Foto: La Señal.
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Artemio López es factótum de la Consultora eQuis, así, con Q mayúscula. Cree que en las últimas elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso), hubo resultados esperables, otros que ya dejan de sorprender y pasan a ser tendencia, pero en lo medular considera que la performance de Omar Perotti en Santa Fe fue decisiva para que Daniel Scioli haya llegado a obtener algo más del 38 por ciento de los votos. Cree que el Frente para la Victoria (FPV) puede ganar en octubre en primera vuelta, pero que todos deben hacer un considerable esfuerzo: «La inserción en el electorado independiente no se vio, hay que hacerla realidad», opinó el sociólogo. Además, perfiló a dos ex grandes electores, Carlos Reutemann y Hermes Binner. «El Lole es una figura en plena declinación, y no sólo por la edad, y el otro caso se explica admitiendo que el progresismo efectivo está circunscripto al interior del kirchnerismo».

«Santa Fe compensó la caída del FPV en otros distritos. Hacen falta 350 mil votos más para llegar al 40 por ciento, y un millón 350 mil para llegar al 45, que es el escenario más probable porque Mauricio Macri ya tiene un 30 por ciento. En términos de piso, fue un resultado esperable, pero el FPV tendrá que trabajar en distritos como Capital Federal, Córdoba, y un importante sector del conurbano donde se puede esperar una mejor performance», interpreta López.

—¿Te sorprendió la elección de Perotti?
—Santa Fe fue una novedad, pero el resultado no fue del todo inesperado porque por sus antecedentes inmediatos sabíamos que Perotti iba a funcionar bien. Por eso, en comparación, Santa Fe compensó la caída en otros distritos como Córdoba, donde el FPV estuvo por debajo de lo esperado.

—¿Y la oposición a nivel nacional?
—Macri ocupó un lugar en la provincia de Buenos Aires que tenía Sergio Massa en 2013, y la perspectiva es que mantenga los guarismos de las Paso.

—¿Lo de José Manuel De la Sota en Córdoba, cómo debe ponderarse?
—Hay un voto peronista cordobés claramente identificado con De la Sota, al cual el kirchnerismo nacional no logra interpelar exitosamente. Ese malentendido ya se produjo en 2003, cuando el kirchnerismo se presentó con Luis Juez como alternativa provincial. A partir de allí el FPV no pudo desenvolverse de una manera adecuada a las demandas de la ciudadanía cordobesa. Y da la sensación de que allí, como en otros aglomerados urbanos, Scioli no tiene la inserción en sectores medios o «independientes» que podía esperarse.

—¿Cómo leés el cuarto lugar en que quedó Binner?
—El peor acuerdo realizado en su historia por el radicalismo a nivel nacional no podía repercutir de otro modo en Binner, cuyo aliada histórica en Santa Fe es la UCR. Fijate que ni el socialismo, desde antes de las Paso, ni el radicalismo después, tienen candidatos en una fórmula presidencial. Y está en una crisis que va a tener incidencia en la futura gestión de gobernador de Miguel Lifschitz.

—¿En qué sentido?
—La falta de proyección nacional que ya se observa en el socialismo va a tener consecuencias o se va a notar, por ejemplo, en las elecciones de medio mandato. Recluirse en la provincia, para una estructura como es la del socialismo, y frente a dos actores fuertes como el FPV y el PRO, se le va a hacer muy difícil.

—Una crisis del progresismo socialdemócrata…
—Es que después de la irrupción del kirchnerismo los discursos tradicionales, republicanos, socialdemócratas, han quedado obturados en la Argentina.

—Néstor Kirchner decía: «A la izquierda nuestra, el abismo», ¿no?
—Exacto. En la Argentina parecería que ese espacio progresista no kirchnerista no tiene proyección nacional. Es como que todo el progresismo efectivo está circunscripto al interior del kirchnerismo.

—¿Cómo interpretás que el otro gran elector que tenía Santa Fe, Reutemann, haya perdido el invicto frente a Perotti por un margen considerable?
—Pero además, sabés qué pasa, que no sólo Perotti está por encima de Reutemann. La perspectiva muestra al Lole es una figura en decadencia y Perotti en ascenso, o sea que está claro que las curvas se van a ensanchar cada vez más. Omar es una figura que ya tiene volumen provincial, que creo que va a discutir la Gobernación con mucha eficacia en el próximo turno y claramente Reutemann, por varios motivos, entre ellos la edad, pero también políticos, es una figura en declinación. La distancia entre ellos no es una casualidad y tiende a ampliarse.

—¿Cómo evaluás los movimientos a futuro de las corporaciones mediáticas, que se equivocaron tanto en sus estrategias, ya sea para unificar en una candidatura a todo el arco anti kirchnerista como a la hora de intentar erosionar las bases del oficialismo, generando climas de fin de ciclo?
—Creo que todo eso forma parte del paradigma anterior, de diciembre en adelante, con la emergencia de Scioli y Macri en el universo electoral como las dos figuras más potentes, Clarín y el resto de las corporaciones van a cambiar su funcionamiento.

—¿Cómo sería eso?
—Ya no será una confrontación abierta con el kirchnerismo sino intentando intervenir hacia el interior del oficialismo y obviamente del PRO, expresando los intereses corporativos. No hay que pensar más en un bloque confrontando con las experiencias del FPV o del PRO sino más bien observando qué sucede en el interior de cada fuerza. El choque frontal, de parte de ellos, una vez alejada la posibilidad de la candidatura de Cristina, me parece que es una etapa que se cierra en diciembre de 2015.

—No estás diciendo que eso sea tranquilizador.
—No, lo que digo es que ya no se verá a (el CEO de Clarín, Héctor) Magneto y las corporaciones confrontando abiertamente con el FPV, va a haber que ir pensándolas para ver como intervienen al interior de esa fuerza.

Lo que viene

El director de eQuis observa el mapa electoral y sostiene que el FPV tiene por delante una tarea nada fácil pero a la vez posible. «Hay que revisar cómo respondió el electorado propio a la oferta del FPV. Cuando vos analizás los resultados en la provincia de Buenos Aires, estuvieron por debajo de las expectativas, pero ya no tan sólo en los sectores medios, donde hubo problemas, sino también en el electorado tradicional o histórico», describe Artemio.

Para el consultor, hay varios factores que explican este escenario: «En la periferia de las grandes ciudades el electorado no respondió de la manera esperada. En la sección tercera del Conurbano se registraron seis o siete puntos menos de lo que se presuponía, de eso no cabe duda alguna».

López no cree que esa merma pueda ser adjudicada exclusivamente a la fórmula Scioli-Carlos Zanini. «Algunos resultados son imputables al agotamiento de un modelo de gestión municipal por parte de algunos intendentes que no supieron transferir a la fórmula de manera plena el volumen electoral esperado».

En forma simultánea, Artemio ve con buenos ojos el desempeño de un puñado importante de jóvenes referentes del FPV que ganaron en sus distritos a intendentes de los llamados «barones del conurbano». «Como novedad, hay una renovación de algunos sectores de la dirigencia tradicional que fueron derrotados. Es el caso de La Cámpora, que obtuvo seis triunfos a nivel municipal que la pueden consolidar como una experiencia organizativa a nivel nacional con una importante inserción en alguno distritos del conurbano».

Artículo que acompaña la edición de este sábado del semanario El Eslabón.

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Un comentario

  1. adhemarprincipiano

    15/08/2015 en 20:19

    El espacio progresista kirchnerista, puede no estar con la llegada del «paso atras» de scioli? Y LAS NUEVAS GENERACIONES QUE SE INCORPORAN, DONDE VAN, SE DILUYEN?

    Responder

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