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Pese a la intensa campaña del establishment y los medios hegemónicos, que bregan por desbancar de una buena vez al PT y producir la restauración conservadora, según las encuestas la intención de voto de la candidata eco-evangelista y amiga de la mano invisible sigue cayendo en picada.

Los rezos de Marina Silva no parecen ser escuchados. Los gritos de los medios hegemónicos al servicio de los poderes fácticos tampoco. Ni sus campañas de desinformación y manipulación, ni sus millones de dólares parecen suficientes. Dilma Rousseff sigue ganando terreno y Marina continúa en caída libre. Pero la elección se definirá seguramente en segunda vuelta y el Partido de los Trabajadores (PT) enfrentará un serio desafío.

La presidenta aumentó en tres puntos su ventaja sobre Silva para la primera vuelta de las elecciones, el 5 de octubre, según la última encuesta del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadísticas (Ibope) dada a conocer esta semana. De acuerdo a este último sondeo, la presidenta le saca ya nueve puntos de ventaja a la candidata eco-evangelista que aterrizó en el

Partido Socialista de Brasil y se consolidó luego de la caída de un avión.
Rousseff pasó de un 36 por ciento, la semana pasada, a 38 por ciento en la última encuesta de Ibope. Por su parte, Silva, que midió 30 por ciento en la encuesta anterior, cayó ahora a 29 por ciento. En tercer lugar se ubica Aécio Neves, senador y candidato a presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que se mantiene en un 19 por ciento.

En cuanto a la segunda vuelta, siempre según el último sondeo de Ibope, las candidatas están empatadas en un 41 por ciento. En los sondeos anteriores, Silva tenía una ventaja de tres puntos sobre Rousseff.

Según otra encuesta, elaborada por el instituto Vox Populi y divulgada el martes, la diferencia a favor de la mandataria es todavía más importante. El sondeo adjudicó una intención de voto de 40 por ciento a Rousseff, contra el 36 por ciento que marcaban mediciones anteriores. Silva cosechó 22 por ciento en esta última encuesta de Vox Populi, siendo que una semana atrás midió 27 por ciento. De acuerdo a estos datos, Rousseff continúa con un crecimiento sostenido, y Silva no deja de caer. Con estas cifras, después de mucho tiempo y otros tantos sondeos, se vuelve a comprobar que crece la posibilidad de la reelección de Rousseff. Pero no será fácil.
Vox Populi reflejó además un crecimiento en el apoyo a Neves, quien obtuvo 17 por ciento, ante el 15 por ciento de hace una semana.

Según estos números, en primera vuelta Dilma tendría 40 por ciento ante un 39 por ciento de sus principales adversarios. Pero si se suman los votos de otros candidatos opositores minoritarios, la tendencia indica que la definición se dará en una segunda vuelta electoral, el 26 de octubre.

Para ganar una primera vuelta, el candidato debe obtener la mitad más uno de los votos válidos o un voto más que el de todos sus contrincantes sumados. En la simulación de una segunda vuelta Dilma-Marina, Vox Populi otorgó victoria a la mandataria del PT por 45 por ciento contra 39 por ciento, ante un escenario anterior de empate técnico.

El PT llegó al poder con el triunfo de Lula en 2003. En 2006, el dirigente resultó reelecto y en 2010 ganó Rousseff. En esa elección, Silva se presentó como candidata del Partido Verde (PV), obteniendo 20 millones de votos. Tras 11 años en el poder, los poderes fácticos están hartos del PT y vienen buscando la manera de “sacarlos”, como se suele afirmar en Brasil y en otras latitudes, cuando la derecha deja ver su poco apego a las instituciones democráticas.

Desbancar al PT era, hasta hace poco, apenas un anhelo, sólo eso, un deseo ferviente muy lejos de la realidad. Pero apareció Marina y por varias semanas fue un boom.

El boom Marina, primero ambiguo, casi indescifrable, se fue aclarando. Sus propuestas la muestran cada vez más acorde con el mercado y su fantasmática manita. Sus principales asesores económicos son dos neoliberales, Eduardo Gianetti da Fonseca y André Lara Resende. Además, la heredera del imperio bancario y financiero Itaú, Neca Setúbal, es amiga personal de Silva y es, además, una de las principales donantes para su campaña. La candidata eco-evangelista-socialista se pronunció a favor de cambiar el Mercosur y reorientarlo hacia la Alianza del Pacífico, un agrupamiento mucho más amigable con el mercado y el Imperio. Y propuso una “agenda positiva con los Estados Unidos”.

Por cuestiones religiosas, desestimó la posibilidad de impulsar un proyecto de ley de matrimonio igualitario, la legalización del aborto y la despenalización de las drogas. Por eso la derecha vio en Silva una tabla de salvación, los medios hegemónicos se pusieron a machacar y construyeron el boom. Pero en los últimos días, fue el globo de O Globo el que hizo boom, y la eco-paracaidista se sigue desinflando.

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