En la primera visita oficial de Evo Morales a Brasil, Dilma Rousseff destacó la calidad de la “democracia boliviana”. Y aunque no mencionó el referéndum que definirá la posibilidad de una nueva postulación del mandatario de Bolivia, dejó entrever sus preferencias.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, está en puesto su hace diez años. Y su par de Brasil, Dilma Rousseff, se encuentra al frente del gobierno hace cinco años, y ya lleva un año de su segundo mandato. Pero la semana pasada, por primera vez, el mandatario boliviano fue recibido en visita oficial en el Palacio de Planalto, sede del gobierno de Brasil.
Si bien la mandataria no hizo mención al referéndum que tendrá lugar en Bolivia el 21 de febrero, y en el que se decidirá la aprobación a la ampliación de dos a tres mandatos presidenciales consecutivos, los elogios que ofreció y la manera en que calificó a Evo dejaron entrever cuáles son sus preferencias.
La revitalización de la relación bilateral entre ambos países es fundamental para la integración regional, complicada por la caída de Argentina en manos del neoliberalismo y por los problemas que enfrenta el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acosado por la guerra económica y con un Congreso con mayoría opositora que busca la manera de destituirlo.
El gobierno de Bolivia, que lleva diez años de cambios revolucionarios y va por más, y el de Rousseff, que atraviesa grandes dificultades económicas, además de la intención de la oposición de derrocarla mediante el artilugio de un juicio político, reforzaron sus lazos y firmaron acuerdos en cuatro ejes: el apoyo de Brasilia a la construcción del tren bioceánico central por suelo boliviano, pactos energéticos, infraestructura y lucha antidroga.
Dilma destacó la calidad de la “democracia boliviana”, como para refutar el discurso de la derecha de ese país y el resto del mundo, que acusa a Evo de querer “perpetuarse en el poder”, como si los mandatarios europeos no se mantuvieran en sus cargos por diez o más años, por ejemplo. Y, sobre todo, como si algún país del mundo, EEUU, o Europa, por ejemplo, tuvieran la autoridad moral para poner la lupa y juzgar las democracias de América latina.
Asimismo, la presidenta brasileña dijo que su “amigo” Evo demostró en sus diez años como presidente tener “un liderazgo que concilia el crecimiento económico con la justicia social”. Y de esta manera, la mandataria de brasil, que algo de política sabe, refutó otro de las falsos argumentos del discurso neoliberal, que mide el “éxito” de los países a partir del crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), pero sin reparar en absoluto en cómo se reparte el resultado de ese crecimiento, o sea de qué manera se distribuye la riqueza.
Por su parte, Evo agradeció el apoyo que recibió del “compañero Lula”, cuando en 2008 se puso al frente de un grupo de presidentes de la región para contener la intentona golpista, que surgió en Santa Cruz de la Sierra, contra el gobierno de Bolivia. En ese entonces, se realizó en Chile una cumbre extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el golpe contra Evo quedó solo en intento.
“Abordamos y definimos el estudio y evaluación financiera del proyecto del corredor bioceánico central, proyecto complementario al transcontinental”, afirmó Rousseff en la declaración de prensa conjunta, según informó el diario boliviano El Deber.
Morales agradeció el respaldo de la presidenta brasileña para realizar este proyecto, informó el periódico boliviano, y recordó que el gobierno peruano ya lanzó la licitación para determinar si el corredor desembocará en el puerto de Ilo o Matarani.
Además, Rousseff respaldó la intención boliviana de convertirse en un centro energético de la región. “Bolivia actualmente contribuye para la estabilidad energética de Brasil con casi el 30 por ciento de la oferta de gas natural”, señaló Dilma, al tiempo que celebró la decisión boliviana de “ampliar el potencial de exportación de energía eléctrica” a territorio brasileño, según publicó El Deber.
En la reunión se definió además dar inicio al trabajo de equipos técnicos de ambos países para avanzar en los acuerdos en áreas de hidrocarburos, infraestructura férrea, agricultura, salud, seguridad alimentaria, recursos hídricos y lucha contra el narcotráfico.
Referéndum para la repostulación de Evo
El 21 de febrero, más de seis millones de bolivianos concurrirán a las urnas en el marco del referéndum constitucional en el que se decidirá la aprobación o el rechazo a la reforma de la Constitución Política que habilitaría la ampliación de dos a tres mandatos presidenciales consecutivos del presidente Evo Morales.
Pero los que quieren participar del referéndum no sólo son las ciudadanas y ciudadanos que viven en ese país, sino que se reparten en 73 ciudades de 33 países.
Y las redes sociales reflejan esta realidad. Según informó el diario boliviano El Deber, se crearon decenas de grupos desde otros países a favor de las dos opciones para el referendo de Febrero.
En este sentido, el vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia, José Luis Exeni, manifestó que al menos 260 mil ciudadanos bolivianos votarán en el referendo desde el exterior en 73 ciudades de 33 países.
Mientras en Bolivia la campaña electoral está a pleno, en el mundo, a través de videos y afiches y otras actividades, las bolivianas y los bolivianos también participan vía Internet.
Según el TSE, la mayor cantidad de bolivianos en edad de votar se concentra en Argentina, Brasil, Estados Unidos, España, Perú, Chile e Inglaterra.
Comité Internacional por la Repostulación de Evo Morales
Un grupo de intelectuales bolivianos y de otras partes del mundo decidieron refutar el discurso de la derecha que identifica democracia con alternancia de los gobernantes, como si la democracia nada tuviera que ver con la justicia social ni con la distribución de la riqueza, por ejemplo.
Esta semana se creó el Comité Internacional por la Repostulación de Evo Morales Ayma (Cirema), del que participan una gran cantidad de intelectuales que apoyan la continuidad del proceso de cambio en Bolivia, informó el diario boliviano Cambio.
Katu Arkonada, miembro de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, explicó que este comité tendrá dos objetivos: manifestar un compromiso explícito, militante con el proceso de cambio boliviano y la figura de Evo Morales Ayma, y disputarle a la derecha su concepto de democracia.
Arkonada explicó que las fuerzas de derecha “están inoculando la idea de que democracia es igual a alternancia, cuando en realidad el mensaje que quiere transmitir Cirema es que lo verdaderamente democrático es que el pueblo boliviano, en este caso, pueda decidir su modelo político, económico y social, pero además los gobernantes que necesite para llevar adelante ese modelo”.
Cirema organizará una serie de eventos para manifestar su apoyo al presidente boliviano. Se hará una campaña en redes sociales y publicarán un manifiesto con la firma de las 53 personalidades.
“En un principio vamos a comenzar con una batalla de ideas en el terreno mediático, para disputarle a la derecha sus conceptos de democracia, de alternancia y liderazgos, y manifestar claramente el apoyo”, agregó Arkonada.
En el manifiesto publicado por Cirema a través de las redes sociales, se hace “un llamado al pueblo boliviano a apoyar el sí en el referéndum del 21 de febrero. Sí a la soberanía, sí a la justicia social, sí a la repostulación de Evo Morales Ayma”.
El documento fue firmado por los ex presidentes Manuel Zelaya (Honduras) y Fernando Lugo (Paraguay), además de Alfonso Sastre (Francia), Eva Golinger (Estados Unidos), Gabriela Rivadeneira (Ecuador), Piedad Córdova (Colombia), Silvio Rodríguez (Cuba), Víctor Hugo Morales (Uruguay), entre muchas otras personalidades internacionales.
Fuente: El Eslabón.
