Con teatro, murgas, folclore y rock, HIJOS Rosario realizó este sábado una jornada cultural frente al ex Batallón 121 del Ejército, en la que la palabra de los sobrevivientes del Centro Clandestino de Detención, que funcionó durante la dictadura en ese predio, fue la protagonista. Además se hizo una instalación artística y se pintó un mural. La actividad fue convocada bajo la consigna «La memoria es un arma cargada de futuro»
Desde las cinco de la tarde, militantes de HIJOS y del Espacio Juicio y Castigo Rosario comenzaron a instalar carteles con los que se señalaba a 100 metros o a 200 metros “funcionó un centro clandestino de detención (CCD)”. Al mismo tiempo, el artista Juan Schegtel, junto a los muralistas de El Movimiento, fueron preparando la instalación y mural en el tapial construido sobre lo que supo ser el ingreso al pabellón 1 del ex CCD.
Alrededor de las 18.30, cuando ya se habían acercado al lugar referentes históricos de los derechos humanos, representantes de diferentes organizaciones sociales, políticas, integrantes del espacio Juicio y Castigo y de Unidos y Organizados, y vecinos de la zona; el artista Miguel Franchi, en su papel de Germinal Terrakius, invitó a los presentes a arrimarse al escenario que cortaba calle Lamadrid (a la altura de Leiva), para iniciar una serie de actuaciones que incluyó a Pablo Tendela y su cerrucho, el titiritero Roberto White, la canatante chaqueña Neiyén, la banda de rock Siam y la murga La Memoriosa.
En el escenario, y entre número y número artístico, fueron hablando varios de los sobrevivientes que estuvieron cautivos en el CCD del 121. Entre ellos, se destacó la intervención de Ivana Roberti, que tenía tan sólo unos meses cuando estuvo ahí junto a sus padres Marta Díaz y Dante Roberti, quienes también hicieron uso de la palabra, al igual que Olga Moyano, Ramón Verón y Juan Pablo Bustamante.
Los ex presos políticos coincidieron en la importancia de preservar el lugar como un Sitio de Memoria. Roberti y Bustamante, destacaron además el momento histórico de avance en la lucha por la verdad y la justicia “iniciado con las políticas de Néstor Kirchner y continuadas por Cristina”, y el protagonismo de las nuevas generaciones de militantes.
También habló José María el Cholo Budassi, sobreviviente de la dictadura, testigo y querellante de los juicios a los genocidas de San Nicolás, que invito a todos a la sentencia en el primer proceso oral y público contra represores nicoleños que, según informó, «estaría confirmado en un 80 por ciento, que se realizará el próximo 27 de diciembre en los tribunales federales rosarinos».
Sobre el cierre, la integrante de Hijos , Agustina Cinto, leyó una «carta a los vecinos» que repasó el reclamo presentado ante el Conejo Municipal para que el lugar sea preservado, y se agradeció a todos los que colaboraron para la realización de la jornada.
“Debemos a agradecer al artista Juan Schegtel, que ya es uno más de nosotros”, plantearon desde HIJOS, “así como a la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, los muralistas de El Movimiento, los muchas de Perro Suizo que pusieron el generador eléctrico, todos los artistas y músicos, y a los concejales que aprobaron la preservación de este lugar como Sitio de Memoria, en especial los de la comisión de Derechos Humanos, Fernada Gigliani, Roberto Sukerman y María Eugenia Schmuck”, señalaron.
En su despedida, los militantes de HIJOS agradecieron a los integrantes del Colectivo de ex presos políticos, a referentes históricos de derechos humanos de Rosario y a las Madres de plaza 25 de Mayo “por impulsar juntos este proyecto, que es sólo otro paso de un largo camino que resta recorrer”.
