Foto: Manuel Costa

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Cuando aún no se cumplen los treinta días de iniciado el gobierno de Mauricio Macri, y contando que se tomó vacaciones, ya se despidieron ocho mil novecientos noventa trabajadores estatales como mínimo. A esta cifra se llegó sólo tomando los casos de despidos que repercutieron en la prensa, en el marco del blindaje mediático que tiene el nuevo gobierno.

Contabilicemos, dos mil trabajadores del Senado Nacional, 480 del AFSCA, 600 del Centro Cultural Néstor Kirchner, 330 del Banco Nación, 4.500 de la Municipalidad de La Plata, 750 del municipio de Quilmes y 330 trabajadores de Vialidad Nacional.

Con los despidos, el gobierno nacional está dando respuesta al problema que especificó, el 14 de diciembre del año que pasó, el presidente de Fiat Argentina Cristiano Rattazzi, quien sostuvo que «los sueldo en la Argentina no son competitivos».

El economista Roberto Navarro publicó en su portal El Destape cinco medidas que tomó el gobierno del Pro, en ese sentido: “Lanzó un plan de despidos masivos de trabajadores estatales en todo el país, que contempla cargarse 200 mil empleos en dos meses, entre puestos nacionales, provinciales y municipales». La siguiente es que “ordenó al Ministerio de Trabajo mantener una actitud pasiva ante despidos privados”. La tercera: “Abrió el grifo de las importaciones en áreas sensibles de la economía, como textiles, indumentaria y calzado, que pueden perder decenas de miles de puestos en poco tiempo”. La penúltima es que “suspendió obras de infraestructura que, según empresarios del sector de la construcción, dejarán en la calle a 150 mil trabajadores. Y finalmente, “la suba del precio de los alimentos y la eliminación de los subsidios a los servicios públicos generarán, según los principales consultores, una caída del consumo en 2016 cercana al 3,5%. Con ese derrape se perderán otros 250 mil empleos”.

Las palabras del secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, también dan cuenta de la intención: «Hay una persecución que sufre el empleado público que se repite en todas las dependencias del Estado, con trabajadores que incluso exceden en su antigüedad los mandatos del Gobierno anterior”.

Hubo despidos de personas de más de 40 años y hasta de embarazadas y en todos los casos sin evaluar su capacidad, otro indicio que el motivo es la necesidad de ser funcionales al mercado.

El respecto las palabras del titular del Banco Nación, Carlos Melconian son elocuentes: «Con este nivel de salarios, Argentina es inviable: sólo vamos a comenzar a crecer bajándolos al menos un 40 por ciento. Y la única forma de negociar una baja real con estos sindicatos es llegar a un desempleo superior al 15 por ciento».
Tanto intendentes de cambiemos, la gobernadora de Buenos Aires como funcionarios de del gobierno han despedido personas, lo cual da cuenta que es una decisión orgánica que todos respetan

El 22 de noviembre Melconian le dijo al presidente que «el mercado de trabajo es una bolsa en la que entran todos; da lo mismo echar un empleado público que uno de calzado: luego todos pulsearán por conseguir un mismo empleo y presionarán los salarios a la baja».

El mercado necesita salarios competitivos y trabajadores con hambre.

Fuente. El Destape

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2 Lectores

  1. guillermo

    06/01/2016 en 20:45

    Si es así como dicen q se vayan antes de cumplir los 6 meses porq no queda nadie y si no se tendrán q aguantar las consecuencia del pueblo

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  2. oscar alfredo ortega

    10/01/2016 en 5:40

    en 9 de julio le estaban pagando a 8 medicos desde el hospital, que ni el director medico actual sabe quienes son, figuran que cobran sueldo desde este hospital interzonal, es vergonzoso.

    Responder

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