Maldonado y Alesso a la salida de la reunión. Foto: Tito La Penna/Télam.
Maldonado, educadora y militante. Foto: Tito La Penna/Télam. 

Dirigentes sociales y políticos, y gremios como Ctera y Amsafé despidieron a la militante y docente fallecida este martes, y subrayaron  su «enorme compromiso con la justicia social y la educación pública».

Stella Maldonado, la histórica dirigente de la Ctera, falleció este martes por la mañana  a causa de un tumor cerebral luego de permanecer internada en un efector de Capital Federal.

Varios gremios pronunciaron su tristeza por el fallecimiento de la compañera Stella Maldonado.

La dirigente  «fue una militante política, social y sindical de un compromiso enorme por la justicia social y la educación pública», aseguraron desde de La junta Ejecutiva de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) y la Comisión Directiva provincial de la Asociación de Magisterios de Santa Fe (Amsafé).

Maldonado, que desempeñaba funciones en la Secretaria General de la Ctera a nivel nacional, estudió como Maestra Normal Nacional en el colegio Inmaculada Concepción de La Plata; se desempeñó como asistente social y maestra en la Provincia de Buenos Aires. En los setenta fue maestra de adultos en el programa DINEA.

También la docente estuvo a cargo de la Secretaría de Derechos Humanos del gremio de Suteba; el Consejo Ejecutivo de la Internacional de la Educación; se destacó asimismo como militante de los derechos humanos, fue miembro del CELS y orgullosa acompañó la lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y de la agrupación HIJOS.

Desde la Junta Ejecutiva de la Ctera,  declararon que desde  «la partida de Stella queda un vacío enorme, no sólo por su compromiso y militancia, sino por la calidad humana de esta Compañera que infatigablemente nos enseñó, con amor y humildad, una nueva forma de militar».

Más notas relacionadas
Más por Redacción Rosario
Más en País

Dejá un comentario

Sugerencia

Las niñas de Alcáser

Fantaseábamos con ellas. Nos parecíamos en que éramos tres y teníamos quince años. La hist