El entrenador que hizo posible el sueño del ascenso de Coronel Aguirre y el delantero que supo integrar las filas de Newell’s, no sólo comparten el sobrenombre, sino también la ilusión de pelear por uno de los pasajes hacia el Federal A para el popular club de Villa Gobernador Gálvez.
El 31 de mayo volverá a rodar la pelota en Villa Gobernador Gálvez después de todo un semestre, y con ello el plantel de Coronel Aguirre, acompañado por toda una localidad, dará riendas sueltas a sus esperanzas por quedarse con una plaza de las que otorgará el larguísimo torneo Federal B, del que el Rojiverde integra la Zona 4 junto a diez equipos más.
Antes de que el plantel arranque el entrenamiento y continúe con la exigente pretemporada, el eslabón llegó hasta el predio deportivo conocido como Gomara y charló con el Beto Alberto Valiente y el experimentado delantero Leandro Beto Armani.
“Estamos bien. Tengo un plantel bastante numeroso de aproximadamente 40 jugadores. Con posibilidad de que se puedan agregar algunos más, porque la idea es tener un plantel amplio ya que tenemos varias competencias”, arranca el DT, que suma también dentro de los compromisos a la Copa Argentina. En referencia a la pretemporada –que atraviesa su cuarta semana-, admite que “es dura, como todas”, y se muestra “conforme” con los nombres que se sumaron porque “tenemos el grupo que queríamos” para poder “tener un plantel competitivo, con jugadores de jerarquía”.
Y precisamente, es quien está a su lado la cara nueva que le da el salto de calidad a los Pibes Bravos. Armani, que defendió los colores rojinegros en 2008, acumula una enorme trayectoria en el fútbol del ascenso. El atacante reconoce sus deseos de “venir a este club a hacer historia” y –conocedor de estas categorías- arriesga señalando que “el objetivo que todos tenemos en mente es pelear arriba, por el ascenso”.
“Venía de una inactividad de meses y pensé que me iba a costar un poco más. Me adapté rápido a lo que es el club, el grupo, el cuerpo técnico. Me hicieron sentir muy cómodo y estoy muy contento. Superé las expectativas”, celebra el futbolista, que se propone como objetivos “colaborar, aportar mi granito de arena y meter goles, que fue lo que siempre me caracterizó”.
Me verás volver
La ausencia de Coronel Aguirre en el pasado Torneo de Transición aumenta la ansiedad, de los muchachos y del cuerpo técnico, de saltar a la cancha. Y también la de los hinchas de jugar su partido detrás del tejido. “Las expectativas siempre están cada vez que arranca el campeonato, la gente se ilusiona”, asegura Valiente, que comprende el paladar de la populosa parcialidad Rojiverde, con quien festejó el ascenso en 2013.
En este sentido, el ex goleador de Central Córdoba y Tiro Federal reconoce que existe “ansiedad” de saltar al campo de juego. “Estamos esperando que se pasen los días para calmar la ansiedad del arranque el torneo”, confiesa.
Como el campeonato del semestre pasado fue de Transición y no había pérdida de la plaza en la categoría, el presidente Diego Lavezzi decidió poner mayor énfasis en la construcción de las tribunas del estadio y parar la pelota. Asimismo, desde el cuerpo técnico anticipan que “difícilmente” esté en condiciones la cancha para el arranque del torneo, por lo que Arroyo Seco, el Fortín de Ludueña o el Gabino Sosa son los posibles escenarios donde el conjunto de Gálvez hará las veces de local.
Se tiran flores
Antes de esta experiencia en Aguirre, el fútbol ya cruzó a los Beto Valiente y Armani. Ambos integraron el plantel del Charrúa y desde aquel entonces mantienen “sin ser amigos, una muy buena relación”, según coinciden.
El arribo del 9 “es muy importante, tanto para la institución como para el grupo, porque somos un cuerpo técnico joven y siempre aspiramos a más, y la presencia de Beto es importantísima porque sabemos lo que representa”, elogia Valiente y continúa: “Marcó un nombre en el fútbol argentino por su trayectoria, por lo que es como persona”.
“Antes de empezar con todo esto nos juntamos, nos pusimos de acuerdo y hubo mucha predisposición de él, y el club también hizo un esfuerzo bárbaro. Sé que va a aportar mucho, sobre todo por la humildad que tiene. Eso al club lo jerarquiza, y sobre todo a nuestro plantel”, agrega.
Por su parte, Armani tampoco se guarda ponderaciones a la hora de hablar de su técnico: “Fue el primero que me llamó”, recuerda; y agradece: “Me habían sondeado muchos clubes, pero me contó el proyecto, la idea y lo que era el club. Se hizo mucho esfuerzo para que yo esté, las ganas del cuerpo técnico, el grupo también ayudó, porque con la mayoría somos amigos”. Sobre este último concepto, reflexiona: “La unión que hay es importante. Seguramente la gente acompañará porque Aguirre tiene mucha convocatoria. Vamos entendiendo la idea que quiere Beto. Veo un cuerpo técnico con muchas ganas de trabajar, de progresar, de abrirse puertas para seguir creciendo. De nuestro lado apoyamos la idea que tiene él, adentro y fuera de la cancha”.
De nuevo estoy de vuelta
Uno de los momentos más brillantes en la historia de Coronel Aguirre tuvo como protagonista a Alberto Valiente. El Beto estaba sentado en el banco cuando en 2013 el equipo de Villa Gobernador Gálvez alcanzaba la gloria máxima en tierras entrerrianas ante Viele, logrando el tan esperado ascenso al Federal B, en el que hoy militan equipos desde Tierra del Fuego a la Quiaca.
“Uno siempre busca crecer”, afirma el Beto Valiente. Y sobre su anterior etapa, rememora: “Dimos un paso muy importante porque muchos técnicos han pasado por acá buscando ese objetivo y me tocó a mí, lo aproveché, logramos lo que buscábamos y obvio que uno siempre tiene las ganas y la ilusión de seguir escalando”.
Sobre su polémica salida en aquel momento, el DT no guarda rencores, y cuenta que en aquella oportunidad tras subir de categoría “decidieron optar por otra persona, no me quedó otra que aceptar y buscar otro camino”.
El ex jugador de Central Córdoba y Crucero del Norte, quien comandó más tarde los hilos de Sport de Cañada de Gómez, explica que para producirse su retorno “se pusieron las cosas en claro y así volvimos al club”.
“Hay cosas que pasan en el fútbol que no las entendés. Los dirigentes quisieron que vuelva y acá estamos trabajando”, concluye la cabeza del cuerpo técnico Rojiverde compuesto por Flavio Faure (ayudante de campo), Mirko Socolich (preparador físico) y Lucas Santillán (asistente técnico).
Goleador en ascenso
La historia de Leandro Armani se torna un tanto compleja de explicar. Su trayectoria se vio mayormente en equipos del ascenso, siendo Tiro Federal el de mayor identificación por los 6 años que defendió la camiseta del Tigre de Ludueña. Tras su debut en Tablada y un efímero paso por el fútbol colombiano, el Beto retornó a la ciudad donde en 2008 pegó el gran salto. “Llegué con la dirigencia de Eduardo López. Me tocó estar 6 meses alternando sin jugar. Después vino Lorente y agarró Sensini la conducción técnica y ahí tuve mucha más continuidad, me pude soltar y convertir varios goles”, comienza contando el atacante sobre su breve experiencia en Newell’s, donde hasta se dio el gusto de gritar un gol en la mítica Bombonera.
Su paso por el Parque significó un antes y un después ya que luego no volvió a pisar la primera división. “Marcó mucho mi ida de Newell’s”, considera el futbolista proveniente de Aprendices Casildenses, rival al que deberá enfrentar en la zona 4 del Federal B. “Por esas cosas que tiene el fútbol y que no involucran al jugador sino a los negocios que manejan los presidentes y representantes, me tuve que ir”, lamenta Armani y añade: “La idea era quedarme pero no se llegó a un acuerdo y tuve que volver a Tiro. Era mi oportunidad de seguir en Newell’s, pero por cuestiones ajenas no se pudo dar. En esta profesión a uno lo miran como un objeto y no como a una persona”.
De todas maneras, si bien reconoce que “uno se bajonea en esos momento”, su regreso al conjunto de Ludueña en 2009 tuvo un saldo positivo porque “ese año en el Nacional B me tocó andar bien”. Por tal motivo, reflexiona que “cuando van pasando los años, uno se va dando cuenta de lo que es este ambiente y muchas veces uno prioriza la felicidad, la tranquilidad, estar cerca de la familia”. Por eso es que el Beto expresa: “No me arrepiento de nada. Me quedo con el compañerismo que obtengo en todos los lugares a donde voy. Eso no se paga con nada”.
Nota publicada en la edición 194 del periódico el eslabón
