La Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (Ammar), Sindicato de Trabajadoras Sexuales, junto al Movimiento Evita reclamarán, este lunes a las 16 frente a la Casa de Gobierno en Rosario,una Ley que regule el Trabajo Sexual Autónomo.
Luego que la policía de la provincia allanara las cooperativas de trabajo sexual ubicadas en la esquina de Santa Fe y Castellano y se detuvo a las trabajadoras en forma indebida, porque las chicas eran mayores que eligen ganarse la vida con el trabajo sexual, las trabajadoras resolvieron manifestarse frente a la sede de gobierno para reclamar una ley que regule su trabajo.
Desde prensa de Ammar sostuvieron que “el Estado provincial intenta generar sensación de seguridad cortando por lo más fino, no sólo generando un momento desagradable para las compañeras que fueron violentadas durante el procedimiento sino que además detuvieron a una de ellas bajo la caratula de ‘facilitación de la prostitución'».
Agregan en el parte de prensa: “No queremos que nos bañen en su discurso moralista sobre que está bien y que no. Queremos la libertad de nuestra compañera que fue detenida por estar trabajando.
Queremos un debate serio sobre el trabajo sexual autónomo porque las compañeras no pueden seguir al margen del sistema. Queremos un Estado comprometido que de derechos como todo trabajador y trabajadora merece”.
Además, desde Ammar informaron que “en varios medios se informaba de la ‘liberación’ de nuestras compañeras” cuando las “mujeres ‘liberadas’ y ‘rescatadas’ son todas mayores de edad y eligen el trabajo sexual como forma de ganarse la vida”.
La parte sostiene que las trabajadoras sexuales son las brujas de la actualidad, mientras que en el medioevo se perseguían hasta darle caza y matarlas.
Las brujas “eran mujeres con conocimiento transmitido de madres a hijas. Eran grandes conocedoras sobre sexualidad, amor y reproducción entre muchas otras cosas. Esto despertaba pánico a los hombres de la época quienes dominaban el mundo sin darle a la mujer otro lugar que el de acompañante sumisa. Estas mujeres, libres e inteligentes, desafiaban la hegemonía masculina y solo por eso eran marcadas como brujas y asesinadas de forma violenta y sangrienta. En la actualidad la persecución ya no termina en asesinato pero la estigmatización y exclusión continúa. Las mujeres que desean decidir sobre sus cuerpos no pueden hacerlo porque es el Estado quien ahora las marca y reprime”, explica el texto.
“Somos las brujas que te hacen cuestionar tus preceptos, somos las brujas que todos los días decidimos ejercer el trabajo sexual, somos las brujas que no podemos aportar para jubilarnos pero somos quienes mantenemos nuestro hogar, las brujas que no podemos declarar ingresos pero que con nuestro trabajo alimentamos a nuestros hijos e hijas. Para estas brujas ya no necesitan hogueras porque nos matan de a poco dejándonos fuera del sistema formal y nos persiguen en camionetas pagadas con los impuestos que estas brujas también tienen que pagar”.
Y culmina afirmando que las brujas reunidas exigen la “liberación de nuestra compañera y la regulación de nuestra profesión porque estamos cansadas que preceptos morales ajenos impongan como nosotras tenemos que vivir”.
El documento finaliza con la frase: “Por una Ley que regule el Trabajo Sexual Autónomo, basta de criminalizarnos no somos víctimas de Trata somos Trabajadoras Precarizadas”.
