Diputados color

A juzgar por las primeras expresiones, el proyecto de Boleta Única Digital del diputado del PRO, Eduardo Di Pollina, genera más rechazos que apoyos en el ámbito legislativo provincial.

Tras presentar el proyecto de ley que propone implementar la Boleta Única Digital en las elecciones santafesinas, el diputado Eduardo Di Pollina, del Frente Progresista Cívico y Social, asegura que el sistema es inviolable y que supera a las versiones electrónicas conocidas. Sus pares no están tan seguros de los beneficios y dudan que una máquina, en cualquiera de sus versiones, pueda reemplazar el núcleo duro del sufragio, la fiscalización humana, la militancia y el compromiso.

Si bien Norberto Nicotra, diputado de la Unión PRO, dijo no conocer en profundidad la iniciativa, se mostró cauto con respecto al voto electrónico. “Está en discusión en el mundo, en lugares donde se había instaurado como Alemania, dieron marcha atrás, Holanda también dejó de usarlo, en Bélgica lo están evaluando y en otros lados vuelven a la boleta de papel”, comentó.

“A todo lo que pase a través de una máquina no lo veo seguro, reconozco que si hay que hacer alguna modificación en la boleta única de papel, habrá que realizarlo, pero es un sistema seguro que se utiliza en las democracias modernas”, analizó. Y dijo que en Santa Fe no hubo mayores inconvenientes con su aplicación y que no se debe dar lugar a “la viveza criolla, como por ejemplo la de los partidos políticos, que envían a sus militantes a la primera hora por si pueden quedarse como autoridades de mesa, no hay sanción y no se hace docencia al respecto”, consideró.

Para Nicotra, como “la Argentina no tiene instituciones, no hay organismos de control, sería muy temerario e injustificado aplicar ese sistema”, explicó. Y en el caso puntual de la provincia de Santa Fe, “se pueden hacer algunos retoques sin llegar a pasar el voto por la máquina, no hay problemas con el sistema de votación”, insistió.

Desde las filas del radicalismo, el diputado Maximiliano Pullaro consideró un avance la propuesta de Di Pollina pero admitió una duda. “Estamos estudiando lo que tiene que ver con lo que significaría el arrastre a todas las categorías, el poder votar no sólo en cada una de las categorías sino en todas si se toma esa opción que da la máquina electrónica; ese sería el arrastre”, apuntó.

Salvo la duda señalada, para Pullaro el voto electrónico es un avance que garantizaría la transparencia. “Es un muy buen proyecto el de Di Pollina, pero no vamos a acompañar el arrastre que desvirtuaría lo que se denomina boleta única, vamos a intentar debatirlo en las comisiones, quizá el año que viene”, explicó.

Como diputado electo por el Frente Social y Popular, Carlos Del Frade dijo que en ningún lugar del mundo está determinado cuál es el mejor sistema electoral, por lo tanto, admitió que el asunto amerita análisis a fondo y que por el momento no tiene posición tomada. De todos modos, “todo depende de los fiscales humanos, por más tecnología que le pongas la cuestión es la fiscalía humana”, sintetizó Del Frade. Y aseguró que el voto electrónico no soluciona “absolutamente nada, lo único viable es la fiscalización y los acuerdos políticos ya que la tecnología se puede adulterar y no es garantía de nada”.

Más aún, calificó de zoncera contemporánea la oleada a favor de los sistemas electrónicos o en los que intervienen máquinas. “Lo único que garantiza el voto es la voluntad del ser humano de hacer las cosas bien y para eso hay que volver a los fiscales, con cualquier tipo de boleta porque si no los tenés te acuestan; es fundamental, es la presencia humana, la militancia, el compromiso político y los acuerdos logrados entre las fuerzas políticas”, definió.

Desde el Frente para la Victoria, Gerardo Rico arrancó desde el principio: “No estamos de acuerdo en la boleta única, este es el primer punto, creemos que no es lo más idóneo y cuando se votó, lo hicimos en contra”. En su opinión, este formato de sufragio atomiza más a los partidos políticos y no le da participación a sus sectores internos además de requerir una gran publicidad sobre el candidato número uno, desdibujándose el resto que lo acompaña.

Según Rico, la única convergencia con quienes plantean estos cambios, es la necesidad de desarrollar una idea de un sistema electoral, de discutirlo, de realizar el esfuerzo intelectual del análisis. Hecha esta salvedad, recordó que el sistema electrónico ya fue eliminado de varios países porque se demostró que puede ser vulnerable.

“Antes que la boleta única electrónica lo que hay que discutir es la ley de Lemas y las llamadas colectoras, porque eso también atomiza los partidos políticos, porque en Tucumán hubo setecientas listas, esto de alguna manera invalida indirectamente la voluntad de la gente”, explicó. Y señaló que es necesario unificar las fechas de elecciones en todo el país, para evitar manejos políticos por parte de los gobiernos provinciales.

Para Rico, también hay un detalle que no puede soslayarse. “La disconformidad no se basa sólo en el sistema electoral, en Salta hubo voto electrónico, los que perdieron denunciaron fraude. Donde hubo boleta única, ocurrió lo mismo. Esto evidencia un manejo político como trasfondo”, enfatizó. Y reivindicó el voto de papel como la mejor herramienta para representar la voluntad popular.

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