnos nuevamente en bandos irreconciliables”, además expresa su temor porque las presiones “inhiban la libre expresión y la participación de todos en la vida cívica”.
El episcopado sostiene en la parte final del documento que quiere “ser una nación basada efectivamente en un sistema republicano, representativo y federal”.
