Luego del cero en tiempo reglamentario y en el alargue, los penales definieron la final de la Copa América: Chile estuvo más fino en la ejecución y se terminó quedando con el certamen por primera vez en su historia. Argentina estira su racha negativa sin conseguir títulos.
Otra vez llegó a una instancia decisiva y nuevamente terminó sin final feliz. Ahora bajo la conducción de Gerardo Martino, la Selección se quedó en la puerta de un nuevo campeonato, que no consigue desde 1993.
El partido en sus 90’ reglamentarios dejó poco y nada. Ninguno de los dos equipos pudo llevar a cabo la idea futbolística que les permitió llegar a esta instancia. No funcionó ni la sociedad Messi-Pastore, ni el poder ofensivo que proporcionan Sánchez y Vargas.
Las mejores ocasiones se observaron en la primera mitad. El dueño de casa avisó con un débil disparo del Rey Arturo que desvió Sergio Romero. Hasta ese momento, la pelota era controlada por los hombres de rojo.
La réplica estuvo en una pelota parada: Sergio Agüero la peinó en el área chica, pero encontró bien parado a Claudio Bravo. Minutos después, Gerardo Martino perdía a Di María por lesión. Fideo parece haber pagado caro una larga corrida, y debió darle su lugar a Ezequiel Lavezzi.
Y antes del entretiempo fue el Pocho quien tuvo la mejor situación cuando recibió atrás de Javier Pastore, pero definió a las manos del arquero.
Las pocas emociones en los arcos que se registraron en el primer tiempo, desaparecieron en la etapa complementaria. Se debió esperar a los minutos finales para observar las jugadas claras. Chile tuvo el triunfo en una bolea de Alexis Sánchez que pasó apenas desviada del palo.
Cuando el partido moría, Argentina vio de cerca la victoria. Messi agarró la pelota en la mitad de la cancha, y tras un pase cruzado de Lavezzi, Gonzalo Higuaín (quien había reemplazado al Kun) no alcanzó a empujarla dentro del arco.
El alargue no fue muy distinto a lo que ocurrió en el tiempo reglamentario. Las condiciones físicas de ambos equipos conspiraron para que la prórroga cuente con alguna emoción.
Desde los doce pasos, la suerte y la eficacia favorecieron al local que convirtió en las cuatro ejecuciones, destacándose la última de Alexis Sánchez que la picó ante Chiquito. Por el lado argentino, fallaron Ever Banega y el Pipita.
La final no estuvo a la altura de lo que se esperaba. La Albiceleste buscó cortar la racha adversa de 22 años sin poder levantar una copa pero no pudo, con una generación que también padeció una final en el pasado Mundial de Brasil.
adhemar principiano
05/07/2015 en 21:10
los once mejores no hacen un equipo. el de hoy, es un equipo de la dialetica, todo ocurre el dia antes del juego.