La Lepra empató 1 a 1 ante Banfield por la 14ª fecha y sigue dejando puntos en el camino. Maxi Rodríguez –expulsado sobre el final insólitamente- abrió la cuenta en el Coloso, mientras que Mauricio Cuero igualó para la visita.
Américo Gallego sigue en la cuerda floja. No le encuentra la vuelta al funcionamiento del equipo y en esta ocasión ni siquiera pudo ganar en el Marcelo Bielsa, escenario donde sacó la mayor cantidad de sus puntos. Arriesgó una formación con más delanteros, pero se defendió durante la mayor parte del segundo tiempo.
Lo mejor de la Lepra se vio en los primeros minutos. Porque tenía el control de la pelota y a los 24’ encontró el gol con Fiera Rodríguez, quien recibió una gran asistencia de Nicolás Castro, el punto más alto del dueño de casa.
De todas maneras, la gran figura de la noche estuvo enfrente. Cuero exhibió un gran nivel durante todo el encuentro y significó el principal problema para una defensa rojinegro que mostró muchas falencias.
A los 31’ el colombiano finalizó en gol un gran contraataque del conjunto dirigido por Matías Almeyda. Esa réplica expuso a la última línea, que tiró el achique y lo terminó pagando caro, sacando del medio.
En el complemento, las mejores posibilidades se observaron en el arco defendido por Luciano Pocrnjic. Además, los del Pelado manejaron a su gusto el trámite del cotejo.
Juan Cazares en el inicio dejó mano a mano a Cuero quien definió apenas por encima del travesaño. Luego, Nicolás Bertolo pateó exigido muy cerca del palo. Por el otro lado, la respuesta del local llegó recién promediando la segunda parte con un remate lejano de Castro.
Más tarde, el joven delantero iba a seguir haciendo de las suyas por el sector derecho: Un rato antes de la media hora de la última etapa desbordó a Víctor López, y un mal disparo de Lucas Viatri habilitó a Cazares, que no pudo vencer a al arquero que reemplazó al lesionado Ustari.
Newell’s se despertó sobre el final y hasta lo pudo ganar. Volvió a llevar peligro en los pies del ex Godoy Cruz y Atlético Rafaela, pero en esta ocasión fue el Beto Bologna el que impidió el grito sagrado.
Ese entusiasmo del último tramo se terminó con la insólita expulsión de la Fiera a los 42’ por doble amarilla. El atacante había sido amonestado por Germán Delfino antes del pitido inicial, ya que Hernán Bernardello ingresó con un bebé, cuestión que el reglamento castiga con una tarjeta para el capitán.
La última chance fue para el equipo del sur bonaerense: una genialidad del colombiano hizo caer a su marcador para sacarlo del camino, y con un taco, Bertolo vio de cerca el triunfo del Taladro.
Con un sólo partido por delante antes del receso (el próximo domingo frente a Boca en la Bombonera), la continuidad del entrenador es una incógnita. Y estos rendimientos, que cada vez lo alejan más de los primeros puestos, alejan a Gallego de la conducción del equipo después de la Copa América.
