La UCR parece alejarse cada vez de la impronta de su histórico líder, Leandro Alem.
La UCR parece alejarse cada vez de la impronta de su histórico líder, Leandro Alem.

La decisión de la Convención nacional de la UCR de trabar un acuerdo electoral para los comicios presidenciales con el PRO produjo en Santa Fe las lógicas contradicciones al interior del radicalismo, que alquiló su estructura federal a la derecha en el escenario nacional y mantiene su acuerdo socialdemócrata en el ámbito provincial. Quien mayor incomodidad atraviesa en esta coyuntura es el precandidato a gobernador del Frente Progresista, Mario Barletta, que apoyó la alianza con Mauricio Macri y se enfrenta en su territorio con Miguel Del Sel, el elegido de Unión PRO Federal para la Gobernación.

Las repercusiones fueron, como suele ocurrir en un radicalismo que goza de sus furiosas internas, pasionales. “Si (Ernesto) Sanz viene a la provincia, será Del Sel quien vaya a buscarlo al aeropuerto, nosotros no”, lanzó el vicegobernador, el radical Jorge Henn, en relación al presidente de su propio partido.

“Se daría una situación graciosa, si no fuera absurda, de tener que ir con (Carlos) Reutemann y Del Sel, precisamente nuestras antípodas”, agregó durante una conferencia de prensa en el bar El Cairo, al día siguiente de que la Convención de la UCR decidiera por 188 votos contra 114 ligarse con el PRO.

De los 21 convencionales santafesinos que participaron del encuentro en Gauleguaychú, Entre Ríos, 15 votaron en contra del acuerdo con Mauricio Macri. Lo que hace presumir que la mayoría de los radicales de esta provincia apuestan más al Frente Progresista que a una coalición de centroderecha, al menos hasta junio, cuando se realicen las elecciones generales por la Gobernación.

Los seis convencionales que sí apoyaron la alianza UCR-PRO estuvieron comandados por el principal operador político de Barletta, el diputado provincial Darío Boscarol. El dirigente explica la oscilación ideológica de los acuerdos locales y nacionales afirmando que son dos escenarios distintos, y que una elección no tiene que ver con la otra.

Barletta, el principal afectado por la aparente contradicción, emitió un comunicado luego de la Convención en el que lamentó la división interna. “Se debería haber hecho un esfuerzo más para arribar a un consenso que nos permita salir fortalecidos frente al desafío que los tiempos nos imponen”, sostuvo.

Y agregó que “sólo un radicalismo unido puede constituirse en la columna vertebral de una opción que derrote al kirchnerismo”. No aclaró si esa unidad debe sellar acuerdos por izquierda o por derecha para conseguir su fin último, la derrota del kirchnerismo. Aunque su opción es conocida a través de Boscarol.

De todos modos, el comunicado de Barletta no ahonda en la estrategia electoral nacional, aquella que evidencia su contradicción. Sólo se remite a reafirmar su pertenencia, en el ámbito local, al Frente Progresista, que la UCR integra desde hace dos décadas. “Hoy en la provincia de Santa Fe, estamos trabajando para fortalecer el Frente Progresista Cívico y Social y continuar gobernando a partir del 10 diciembre de 2015”, dice.

Pero cinco días antes de la Convención, el propio Barletta brindó una caracterización de Macri que hace más difícil comprender su apoyo a una alianza con el jefe de Gobierno porteño.

“Usar fondos públicos para cooptar voluntades es lo mismo que hacen Massa y Macri; acá lo replican (el gobernador Antonio) Bonfatti y (el ministro de Gobierno santafesino, Rubén) Galassi”, disparó el ex intendente de Santa Fe.

Sus críticas iban dirigidas, principalmente, a sus contendientes locales: Bonfatti y Galassi, a quienes acusó de “entregar cheques en campaña electoral” a comunas y entidades, con el fin de captar su adhesión. Es esperable que a partir de ahora, al trazar analogías que ejemplifiquen esas acciones que repudia, sólo mencione al líder del Frente Renovador.

Provincia insular

La reacción del socialismo, cuyo precandidato a gobernador, Miguel Lifschitz, lleva como vice a un radical e integró a hombres y mujeres de ese partido en el resto de las listas, fue la de alambrar la provincia, con el fin de evitar que la ola amarilla contagie a la bota.

“Santa Fe es una isla dentro del país político y lo vamos a seguir defendiendo”, sostuvo el gobernador Bonfatti en declaraciones al diario La Capital.

El mandatario, que a la vez es primer candidato a diputado provincial por el sector de Lifschitz, afirmó que la alianza nacional entre la UCR y el PRO “no tendrá incidencia” en la provincia de Santa Fe.

Bonfatti aprovechó la volada y criticó al cómico macrista. Dijo que Del Sel representa “lo viejo” de la política y que se trata de “alguien que vino a incursionar a la política renegando de la política”.

Por su parte, el senador nacional del Partido Socialista, y precandidato a diputado provincial por la lista que lleva a Barletta como gobernador, Rubén Giustiniani, afirmó que no comparte la política de alianzas que realizó la UCR.
Para evitar la incomodidad de explicar cómo participa de un acuerdo local de centroizquierda con Barletta, que apoya la coalición de la UCR con Macri a nivel nacional, Giustiniani señaló que ese pacto electoral “tiene un efecto nulo respecto al armado provincial”.

Desde el llano

El diputado del Frente Amplio Unen (FAU), Hermes Binner, fue otro de los socialistas que cuestionó la decisión de la UCR de acordar electoralmente con el PRO. “De la derecha no se pueden esperar soluciones a los problemas del país”, apuntó el ex gobernador.

El presidente del Partido Socialista (PS) dijo que es necesaria “una fuerza realmente progresista” y tras citar el ejemplo santafesino volvió a dar su apoyo a la candidatura presidencial de Margarita Stolbizer (GEN).

En relación a la decisión de la Convención radical de sellar un acuerdo electoral con el PRO con miras a las Paso de agosto, Binner dijo que “lo preocupa” aunque aclaró que “es respetable” la decisión de los boinas blanca.

“Nos preocupa porque habíamos logrado un entendimiento alrededor de la constitución del Frente Amplio Unen que nos contenía a pesar de las diferencias entre cada uno de los partidos, pero el radicalismo no lo entendió así y decidió avanzar hacia otro espacio”, sostuvo al visitar Villa Constitución para brindar su apoyo a candidatos locales.

Si bien consideró que “es respetable lo que han hecho” los radicales, dijo: “No lo compartimos porque de la derecha no se pueden esperar soluciones a los problemas del país”.

“Necesitamos una fuerza realmente progresista como es el Frente Progresista en Santa Fe, que demuestra palmariamente en sus 20 años de existencia que se puede mejorar la calidad de vida, la producción y la infraestructura con políticas progresistas”, aseguró el ex candidato presidencial de FAU, que dejó su lugar a Stolbizer.

Bienvenidos al tren

Tal vez aprovechando la marea alta en la que navega la Unión Cívica Radical, cuyo ulular revolea dirigentes a diestra y siniestra, el concejal rosarino del PRO y precandidato a diputado provincial en la lista de Del Sel, Roy López Molina, auguró un masivo salto de ucerreístas a las aguas calmas del macrismo.

“Después que terminen las internas locales muchos radicales santafesinos van a tomar por sí solos el camino de apoyar un espacio más amplio del que les ofrece hoy el socialismo”, dijo el joven del PRO en declaraciones a LT8.

Para López Molina la adhesión de extrapartidarios a Macri no tiene frenos. Así lo explicó: “Algo está pasando si el senador Carlos Reutemann ya hizo público su apoyo a la candidatura de Mauricio Macri, o los recientes pronunciamientos de la Unión Cívica Radical o la diputada Elisa Carrió, para participar en las Paso dentro de un mismo espacio”.

El candidato a diputado provincial considera que “sin dudas se está generando una opción republicana, pensando en una Argentina con planes para los próximos veinte años”, y los radicales santafesinos no se la querrán perder.

Más allá de los deseos o las proyecciones, lo constatable es que, hasta ahora, la mayoría de los radicales de Santa Fe no sacó los pies del plato, con perdón de la metáfora justicialista. Y, al menos hasta que concluya el calendario electoral provincial, en junio, parece que esa será la conducta más radical.

Fuente: El Eslabón.

Más notas relacionadas
Más por Luciano Couso
  • Que no nos agarre la noche

    Yo no sé, no. Estábamos reunidos junto al sendero de bicis, pegado al arco de cilindro que
  • Una sangrienta puesta en escena

    La presunta “guerra contra el narcotráfico” promueve lo que dice combatir. Es una excusa p
  • Salir de la pesadilla Milei

    Ni soluciones mágicas ni desesperanza. Así se presenta el escenario que indefectiblemente
Más en Columnistas

Dejá un comentario

Sugerencia

Rosario Central perdió con Barracas en el Gigante de Arroyito

El Canaya cayó 2 a 1 contra el Guapo por la fecha 12 de la zona A de la Copa de la Liga Pr