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El vicepresidente de Central, Luciano Cefaratti, aseguró tras los disturbios contra periodistas y dirigentes de Racing, que “si los agresores son socios, serán expulsados”. También expresó su “enérgico” repudio a este violento acontecimiento.

El árbitro daba por concluido los primeros 45′ y el foco de atención se corrió del campo de juego hacia la platea donde se encuentran los pupitres de prensa. Es que un grupo de plateistas comenzó a agredir a periodistas partidarios y también imparciales, además de integrantes de la Comisión Directiva del club visitante.

“Lo que pasó ayer (domingo) fue una cosa de locos, lo repudiamos enérgicamente. Hay cosas que a veces superan la razón y no se pueden justificar”, lamentó Cefaratti en diálogo con Télam, y pidió “a la justicia que actúe” para sancionar el comportamiento de un grupo vandálico.

El vice Canaya explicó que “la organización de la seguridad en los partidos no está a cargo del club”, aunque admitió la responsabilidad dirigencial porque la infraestructura del Gigante de Arroyito «no está en condiciones» de garantizar la integridad física de sus asistentes.

De todas maneras, garantizó que si identifican que “los agresores son socios de Central, serán expulsados” del club.

«Había un clima enrarecido porque durante la previa se dijo que desde Central se iban a vender entradas para hinchas neutrales y eso fue falso. Nunca se vendió un boleto a nadie que no fuera del club», aclaró el dirigente, y luego comentó que el presidente de Racing, Víctor Blanco, le «agradeció enormemente» por la protección brindada una vez desatados los disturbios.

Si bien Racing se fue del Gigante feliz y victorioso por la goleada que lo deja en las puertas de lograr un nuevo título, los episodios violentos le hicieron pasar una mala tarde a sus dirigentes. “Fue lamentable lo que vivimos en la cancha de Central. La seguridad no estuvo presente en ese momento y por eso sufrimos las agresiones”, contó Blanco.

«Los violentos rompieron los vidrios del sector en el que nos encontrábamos -continuó-. Una parte de los agresores ingresó y otra parte no lo pudo hacer, pero le pegaban a los vidrios para intentar romperlos y así ingresar. Eran alrededor de 45 personas. Tuvimos que lamentar personas que sufrieron heridas cortantes y traumatismos en varias partes del cuerpo. Se vivió un momento de mucha tensión”, relató el presidente.

Por último, afirmó que “una vez que terminó todo, los dirigentes de Central me llevaron a mí, a mi mujer e hijas al palco y los demás miembros de la Comisión Directiva se tuvieron que ir del estadio”.

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