El padre de unos de los acusados por el triple crimen de Villa Moreno declaró este viernes en el juicio que la madrugada del hecho él tenía en una localidad a 40 kilómetros de Rosario el vehículo que la investigación asigna a los agresores como el utilizado para cometer los homicidios.

Alfredo Blas Palavecino, padre del acusado Mauricio Palavecino (23), prestó declaración testimonial este viernes en el juicio oral por el triple crimen de los militantes Jeremías Trasante (17); Claudio “Mono” Suárez (19) y Adrián “Patom” Rodríguez (21), ocurrido la madrugada de Año Nuevo de 2012 en una canchita de fútbol de Villa Moreno, en el sur de Rosario.

De acuerdo a la acusación, Palavecino habría participado de los asesinatos junto a Sergio “Quemado” Rodríguez (44); Brian “Pescadito” Sprío (26) y Daniel “Teletubi” Delgado (24), para los que presuntamente utilizaron un vehículo utilitario Renault Kangoo de color blanco.

Varios testigos señalaron durante el desarrollo de las audiencias del juicio que vieron a varias personas en un vehículo de esas características en el lugar del hecho, en el que se movían personas armadas.

La fiscalía entiende que el triple crimen estuvo motivado en un intento de venganza del “Quemado” Rodríguez y su banda por la balacera que unas horas antes, la misma madrugada de Año Nuevo, había recibido su hijo Maximiliano Rodríguez.

Presentado como testigo de la defensa de los acusados, Alfredo Palavecino dijo que él utilizó esa noche la Kangoo blanca para prestar un servicio de karaoke en la localidad de Villa Mugueta, ubicada a 40 kilómetros al sudoeste de Rosario.

Palavecino relató que tras cenar con su pareja a la 1.30 del 1 de enero viajó a esa localidad, a la que llegó alrededor de las 2.00, y donde estuvo hasta las 4.00 de la madrugada.

Por la mañana de este viernes testimonió Diego Rauch, la persona que presuntamente contrató el servicio de Palavecino, y lo hizo en el mismo sentido que el padre del acusado.

Luego narró el procedimiento policial del 20 de enero de 2012 en el que fue detenido su hijo Mauricio, acusado por el triple crimen, y denunció violencia policial.

También dijo que le secuestraron el mismo día la Kangoo en su domicilio y según hizo notar el abogado defensor, Ignacio Carbone, la medida se adoptó sin una orden judicial.

Eso quedó demostrado cuando declaró este viernes uno de los policías que participó del operativo, Francisco Fernández, quien dijo que “no tenía orden de secuestro del vehículo”.

En otra presentación que despertó suspicacias en la sala, por el alto nivel de coincidencias entre un relato y otro, también declaró una hermana de Palavecino, Natalia, quien brindó un testimonio idéntico al de su padre en relación a la detención de Mauricio en su domicilio familiar.

Tras la decisión de los abogados defensores de desistir de otros testigos ofrecidos, el tribunal decidió clausurar la etapa de declaraciones testimoniales.

Así, estableció que el próximo martes a las 21.00 se realice una inspección ocular al lugar del triple crimen, y fijó para el viernes próximo el inicio de los alegatos de clausura de la fiscalía y los abogados querellantes.

En tanto, el lunes 1 de diciembre será el turno de los alegatos de las tres defensas de los acusados por los homicidios.

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