Newell’s no pudo aprovechar la visita del líder River para acercarse a la punta. Perdió 1 a 0 en el Coloso y prácticamente se queda sin posibilidades. Consumada la derrota, la gente pidió por un triunfo en el clásico.
Jugado más de la mitad del torneo y con ocho puntos de diferencia respecto al puntero, el rojinegro comenzó a despedirse de la lucha. Es que el choque frente al Millonario era quizá su última posibilidad de prenderse en la pelea y encarar de la mejor manera el clásico del próximo domingo.
Pero el dueño de casa volvió a fallar en ambas áreas y lo pagó caro. Lleva cuatro partidos sin victorias y buscará revertir esa tendencia en la jornada siguiente ante Central en el Gigante de Arroyito.
En cuanto al partido, después de un arranque parejo, la Lepra se fue imponiendo de a poco con mayor control de pelota y jugando más cerca del arco defendido por Marcelo Barovero.
Las más claras durante la primera etapa fueron para el local: primero el árbitro Néstor Pitana ignoró un empujón de Gabriel Mercado a Maxi Rodríguez dentro del área. Luego Fabián Muñoz recibió una gran habilitación del pibe Leandro Figueroa, pero falló en el mano a mano.
En el complemento, Oscar Ustari salvó la caída en su valla con una gran tapada ante un cabezazo de Mercado. En tiro de esquina siguiente, el Millonario tuvo la revancha, pero en esta ocasión fue el palo el que impidió el primer grito de la noche.
Tras esa doble chance de la visita, Gustavo Raggio mandó a la cancha lo mejor que tenía en el banco: Ignacio Scocco y Mauricio Tevez reemplazaron a Muñoz y a Figueroa.
Pero la pelota parada siguió siendo un problema para la defensa rojinegra que a los 22’ no pudo evitar el tanto de cabeza de Gabriel Funes Mori. Carazo no se guardó nada y metió a Víctor Figueroa, que tampoco pudo torcer el rumbo de la derrota.
Newell’s no supo sacar provecho en la primera parte en la que fue superior a su rival, algo que sí hizo el River en el segundo tiempo, que le permite cortarse solo en la cima del Campeonato de Primera División. “El domingo cueste lo que cueste” fue el cántico que bajaba de las tribunas, donde ya se comenzó a palpitar el clásico de la ciudad.
