La bandera presente en cada audiencia de los juicios a represores. Foto Graciela Borda.
La bandera presente en cada audiencia de los juicios a represores. Foto Graciela Borda.

En una jornada cargada de emociones, este viernes declararon cinco sobrevivientes del centro clandestino de detención que funcionó durante la dictadura en el ex Servicio de Informaciones de la Policía de Rosario. Los testigos reconocieron a sus secuestradores y torturadores.

Los jueces del Tribunal Oral Federal 2 de Rosario, Roberto López Arango, María Ivón Vella y Noemí Berros, encabezaron una nueva audiencia del sexto juicio oral y público contra represores de la dictadura realizado realizado en la ciudad, en la que se juzga a una parte de la patota que intervino en el ex Servicio de Informaciones de la Policía (SI) de Dorrego y San Lorenzo.

La de este viernes, al igual que durante la tarde del jueves, estuvo marcada por las declaraciones de los testigos sobrevivientes del SI, y por los reconocimientos que los ex presos políticos pudieron hacer de los imputados.

Los represores que se encuentran sentados en el banquillo de los acusados son Eduardo Dugour, Ernesto Vallejo, Pedro Travagliente, Ovidio Marcelo Olazagoitía, Julio Héctor Fermoselle, Ramón Telmo Alcides Ibarra, Carlos Ulpiano Altamirano (único Imputado De Homicidio En Este Expediente), Lucio César Nast y Ricardo José Torres. Por otra parte José Rubén Lo Fiego sigue el proceso desde Marcos Paz, donde purga una pena de prisión perpetua.

Si bien todos los ex detenidos que estuvieron presentes este viernes ya habían declarado en el juicio Díaz Bessone (o Feced I), los sobrevivientes volvieron a dar su testimonio para aportar las pruebas necesarias para la investigación que se desarrolla en este nuevo proceso contra una segunda tanda de integrantes de la patota del SI.

Los testigos fueron Hugo Méndez, María Virginia Molina, Esteban Mariño, Alfredo Vivono y Carlos Corbella, todos sobrevivientes del Servicio de Informaciones y distintos centros de detención de la dictadura. Mariño y Vivono además están constituidos como querellantes en la causa.

Los testigos repasaron los padecimientos que vivieron durante su secuestro y cautiverio, en el que vivieron los más salvajes tormentos. Mariño, Vivono y Corbella conmovieron al público al relatar los tratos crueles y las sesiones de torturas a las que fueron sometidos.

La sala de audiencias explotó varias veces en aplausos durante la mañana y la tarde, en diferentes momentos, como cuando Vivono recordó a Raúl Tortuga Nasini, “un compañero ex preso que laburó muchísimo estas causas” que murió sin poder participar de esta instancia; cuando Mariño reclamó justicia “por el secuestro de Eduardo Pérez, sobre quien todavía no hay ningún imputado”, o cuando Corbella juró la “los compañeros caídos”.

La mención a los que ya no están, tanto los militantes desaparecidos y asesinados que pasaron por el SI, así como aquellos que murieron en los más de treinta años de reclamo por justicia y no pudieron llegar a ver los condenas a los represores, se convirtió en una presencia permanente en la audiencia de este viernes.

Los sobrevivientes, además pudieron reconocer a los imputados que intervinieron en sus secuestros y participaron en la sesiones de torturas a las que fueron sometidos.

En el juicio se investigan graves crímenes de lesa humanidad cometidos contra 43 detenidos políticos, entre los que se incluyen los delitos de privación ilegal de la libertad, aplicación de torturas, violaciones y los homicidios de de Conrado Galdame y los ciudadanos peruanos Rory Chuang Céspedes y María Antonieta Chuang Céspedes.

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