En el cierre de la 15ª fecha, el rojinegro le ganó 3 a 1 a San Lorenzo en el Marcelo Bielsa y volvió al triunfo luego de seis jornadas. Maxi en dos oportunidades y Scocco, los goleadores de la noche.
Seis fechas tuvo que esperar el conjunto del Parque Independencia para recuperar la sonrisa. Tres empates y tres derrotas lo habían sacado completamente del Campeonato de Primera División. Sólo le quedaba finalizar de la mejor manera un torneo para el olvido.
Y en el último partido de la fecha 15 pudo lograr su objetivo ante el Cuervo, que también padeció este campeonato desde principio a fin.
La primera parte exhibió un fiel reflejo de la actuación de ambos en el torneo local. La lentitud de mitad de cancha hacía adelante era una característica en ambos equipos. Newell’s manejaba la pelota ante la poca presión que exigía el rival, pero cuando la pelota atravesaba la mitad de la cancha, carecía de ideas para generar ocasiones de riesgo.
Antes del primer grito de la noche, sólo se registraba una corajeada de Ignacio Scocco que recibió en el borde del área tras una recuperación de Lucas Bernardi y posterior contraataque de Marcos Cáceres, esquivó la marca del primer oponente, se acomodó, pero su remate pasó muy cerca del arco defendido por Sebastián Torrico.
El tramite del cotejo continuaba lejos de los arcos, hasta que Mauricio Tevez rompió con esa monotonía y tras una gran corrida eliminando adversarios, se la cedió en última instancia a la Fiera Rodríguez, que en soledad definió ante el arquero para terminar con la paridad, cuando transcurrían 36′.
Pero a los pocos minutos de comenzado el segundo tiempo, el Ciclón alcanzó el empate en la cabeza de Martín Cauteruccio que luego de un tiro de esquina a los 5′ hizo valer la ley futbolera que marca que dos cabezazos en el área se convierten en gol.
Gustavo Raggio pueso en cancha al equipo que soñó armar desde el inicio del torneo, imposibilitado por las lesiones. Mandó a la cancha a Víctor Figueroa y a Hernán Villalba en lugar de los pibes Iván Silva y Facundo Bustamante. Y en su primera intervención, el Negro Figueroa quiso sacar provecho de una mala salida de Torrico que quedó a mitad de camino, pero elevó apenas su dispara por encima del travesaño.
De todas maneras, el cambio de aire que trajo el ex volante del Tomba no iba a terminar en esa acción. Le imprimió al equipo mayor vértigo y a las 21′ aceleró, atravesó rápido la línea de volantes visitantes, habilitó a Maxi, que no definió eficientemente, pero Scocco encontró el revote y le devolvió la ventaja a la Lepra.
Los dirigidos por Edgardo Bauza siguieron sin ideas en ofensiva y sólo un error defensivo rojinegro lo dejó cerca del empate, cuando el recién ingresado Mauro Matos la quisó colocar al ángulo izquierdo del arco defendido por Oscar Ustari.
Luego, todo fue para el dueño de casa, que a diez minutos del final encontró la tranquilidad con un nuevo gol de Maxi Rodríguez. Después no hubo partido. Hasta Carozo se dio el gusto de probar a Guillermo Ortíz en la zona de volantes, posición inusual del rústico zaguero central.
El buen desempeño mostrado en la parte final del encuentro desató la alegría en el Coloso, que hacía tiempo no veía a sus jugadores en este nivel. La Lepra recuperó la sonrisa luego de sufrir varios traspiés, lo que le permite llegar con mayor aire al entrenador hasta el final del campeonato.
