La unidad en debate

Una reciente publicación en un medio del sector, dando cuenta de la próxima creación de una nueva confederación, reaviva el debate en torno a la unidad de los trabajadores autogestionados.

Según publicó el portal Prensa Cooperativa, la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (Fecootra) tiene avanzados los trámites para conformar una nueva entidad de tercer grado del cooperativismo de trabajo, que se sumaría a la ya existente Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT).

Lo llamativo es que hasta hace muy poco Fecootra era una de las más activas federaciones de la CNCT, que se conformó en mayo de 2009, con el aval del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), como espacio de convergencia entre trabajadores autogestionados provenientes tanto de la recuperación de empresas en crisis como de los programas sociales nacionales de inserción laboral a través del cooperativismo de trabajo.

Desde su creación, la CNCT exhibe un crecimiento importante y una maduración organizativa traducida de distintos modos, incluido el de una importante capacidad de movilización a favor de los intereses de sus representados y de un modelo nacional al que respalda claramente. Respaldo que no impide a la CNCT reivindicar su autonomía en su devenir político, que tiene entre sus expresiones más reciente un masivo acto conjunto con la CTA liderada por Hugo Yasky en el Luna Park, en conmemoración del Día del Trabajador, enarbolando las banderas de la unidad de los autogestionados con el resto de los trabajadores. Esta unidad con los sectores sindicales consolidados al calor de las leyes y convenios que los amparan resulta clave para fortalecer el reclamo de la autogestión en cuanto a las condiciones laborales y el acceso a los servicios sociales y jubilatorios.

En cuanto a quiénes plantean la conformación de una nueva confederación, difícilmente se los pueda ubicar en una vereda opositora al gobierno nacional. Los principales referentes de Fecootra también reivindican las políticas del gobierno nacional. Uno de ellos, incluso, integra el directorio del Inaes, presidido por Patricio Griffin.

Cuesta entonces entender por dónde pasan las diferencias que llevan a la posible escisión. Hasta ahora Fecootra no las ha explicitado, ni ha ratificado públicamente su voluntad de cortarse por su lado, aunque al mismo tiempo confirma lo publicado por Prensa Cooperativa con una consigna que puede leerse en su sitio web: “Construyendo el camino para conformar la Unión de Federaciones de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina”, se anuncia allí.

Un dato a tener en cuenta es que al mismo tiempo que se registra esta posible nueva fractura entre las cooperativas de trabajo ya federadas y confederadas, puede verificarse que todavía son muchas las expresiones de la autogestión que se sostienen en todo el país -y en varios casos logrando un gran desarrollo- con escasos o nulos vínculos orgánicos con sus pares, característica que suele debilitar sus propias posibilidades y las del conjunto de los laburantes jugados en el mismo camino.

Convocar a esas cooperativas y empresas autogestionadas que aún no se integraron a entidades nacionales, ofrecer respaldo a las nuevas experiencias que surgen -que no son pocas, tanto por crisis en empresas preexistentes como por iniciativas de grupos de trabajadores y profesionales de distintos rubros- se cuentan entre los anhelos declarados tanto de la CNCT como de Fecootra. La nueva disidencia que asoma no parece ser una buena señal en ese sentido.