Trabajadores y profesionales médicos se movilizaron este miércoles hacia el Hospital Italiano, con el fin de defender las fuentes laborales y reclamando la reactivación del efector. Desde Atsa cuestionaron “al Concejo Directivo que ha cometido un montón de irregularidades”.
Los trabajadores y profesionales médicos junto a la Asociación de Trabajadores de la Sanidad de Rosario y el sur provincial, más el apoyo de vecinos, realizaron en la mañana de este miércoles un abrazo simbólico y solidario en el hospital ubicado en Virasoro1350, con el objetivo de defender las fuentes de trabajo y pidiendo por la continuidad de la atención.
El Hospital Italiano atraviesa una situación de crisis profunda con deudas a sus trabajadores en salarios y aguinaldos, y a los proveedores, situación que lleva a la falta de insumos. En este contexto, se conformaron dos comisiones –una sanitaria y otra económica– para buscar soluciones al ahogo financiero de la institución.
El secretario general de Atsa Rosario, Juan Martino, aseguró que esta movilización no sólo se realiza «para que la sociedad esté al tanto de lo que está ocurriendo, sino también para hacer un llamado de atención especialmente a un Concejo Directivo que ha cometido un montón de irregularidades, que no ha hecho una buena administración y que por lo tanto pasarían a ser los responsables directos de que el hospital llegue a esta situación».
En este sentido, el dirigente exigió la intervención de Fiscalía de Estado, recordando que se impulsó la comisión médica para coadministrar con la Comisión Directiva toda la sección administrativa con una auditoría. “Dicha comisión aún resta que se constituya», que quejó Martino.
El pedido del gremio es mantener las fuentes laborales de unos 800 trabajadores -entre médicos y empleados-. «A partir de ahí la gente está dispuesta a trabajar y a hacer sacrificios, pero en tanto y en cuanto haya un respuesta”, agregó.
Por último, el secretario general de Atsa advirtió que “si no hay respuesta, la sociedad tiene que saber que esto cierra». Por su parte, Marcelo Liparelli, secretario adjunto del gremio, lamentó: «Si acá no viene un grupo económico a aportar dinero para empezar a funcionar, no hay solución».
