Un avión de combate israelí bombardeó este martes, “por error” y sin causar víctimas, el edificio en el que se encuentra la sede de la televisión Al Jazira que había sido acusado por Israel de “alentar a los terroristas”.
El ataque tuvo lugar un día después de que el ministro de exteriores israelí, Avigdor Lieberman, dijera ante la prensa local que su gobierno trabajará para cerrar el canal qatarí en Israel.
Para Lieberman, la red de noticias Al Jazira “ha abandonado incluso la percepción de ser una organización confiable de noticias para transmitir al mundo incitaciones en contra de Israel, mentiras y aliento a los terroristas”.
Al Jazira consignó este martes que el ataque causó pánico entre los civiles que habitan el mismo edificio donde funcionan el canal qatarí y la agencia de noticias AP, aunque no se registraron víctimas.
Stefanie Dekker, una de las corresponsales de la cadena de noticias qatarí y que trabaja en las oficinas alcanzadas por el ataque, reportó que “dos disparos precisos impactaron en el edificio”. “Estamos en la parte alta de manera que tenemos una vista privilegiada sobre el área, pero ya fuimos evacuados”, detalló Dekker.
El edificio está situado en el área residencial de Gaza. “Nuestras oficinas comparten edificio con departamentos residenciales. La gente lo está abandonando en pánico. También funciona aquí AP y fue evacuada”, precisó la periodista.
Otro reportero contó a la agencia EFE que las fuerzas israelíes les dijeron que «fue un error, pero que en cualquier caso era mejor que no nos volviéramos a acercar», explicó.
Horas después, Israel justificó sus ataques a objetivos civiles en Gaza al asegurar que la estrategia es destruir los túneles de la organización islamista Hamas.
El vocero del ejército israelí, el capitán Roni Kaplan, señaló que todavía «no está claro» lo que sucedió con los bombardeos que destruyeron dos hospitales y las oficinas de Al Jazira y de la agencia de noticias estadounidense AP.
En una entrevista con la cadena de televisión CNN, Kaplan aseguró que el objetivo de Israel era destruir los «23 túneles clandestinos hallados en los últimos días y que son utilizados como depósitos de misiles por Hamas».
«Cuando luchás contra terroristas estás complicado, esto se hubiera resuelto antes si Hamas hubiera aceptado una tregua», consideró el vocero israelí.
Agregó que el número de civiles -especialmente niños- que murieron en las últimas semanas en Gaza, debe ser entendido de acuerdo con la «composición demográfica».
«En la Franja de Gaza, el 50 por ciento de los habitantes son niños. Pero los números de muertos los pasa Hamas, no Israel. Cada muerto civil es una enorme tragedia, pero hay que entenderlo desde la composición demográfica», se justificó Kaplan.
Y agregó que «los ataques están restringidos» y que «la mayoría de las misiones son abortadas porque hay población civil».
Kaplan aseguró que Israel «arroja panfletos» avisando a la población que abandone sus hogares porque van a atacar en esa zona, pero que la gente «no escucha».
«El vocero de Hamas le dice a la población que se queden, ellos no tienen valor por la vida», señaló el militar israelí.
«La entrada por tierra pone en peligro a los soldados. Israel podría bombardear por aire, pero ingresando se evitan los bombardeos. La estrategia es que la población nos escuche a nosotros y no a Hamas», advirtió el militar.
El Ejército israelí bombardea Gaza desde hace quince días por tierra, mar y aire, y sin pausa, donde ya murieron 584 palestinos y más de 3.300 resultaron heridos, en su mayoría civiles.
Además, bombardearon cerca de 300 viviendas particulares, dos hospitales y varias mezquitas, pese a que el derecho internacional considera que estas acciones constituyen crímenes de guerra.
Durante la noche de este lunes y martes, destruyó por completo la mezquita de los Mártires de Al Aqsa, levantada en el centro de Gaza tras la segunda intifada, pocas horas antes de que los fieles se dirigieran a ella para el primer rezo del día.
Fuentes: Télam, Al Jazira.
