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El discurso se transmitió por cadena nacional.

La presidenta Cristina Fernández sostuvo que está «averiada», «pero jamás hundida» y pidió en el marco de intrigas internacionales por el caso del fiscal de la causa Amia: «No traigamos el drama y la tragedia de otras regiones remotas donde se matan, donde se torturan».

«Vayamos a las próximas elecciones en paz», dijo la mandataria, al reaparecer en un acto público en la Casa Rosada tras la fractura del tobillo y la muerte del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, «No permitamos por favor que nos traigan conflictos de afuera que no son nuestros a la República Argentina. Se los pido por favor como presidenta, como militante y como ciudadana: peleémonos porque vos sos peronista, yo soy radical, aquel es conservador, el otro es revolucionario… Peleémonos por las cosas que son nuestras, por nuestros problemas. Pero, por favor, no permitamos que nos traigan acá conflictos que están causando desolación, muerte y agobio de otros pueblos, porque no tenemos esas contradicciones», sostuvo.

En un mensaje transmitido por cadena nacional, la mandataria se refirió al conflicto con Irán por el atentado a la AMIA, luego de que fuera denunciada por el fiscal Nisman por presunto encubrimiento a ex funcionarios de ese país, y volvió a pedir tomar distancia de «el drama de otras regiones en las que «se tiran bombas y misiles y se amenazan con el exterminio de unos y otros. No tiene que ver con nuestra historia y nuestra realidad», apuntó.

Desde el Salón de las Mujeres Argentinas y acompañada por 17 gobernadores,  subrayó que «es importante convocar a todos los argentinos» porque se vive en «un mundo muy difícil que se va a tornar cada vez más complejo» y remarcó: «Toda esa mugre que hay afuera que por favor nadie la traiga adentro. Defendamos a la Argentina mas que al Gobierno».

«Estoy en pleno ejercicio de mis funciones: un poco averiada, como la batalla naval, pero jamás hundida», comenzó su discurso, en el acto por el cual realizó varios anuncios en materia económica e hizo un repaso de programas sociales y de  infraestructura de los últimos años.

La mandataria hizo una fuerte defensa de su gobierno y cuestionó a sectores del Poder Judicial por criticar sus mensajes en torno al caso: «Nadie desde otro Poder puede decirle a la Presidenta que se calle. Cuando los jueces y fiscales hablan también forman opinión», apuntó.

«Ésta Presidenta va a estar al frente del barco como siempre lo ha hecho, pese a que algunos lo quieran hundir», subrayó sobre el cierre del acto, que se extendió por una hora, antes de partir a China para una misión comercial, lo que dejará al vicepresidente Amado Boudou al frente del Poder Ejecutivo.

Tuits ofensivos

La presidenta también se refirió, aunque sin nombrarlo, al ex colaborador del fiscal Alberto Nisman, Diego Lagomarsino, a  raíz de un tuit ofensivo que le había dedicado en 2013.

«Voy a recordar un tuit que alguien me dedicó el 8 de septiembre de 2013, cuando dábamos media sanción a las leyes de democratización de la Justicia», comenzó la mandataria, en alusión a un duro mensaje del experto en informática.

Y continuó: «No me decía ´Cristina´, como me dicen los que me aprecian, me quieren o lo que apenas me tienen respeto. Me nombraba por mi nombre distorsionado y deformado».

«Me decía: «Por los acontecimientos del día de la fecha te podés ir…» y me mandaba a un lugar, que es el lugar donde  nacemos todos los seres humanos, de mi mamá y además agregaba,  en forma inmediata, «sos una hija…» de una señora que se gana la vida de mala manera, con otras palabras», manifestó la  presidenta.

Cristina explicó que ese “alguien» que le había dedicado el tuit «era y es un empleado que está en el Poder Judicial, o cuyo sueldo era pagado, bien  pagado, por el Poder Judicial».

«Jamás se me hubiera ocurrido decirle cállese la boca, o no hable o demandarlo por semejante insulto. Y curiosamente ese  tuit era con motivo de las leyes de democratización de la  Justicia. En la Argentina todo tiene que ver con todo», agregó.

«Si estamos muchas veces con estos niveles de agresión hacia mi persona, que estoy dispuesta a seguir aceptándolos, les aseguro que no me voy a mover un milímetro de lo que pienso y tampoco me van a lograr amargar», dijo y añadió: «Los insultos de los mediocres nunca me importaron, ni me importarán, jamás. Quiero que lo tengan muy en cuenta, muy en claro».

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