Tribunal causa Suppo
Los magistrados del juicio por el asesinato de la militante social y ex presa política durante la dictadura militar Silvia Suppo, ocurrido en la ciudad de Rafaela el 29 de marzo de 2010, que comenzó a desarrollarse el martes pasado en los tribunales federales de la capital provincial.

Con pedidos de la querella desatendidos, los jueces María Ivón Vella, José María Escobar Cello y Luciano Lauría resolvieron avanzar con el proceso, que tendrá dos audiencias más este año (22 y 29 de diciembre) y luego continuará en febrero.

“Como primer balance de esta semana, en el juicio se reforzaron un montón de cuestiones que venimos diciendo desde hace tiempo, como la falta de profesionalismo de la policía y los primeros jueces que llevaron adelante la investigación”, explicó el viernes pasado Marina Destéfani, hija de Silvia Suppo.

En diálogo con este medio, Marina criticó con dureza al tribunal, integrado entre otros por “Luciano Lauría, confeso amigo de Brusa”, ex magistrado condenado por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura.

“Los otros jueces también han sido muy condescendientes con los imputados”, comentó Destéfani e informó que sus abogados “tuvieron que planear que si siguen con esas condiciones los vamos a tener que recusar”. Para los hijos de Suppo, la conducta de los magistrados “fue muy indignante”.

Los imputados del robo en el negocio que Suppo atendía y su posterior crimen son Rodolfo Valentino Cóceres, de 26 años, y Rodrigo Ismael Sosa, de 22.

En su declaración, uno de los acusados ratificó lo ya planteado durante la etapa de investigación, y que los familiares ponen bajo sospecha, ya que no descartan que lo que ocurrió con Suppo haya sido un crimen político por encargo. “Fuimos a buscar la plata, no a quitarle la vida a nadie. Todo se nos fue de control”, dijo Cóceres, en su muy breve indagatoria.

Además declararon varios policías que según comentó Marina incurrieron en numerosas contradicciones y “notables olvidos”. “No recuerdan nada de los que hicieron esos días”, comentó Destéfani. Tanto Marina, como su hermano Andrés, testimoniaron el martes pasado.

El homicidio de Suppo es investigado por la Justicia Federal debido a una resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que ordenó que se ventile la causa en ese fuero hasta tanto se descarte por completo que no hubo un móvil de tinte político.

Silvia Suppo fue apuñalada en su comercio del centro de Rafaela el 29 de marzo de 2010, tras declarar en el juicio que condenó al ex juez federal Víctor Brusa a 21 años de prisión por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada, vejaciones, apremios ilegales, coacción y tormentos ocurridos tras su secuestro.

En marzo del 1977, Silvia tenía 17 años cuando fue secuestrada junto a su hermano, Rogelio, y un amigo, Jorge Destéfani, que luego sería su esposo. Suppo permaneció en cautiverio en la Comisaría 4ª de Santa Fe y en el centro clandestino de detención “La Casita”, donde fue violada en diversas ocasiones y quedó embarazada. Luego se le practicaría un aborto, a cargo de la entonces carcelera policial María Eva Aebi.
Según consta en su declaración, Suppo identificó a Mario Facino como jefe de la comisaría donde estuvo secuestrada, y a Juan Perizotti como “cabecilla” de la Guardia de Infantería Reforzada.

A raíz de estas identificaciones y del detallado testimonio de violaciones y torturas, el Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó a 23 años de prisión a Héctor Colombini y Eduardo Ramos, jefe de la Dirección de Drogas Peligrosas y policía respectivamente.

Asimismo dispuso 22 años para Perizotti, 21 a Brusa, 20 a Mario Facino, ex jefe del Comando Radioeléctrico de Santa fe y de la comisaría cuarta, y 19 años a la carcelera Aebi.

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Un comentario

  1. Alejandro

    22/12/2014 en 23:57

    Urgente a esos jueces hay que apartarlos y traer otros de distintos lugares del País !!!!

    Responder

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