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El mismo día que Mauricio Macri anuncia que si es presidente liberará la venta de dólares, el titular de Shell Argentina, Juan José Aranguren, acusado por corridas cambiarias, deja la firma para sumarse al PRO.

El mismo día que el precandidato presidencial del PRO, Mauricio Macri, anunció que si resulta electo a partir de diciembre levantará las restricciones a la compra de dólares, el presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren –que tiene una causa por intentar inflar artificialmente el precio de la divisa estadounidense para motivar una devaluación-, dejó su cargo en la compañía petrolera para incorporarse, en unos meses, a las filas del PRO.

El vínculo entre ambos anuncios es la explicitación del programa de gobierno de Propuesta Republicana, la fuerza (anti)política más conocida como PRO: devaluación y dólar alto. Un combo que atenta contra quienes perciben ingresos fijos –trabajadores, jubilados, pensionados- y amplía los márgenes de ganancias de exportadores, tanto del agro como de la industria.

Aunque no explicó cómo –ni se lo preguntaron-, Macri anunció esta mañana que en caso de ser elegido presidente “a partir de diciembre no hay más cepo” al dólar. En rigor, el cepo no existe, sí algunas restricciones a su adquisición.

El jefe de Gobierno porteño afirmó que “van a sobrar dólares en la Argentina a partir de diciembre”, aunque no explicó si será por un fenómeno meteorológico que los haga llover o, más probable, porque busque retomar el ciclo de endeudamiento externo del país en dólares.

Tanta será la oferta de dólares si Macri llega a la Casa Rosada que, dijo en declaraciones a La Red, “lo vamos a tener que sostener porque van a venir tantos recursos que la moneda va a tender a apreciarse”. Extraño, generalmente se aprecia cuando escasea, como indican las leyes de oferta y demanda del mercado. Si hay poco aumenta el precio, si abunda se desinfla.

Entonces, siguió, “vamos a buscar un punto de equilibrio que no perjudique al asalariado”.

En forma coincidente con esas declaraciones, el diario La Nación publicó una nota titulada “Aranguren se retira de Shell y se incorporaría al macrismo”.

Aranguren es Juan José, presidente en Argentina de la petrolera anglo-holandesa Shell. El hombre de negocios dejará su cargo ejecutivo en la compañía para ligarse a la política partidaria.

Según el diario fundado por Bartolomé Mitre, Aranguren recalaría en el PRO, atento a que hace poco manifestó públicamente su intención de votar al líder de ese partido, Mauricio Macri.

Si bien en las últimas presidenciales Aranguren sufragó por Carrió, siempre según La Nación, eso no será un escollo en esta oportunidad atento a que la chaqueña radicada en Capital Federal competirá en las primarias del mismo espacio, al igual que el radical Ernesto Sanz.

El matutino porteño señala que el ahora expresidente de Shell prefiere un cargo ejecutivo a uno legislativo, y que está cursando en la Universidad de Buenos Aires una especialización en energía, el rubro que lógicamente más lo atrae.

Aranguren es un hombre desconocido para el gran público. Sin embargo, en 2014 tuvo sus cinco minutos de fama cuando la Procuraduría contra la Criminalidad Económica y el Lavado de Activos (Procelac) decidió investigarlo junto a los responsables de siete bancos por un intento de corrida del dólar, con el fin de desestabilizar el mercado cambiario y promover una forzada devaluación, que el Gobierno se negaba a otorgarle a los exportadores.

De acuerdo a la información oficial que se brindó en aquél momento, la petrolera que presidía Aranguren compró varios millones a una cotización de $8,70 por dólar, cuando el valor de mercado arañaba los 8 pesos. ¿Por qué comprar más caro lo que podía conseguir más barato?

Esa presunta se hicieron los fiscales de la Procelac cuando el Banco Central de la República Argentina les envió la información de las operaciones cambiaras

“Resultan llamativas las operaciones realizadas en el mercado minorista por la empresa Shell Compañía Argentina de Petróleo SA por volúmenes y precio de cotización exorbitantes, siendo que estas operaciones habrían impactado en el mercado minorista, trasladando hacia este segmento el precio de cotización de la divisa”, decía la denuncia de la Procelac.

Finalmente, Aranguren deja ahora Shell y se alista para incorporarse al frente conducido por Macri, quien le liberará el cepo, le aumentará el dólar y le suministrará la deseada devaluación del peso argentino, para que el ejecutivo no tenga que andar perdiendo plata en corridas.

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