Bonfatti se apuró a anunciar que desde enero, cuando concluya el plan de congelamiento suscripto entre Santa Fe y Nación, volverá a subir la tarifa de la EPE, un 30%, por “problemas financieros” de la empresa. Sin embargo, según el Presupuesto 2015, por cada peso que gastará la distribuidora provincial en comprar electricidad obtendrá casi 3,50 de ganancia por venderla a los usuarios santafesinos.
En lugar de buscar una prórroga para el programa federal de convergencia de tarifas eléctricas que concluye a fin de año, un plan de congelamiento tarifario a cambio de obras de infraestructura financiadas por Nación para mejorar la prestación del servicio, la provincia de Santa Fe prefirió apurar el anuncio de que en enero incrementará la tarifa de luz un 27 por ciento. Al momento de justificar la nueva suba dispuesta por la Empresa Provincial de la Energía (EPE), la administración de Antonio Bonfatti culpó al gobierno nacional y al “aumento de costos por el proceso inflacionario”. Sin embargo, según el Presupuesto 2015 que sancionó la Legislatura, por cada peso que gastará la distribuidora provincial en comprar electricidad obtendrá casi 3,50 de ganancia por venderla a los usuarios santafesinos.
Desde la oposición, en tanto, pidieron que no se aplique la recomposición en el cuadro tarifario y que los subsidios que envía el Ejecutivo nacional vayan efectivamente a parar a la EPE. “El socialismo aumentó doce veces la tarifa de luz desde 2008, acumulando un incremento del 350 por ciento, que se ubica muy por encima de la inflación.
Tenemos la luz más cara de la Argentina, los usuarios y la producción provincial pagarán una tarifa un 30 por ciento más cara que en otros lugares del país”, dijo el diputado justicialista Mario Lacava.
Según el presidente de la Comisión de Obras y Servicios Públicos de la Cámara baja provincial, la energía que la EPE compra en el mercado se incrementó en el mismo período sólo un 120 por ciento “porque está fuertemente subsidiada por el gobierno nacional; sin embargo, ese subsidio se lo queda el gobierno socialista y no es trasladado a los usuarios santafesinos, ya que la energía que nos vende es cada vez más cara”. Y reclamó: “Bonfatti debe suspender el aumento de la luz y subsidiar a la EPE”.
A regañadientes, la provincia de Santa Fe –como el resto de los distritos– firmó un convenio con la Nación por el cual el gobierno de Cristina Fernández estableció un plan de obras –que además contempla compra de máquinas y equipos y gastos de funcionamiento– y la EPE, como contrapartida, mantuvo la tarifa de luz congelada. Tras hacer pública la queja por el supuesto retraso en la llegada de los fondos nacionales, Bonfatti y sus funcionarios optaron por no continuar adelante con el programa nacional –cinco provincias ya resolvieron prorrogarlo hasta el 1° de enero de 2016– y anunciaron un nuevo aumento de tarifas, con lo cual será la propia empresa santafesina la que tenga que costear las obras.
El gobernador defendió el aumento que lanzó como método de presión para que el gobierno nacional salde la deuda que mantiene con Santa Fe. “El 31 de diciembre se termina el convenio con la Nación y las tarifas van a actualizarse, después de estar durante un año y medio congeladas. Todos los materiales que usa la EPE son importados y todos somos conscientes de la inflación. La Nación nos prometió 1.050 millones de pesos en compensación por congelar tarifas. Por ahora, sólo mandó 101 millones. Por lo tanto, nos deben 949 millones de pesos. Que nos paguen lo que nos deben”, exigió Bonfatti a cara de perro.
Daniel Cantalejo, presidente de la EPE, argumentó a favor del inminente aumento y defendió el plan de obras de la empresa. “No nos gusta la inflación pero es una realidad macroeconómica del país y tenemos que gestionar una empresa que tuvo quebrantos operativos del 2001 al 2007, con un nivel de subinversión importante y con una industria que del 2000 al 2014 ha tenido un crecimiento que superó el ciento por ciento”. Según el funcionario, a partir de las obras encaradas por la EPE “se está apuntando a no tener cortes masivos (en el suministro eléctrico)”.
El gobierno provincial parece gestionar la EPE no como una empresa del Estado que presta un servicio público, sino con la lógica de una empresa privada que busca incrementar ganancias, pese a los reiterados lamentos del socialismo por los supuestos problemas financieros de la compañía. En rigor, el propio Bonfatti alertó que si la empresa no aumentaba la tarifa podía “quebrar”, aunque la EPE es un ente autárquico y su estructura jurídica no le permite ir a la quiebra.
Pero fue el ministro de Economía provincial, Ángel Sciara, quien contradijo los malos presagios del gobernador. “Tratamos de que (la EPE) se administre como empresa e invierta en términos de sus excedentes”, indicó. En declaraciones periodísticas, el funcionario consideró que “la EPE es una empresa, entonces, no tiene déficit sino pérdidas o ganancias. Y hoy paga impuesto a las Ganancias, por lo tanto, no tiene pérdidas”.
Al confirmar los dichos de Sciara, sectores opositores a la Casa Gris señalaron que el Presupuesto 2015 calcula en 875 millones de pesos el gasto de la EPE en impuestos – buena parte van a Ingresos Brutos, es decir que la provincia se financia a sí misma–; un gasto que se incrementará si aumenta la tarifa ya que los impuestos se calculan sobre la facturación y las utilidades de la empresa provincial.
En la ley de Presupuesto para el ejercicio 2015 se estima que los ingresos por tarifas de la EPE serán de unos 4.214 millones de pesos, mientras que los gastos por la compra de electricidad llegarán a 1.230 millones, de lo que se deduce que por cada peso que gaste la distribuidora provincial en comprar energía obtendrá 3,43 por venderla. Es decir, el cálculo está lejos de pintar una empresa con “problemas financieros”. En este sentido, desde la oposición kirchnerista estimaron que la compra de electricidad representaría el año que viene apenas el 21,34 por ciento de los gastos totales de la EPE, cuando en 2007 era casi el 50 por ciento de los mismos.
En el Presupuesto 2015 se anotó, además, que el gasto de la EPE en “construcciones” (obra pública) sería de 674.151.000 pesos, de los cuáles 549.151.000 se financiarían con fondos a enviar por la Nación en el marco del programa de convergencia tarifaria, por el que las provincias se comprometían a mantener las tarifas congeladas a cambio de aportes para obras. Aunque para el nuevo año que se viene el gobierno provincial decidió meter la tarifa de luz en el microondas.
Consultado al respecto, el ministro de Planificación Julio De Vido criticó a los gobernadores de Córdoba, José Manuel de la Sota, y de Santa Fe, Antonio Bonfatti, por “anticiparse” y autorizar aumentos para el servicio de energía eléctrica desde el arranque de 2015.
“Los que apostaron a que los usuarios banquen a las empresas y sus servicios, allá ellos”, dijo el funcionario molesto por la decisión de ambas provincias.
Suba de impuestos
El Presupuesto provincial 2015 que sancionó la Legislatura contempla aumentos impositivos. El impuesto Inmobiliario Urbano y Rural se incrementará en un 30 por ciento. Tasas retributivas de servicios, solicitud de antecedentes de notas u oficios, certificados de avalúo, tasas retributivas para planos y mensuras, trámites en el Registro Civil y para el registro de marcas y señales los incrementos oscilan entre un 200 y un 500 por ciento. Con respecto a la patente sobre vehículos, se estableció una suba del ciento por ciento del valor del módulo tributario para la solicitud del “libre deuda”. También se reduce la deducción del crédito fiscal por el pago del Derecho de Registro e Inspección, del 9 al 8 por ciento.
