Junto con el segundo mes del año, arrancó el Concejo Municipal. Si bien no fueron pocos los ediles que durante enero hicieron oír su voz y sus proyectos, la largada oficial fue una reunión de labor parlamentaria. No hubo agenda de proyectos, sino sintonía fina para la faz operativa del cuerpo. Los temas, caldeados como la temperatura ambiente, estuvieron en los partes de prensa que dieron a conocer los ediles. El jueves que viene se realizará la primera sesión de 2016.
En la reunión hizo punta la presidenta del Concejo, la radical Daniela León, que puso sobre la mesa los resultados de los trabajos realizados en pleno verano. “Ordenamos mantener la actividad durante el mes de enero y estuvimos trabajando en todos los edificios del Concejo. En el caso del Anexo Casa de Comisiones y de la Oficina de Defensa del Consumidor, se mantuvieron en funcionamiento durante el receso legislativo”, explicó.
Pero además de la atención al público, hubo auditorías para conocer las condiciones en que funcionará el Palacio Vasallo que este año tendrá 28 bancas distribuidas en 18 bloques políticos. Las más numerosas son la Unión PRO, con cinco escaños, seguida por el Socialismo y Ciudad Futura, con tres bancas cada uno, mientras que Compromiso con Rosario tiene dos y el resto son unipersonales.
“Solicité en primer lugar un relevamiento y constatación del estado de los inmuebles, con registro fotográfico, verificación de las normas de higiene y seguridad y tenemos en marcha una auditoría informática”, detalló León. Y anunció la creación de un área de Recursos Humanos para optimizar el funcionamiento del Cuerpo.
Según la edila, “todo se integra en un plan de trabajo que irá avanzando frente por frente para ir solucionando diversas situaciones”. El Concejo tiene dos edificios patrimoniales, su sede del Palacio Vasallo de Córdoba 501 y el anexo Alfredo Palacios, en 1º de Mayo 945 que aloja distintas funciones. Además, se alquilan los inmuebles de Juan Manuel de Rosas 839, donde funcionan las comisiones de trabajo, y de Córdoba 852, para la Oficina de Defensa del Consumidor.
El plan de trabajo presentado por León sobre estos inmuebles tiene como eje poner en valor el patrimonio de la ciudad y darle accesibilidad y sustentabilidad. Sin descontar el uso racional de la energía y el agua en estos edificios antiguos. A esto se suma un proyecto para optimizar el uso de las tecnologías informáticas y de comunicación.
Participaron de la comisión de labor parlamentaria, además de León, el vicepresidente primero, Carlos Cardozo (PRO), Martín Rosúa (UCR 1983), Alejandro Roselló (PRO), Horacio Ghirardi (Bloque Socialista), Eduardo Toniolli (Partido Justicialista), Marina Magnani (Unidos y Organizados), Jorge Boasso (Bloque Radical), Carlos Cossia (Peronismo Solidario), Pedro Salinas (Ciudad Futura), Osvaldo Miatello (Compromiso con Rosario), Diego Giuliano (Rosario Federal), María Eugenia Schmuck (Radicales Progresistas), Norma López (Frente para la Victoria), Celeste Lepratti (Frente Social y Popular, Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular) y Lorena Giménez (Partido del Progreso Social).
Las voces
Mientras se adecuan las cuestiones de forma para comenzar las sesiones ordinarias, que como cada año, abre el Ejecutivo el 1º de Mayo, los ediles hicieron oír sus voces, fijaron posturas y abrieron debates, a través de sus manifestaciones públicas.
“Nosotros vamos a impulsar una agenda que tenga que ver con el acceso a los servicios públicos, como la recolección de residuos ya que el Municipio reaccionó en forma tardía, sobre una situación que está ligada a la salud como la acumulación de residuos ante los casos de dengue”, arrancó López. Y le puso frutilla al postre.
“Cuestionamos el rol del Ejecutivo para con el bolsillo del ciudadano ante la recomposición tarifaria del Gobierno Provincial en agua y energía eléctrica”, enfatizó y dijo que también hay temas de orden nacional que les preocupa.
“Vamos a plantear un posicionamiento de Rosario acerca de la modificación inconstitucional de la coparticipación federal, ya que el gobierno de Mauricio Macri planteó un aumento para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en forma discriminativa con respecto al resto del país”, explicó.
Según López, Rosario necesita elevar una voz opositora porque “lo que está generando el gobierno nacional nos impacta negativamente como ciudadanos desde la quita de subsidios a los servicios públicos, que Santa Fe trasladará al aumento que ya tuvimos, la energía eléctrica implicará un costo altísimo en la canasta familiar”, comentó. Y dijo que “no se vio reacción del socialismo para posicionarse frente a estos temas”, enfatizó.
Sobre el dengue también se ocupó Boasso. “A pesar de ser enero fue muy productivo, con mi equipo presentamos proyectos sobre acciones que el Municipio debería encarar y no realizó”, dijo el edil. Y anunció que en los últimos días ingresó en el Concejo su propuesta de entrega gratuita de repelente en estadio de fútbol, en espectáculos culturales, centros de jubilados, entre otros, junto a un instructivo. Y reiteró su propuesta que desató polémica, desagotar el laguito del Parque Independencia. En su opinión, hay expertos que aseguran que el mosquito que transmite el dengue se readapta y puede tomar nuevos hábitat, no sólo de agua limpia.
Desalojo en el Bajo Ayolas
“La policía amenaza a vecinos que están resistiendo el desalojo en Bajo Ayolas”, sorprendió Lepratti al finalizar la semana. Y difundió un parte de prensa denunciando que la los vecinos que están resistiendo un desalojo en la zona delimitada por Avenida 27 de febrero, Ayolas, Acceso Sur y Convención, habían recibido amenazas por parte de la policía de la provincia.
La frase fue casi un epílogo de su trabajo a favor de quienes quedaron a merced del agua después de las crecidas del Paraná y el arroyo Saladillo, en la zona conocida como El Mangrullo.
En pleno enero, la edila recibió a los afectados en el Concejo y generó demanda de provisión de agua potable, limpieza y fumigación, además de refuerzos sanitarios.
La concejala Verónica Irízar (Bloque Socialista), que participó del encuentro, dijo que la Municipalidad diseñó un proyecto integral metropolitano que incluye al Mangrullo y demás zonas costeras, para el cual se busca financiamiento.
¿Las barriadas son ajenas?
La concejal del Partido Progreso Social, Lorena Giménez Belegni, logró subir unos grados la térmica veraniega cuando dijo sin vueltas que los barrios deberían recibir los mismos recursos económicos con los que proyectan lavar la cara al casco céntrico. Para la edila el resto de los distritos deberían recibir un aporte equivalente para cuestiones de módica pretensión: reparar veredas, nivelar calzadas e iluminar espacios verdes.
“En distintos barrios de nuestra ciudad alejados de la zona céntrica, se visualiza la falta de infraestructura que mejore la calidad de vida de los vecinos de dichas zonas”, dijo Giménez Belegni. Y sacó a relucir un recuerdo. El del 13 de diciembre de 2015, cuando la intendenta Mónica Fein se comprometió a nivelar las diferencias entre la zona centro y el resto de la ciudad.
“Parece que el compromiso está lejos de cumplirse”, dijo la edila después de conocer la inversión prevista para el casco histórico. “Los barrios de la ciudad de Rosario siguen permaneciendo afuera de las prioridades de esta gestión municipal, hecho que no hace más que contribuir a la desigualdad”, aseguró.
Irízar recogió el guante y pidió deconstruir la idea de que la gestión socialista se había olvidado de los barrios y citó entre otras obras al Plan Abre que desarrollan juntos el Municipio y la provincia de Santa Fe.
Pero Giménez Belegni retrucó e inundó con fotografías los partes de prensa, ilustrando situaciones de abandono en los barrios Parque Italia, barrios Plata, Sindicato del Hielo, Fisherton Industrial, La Cerámica y 17 de Agosto. “Las siguientes imágenes son más elocuentes que las palabras”, dijo a modo de síntesis. Pero todo indica que el debate recién comienza.
Fuente: El Eslabón
