Milton Casco, reconocido por los hinchas, jugó por el sector derecho. Foto: Télam.
Milton Casco, reconocido por los hinchas, jugó por el sector derecho. Foto: Télam.

Tras un aceptable segundo tiempo, el rojinegro pagaba caro sus errores ante el Tomba, hasta que apareció Maxi Rodríguez y en la última jugada igualó el marcador 2 a 2. Los hinchas manifestaron su enojo por el clásico.

En un Coloso que expresó en banderas su malestar por la derrota en ante Central, jugaron el local y Godoy Cruz, en la continuidad de la 13ª fecha del Campeonato de Primera División. Aquino y Fernández para el bodeguero, y Víctor López y la Fiera para los del Parque Independencia, fueron los goleadores de la tardecita rosarina.

Todavía golpeado por la caída en la fecha pasada en el Gigante, el rojinegro entró algo dormido y con pocas ideas claras cada vez que la pelota atravesaba la línea central. Por el otro lado, el visitante lastimaba en cada ataque a una defensa que le costó mucho frenar las pocas envestidas que tuvo en contra.

En el partido pasaba poco, hasta que a los 25′ Claudio Aquino rompió el cero para agravar más aún la tensa situación que se vivía en el Marcelo Bielsa, donde el descontento del hincha iba en crecimiento.

Pero la Lepra iba a encontrar en una jugada de pelota parada la llave del empate. A los 44′, Víctor López concretó un cabezazo tras un tiro de esquina y llevó tranquilidad al vestuario en el entretiempo.

Los mendocinos siguieron aprovechando el flojo papel defensivo de su rival y casi se van al descanso nuevamente en ventaja, pero Oscar Ustari le tapó un débil remate a Fernando Zuqui en un mano a mano.

Newell’s vio de cerca la remontada en el resultado en los primeros segundos del complemento, cuando Maxi Rodríguez avanzó por derecha, con un sombrero se sacó de encima su marca, definió con un toque al palo y Facundo Bustamante tuvo su gran chance de debutar no sólo en la Primera sino también en las redes, pero increíblemente desvió su remate ante un arco que no mostraba oposición alguna.

El conjunto de Gustavo Raggio demostró de entrada su actitud por conseguir los tres puntos. Se vio lo mejor del equipo en los últimos tiempos en los que cosechó muy pocas unidades que lo marginaron de la pelea por campeonato.

A la salida del entretiempo, Carozo ya había apostado por la experiencia de Lucas Bernardi y luego metió a Mauricio Tevez y Víctor Figueroa para darle mayor vértigo de mitad de cancha en adelante.

El dueño de casa era más y se esperanzaba con volver a la victoria luego de cinco fechas, pero a los 34′, Horacio Orzán, que recibía silbidos cada vez que el balón pasaba por sus pies, cometió un error en la mitad de la cancha por un mal control y ni bien Leandro Fernández se la robó, patió al arco ante un Oscar Ustari adelantado que solamente atinó a observar como la pelota se le metía por encima. Los de Carlos Mayor aprovecharon el regalito y casi sin merecerlo, volvían a ponerse en ventaja.

Cuando los del Parque se encaminaban a sumar una nueva derrota, apareció a en el segundo minuto de descuento la jerarquía de la Fiera, para sellar el empate.

La expresión de bronca de Maxi tras su anotación, la decisión de no festejar su tanto a pesar de haberlo obtenido cuando el encuentro moría, fueron una postal de la sensación que dejó la igualdad, ya que ni la mejora en el segundo tiempo le alcanzó para volver al triunfo. Un triunfo que le hubiese servido para comenzar a olvidar lo antes posible la derrota en Arroyito.

Sacaron trapitos al sol

En la calurosa tarde de Rosario, el Coloso exhibió un clima caldeado, no sólo por la alta temperatura que se hizo insoportable, sino porque todavía se seguía jugando el clásico en el que Newell’s sumó su tercera derrota consecutiva ante el eterno rival.

Desde los cuatro costados colgaban banderas con reproches y pedidos hacía el plantel y cuerpo técnico. “El que no sienta el clásico que se vaya”, reclamaba uno de los trapos. “Sáquense la camiseta, dénsela a la hinchada que juega mejor”, ironizaba otro en la popular en la que se encuentra la barra.

“La actitud no se negocia”, señalaba la bandera detrás de la tribuna que da al Palomar. “Le fallaron a su gente”, “Los clásicos se ganan”, “Nosotros alentamos, ustedes nos cagaron”, fueron otros de los duros títulos que eligió el simpatizante para mostrar su malestar.

Salvo algunos silbidos hacia algunos protagonistas (Orzán y Raggio, por ejemplo), la gente sólo manifestó repudios en los trapos.

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Un comentario

  1. adhemarprincipiano@gmail.com

    26/10/2014 en 16:22

    La realidad da otro golpe a los conjuntos de rosario, sola-mente miran el arbol, no tienen capacidad para estar arriba?

    Responder

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