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“¡Mañana no hay clases!”, exclamaron sonrientes este jueves los pibes que asisten a las escuelas públicas santafesinas. Menos sonrientes se mostraron los padres, que tuvieron que armar urgente un plan B para la última jornada de la semana.

El hecho de que no haya clases no significa que los docentes no trabajen. La desobligación de los alumnos obedece a una convocatoria del Ministerio de Educación a una jornada institucional, de debate sobre la actividad educativa, que el gremio docente reivindica como una necesidad.

La cuestión es que habitualmente este tipo de actividades, que implican el no dictado de las clases habituales y la no concurrencia de los alumnos, suelen informarse con unos días de anticipación a las familias de los pibes, que así tienen algo más de tiempo para disponer cómo reorganizarán sus vidas de los dias de semana, signadas -casi regidas- por las rutinas escolares.

“Las notificaciones llegaron recién hoy a las escuelas, por eso se avisó hoy a los padres, nos llama la atención”, dijo este jueves un dirigente de Amsafé consultado por este diario digital.

“El lunes no hubo clases por las elecciones, ayer salieron antes y mañana otra vez no hay clases y nos avisan recién ahora. ¡Linda semanita nos hacen pasar estos!”, despotricó una mamá frente a una escuela del macrocentro, al recordar que este último miércoles hubo una de las llamadas “plenarias”, que implican que los alumnos sólo asistan a clases la mitad del tiempo que habitualmente.

“Está todo al revés, cuando los docentes hacen paro por lo menos te avisan con tiempo, pero el Ministerio de Educación, que se enoja cuando le hacen huelga, te cambia todo de un día para el otro”, fue otra de las reflexiones que se escuchó en el soleado mediodía.

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