Macri y sus flojos Pampers

Sólo la desfachatez de un gobierno acostumbrado a mentir y el soporte de medios involucrados en el escándalo como el propio Presidente explican el tratamiento de la más grave denuncia contra un mandatario argentino en ejercicio.

El estruendo informativo enmascara que la noticia no es nueva y ofrece matices tragicómicos. El informe elaborado por el Consorcio Internacional de Periodistas (ICIJ, por sus siglas en inglés) tienen peso y densidad suficientes como para hacer tambalear a cualquier elenco gubernamental del planeta. Pero en la Argentina macrista, lo que se observa es una especie de sainete mediático precedido por episodios singulares. Tal vez la inminente llegada de Ted Turner a Telefé implique una suerte de separación de hecho entre Macri y sus guardaespaldas mediáticos, pero por ahora el blindaje ofrece ribetes entre desopilantes y revulsivos. Por ejemplo, que la noticia de la empresa off shore sea tratada por algunos medios con la foto de Lionel Messi y mencionando a la familia Kirchner, que no está investigada.

Justicia poética

Mauricio Macri parece signado por golpes muy rudos de justicia poética. Una foto de su solitario homenaje por Malvinas con la Torre de los Ingleses como telón de fondo, su frase «todo no se puede» en respuesta a un reclamo por hijos de veteranos despedidos luego de haber trepanado millones de cráneos con su eslogan de campaña «Sí, se puede», y ahora este episodio de los Panama Papers, a horas de su anunciado «reingreso al mundo» parecen demostrar que hacer los deberes del buen neoliberal  no garantiza la estabilidad de un gobierno que apenas ha pasado la barrera de los cien días de gracia que tienen todos los debutantes.

Está claro que si resulta difícil hacerle entender a Macri el valor y los arcanos de la ciencia política, ruda tarea será convencerlo de que exista una expresión figurativa como la «justicia poética». Él, sin dudas, prefiere confiar en la «limpieza» de entornos a manos de una bruja, y a ella seguramente consultará para que le devele el origen de males no previstos antes de llegar al sillón que ocupa su perro Balcarce.

El 30 de marzo pasado, desde Panamá, en donde es embajador argentino, Miguel Del Sel fue entrevistado por la emisora rosarina Radio Dos. Entre otras banalidades, el cómico se ufanó: “Estoy muy cómodo y es muy interesante, me está yendo muy bien, hasta ahora son todos aciertos”. No abundó en ellos, pero dejó la sensación de que el pequeño país centroamericano al menos no le traería dolores de cabeza a quien lo designó allí, el presidente Mau, como se solaza en llamarlo la diva Susana Giménez.

El portal rosario3.com, que integra junto a Canal 3 el Grupo Televisión Litoral, desgrabó esa entrevista y la editó, publicando un artículo que ofrece dos párrafos para la antología:

El primero: “Fiel a su estilo optimista, el ex actor cómico confió que en Panamá miran con muy buenos ojos a la Argentina: «Hay una gran esperanza de que Argentina concrete el sueño de gran país». Lo mismo le sucede a él personalmente: «En Panamá me doy cuenta de la potencia de una Argentina gigante»”.

Y como remate de la nota, el segundo: “Finalmente, consideró (Del Sel) que la corrupción entre los funcionarios es una problemática que atraviesa a muchos países. «Estamos condenados pero hay que corregir, la política es un servicio»”.

Una data que tardó en ver la luz

Pues bien, en ese istmo en el que siempre se concentraron fabulosos negocios globales, Macri vuelve a toparse con un adversario más feroz que el kichnerismo. Un consorcio de medios de comunicación plurinacional, dedicado a investigar el lavado de activos mediante cuentas radicadas en los llamados paraísos fiscales revela al mundo que un presidente en ejercicio, él, está seriamente involucrado en esa pesquisa nada menos que como director de una sociedad anónima cuya cuenta en Bahamas jamás tuvo la decencia de declarar.

Hugo Alconada Mon es insospechable de favorecer al kirchnerismo. Abogado y periodista por vocación, él mismo se presenta como un investigador interesado en temas como el lavado de dinero, fraude corporativo, corrupción, coimas, sobornos y otros tópicos del mismo tenor.

En su blog Valijeros, el investigador relata el nacimiento de la pesquisa que hoy rebota en los medios de todo el mundo: «La investigación comenzó hace un año, cuando un grupo de periodistas nos reunimos en la redacción del Süddeutsche Zeitung, en Munich. Entre otros, profesionales de The Guardian, Le Monde, Miami Herald, L’Espresso, BBC, La Nación, Canal 13 y algunos pocos más. (Ya sobre el final del proyecto, éramos 370 periodistas de más de 100 medios de todas partes del mundo)».

Si bien Alconada Mon no lo dice, la presencia de los dos medios argentinos, habida cuenta de su tradición y línea editorial, no da para especular que integraban ese selecto grupo con el fin de arribar a las conclusiones que acaban de salir a la luz. Seguramente, el diario de los Mitre-Saguier y el canal del Grupo Clarín perseguían lo que hoy apenas es un guión de ficción financiera denominado «La ruta del dinero K».

La Nación y Canal 13 no experimentaron la sorpresa que generó en el público la revelación del contenido de los Panamá Papers, que ya comienza a denominarse «Pampers», por la semejanza entre la sustancia que deponen los bebés en los pañales y la información documental sobre las maniobras ilegales en paraísos fiscales. Ambos medios ya conocían el contenido de ese informe, e incluso la divulgación del mismo pudo ser hecha antes de la segunda vuelta de las presidenciales en las que Macri le ganó a Daniel Scioli por apenas dos puntos.

Alconada Mon publicó este domingo en su blog 13 ítems que ayudan a entender el proceso de acumulación documental, compilación y programación de las fechas de divulgación del informe, que califica de «Inmenso», dado que contiene «11,5 millones de documentos internos de Mossack Fonseca, la mayor empresa creadora de sociedades fantasma en paraísos fiscales de todo el mundo», lo cual «equivale a 46 veces el material disponible en Wikileaks».

¿Mani pulite o abyecta manipulación?

El abogado-periodista revela, en un juego de preguntas y respuestas a sí mismo: «¿Por qué se publicó AHORA este material y no antes? Porque el material es, reitero, INMENSO, y tomó meses analizarlo (y aún no lo hemos terminado). Y porque para acceder a la info hay que firmar un acuerdo con Icij por el cual se determina que Icij fija la fecha de publicación mundial. Primero iba a ser el 15 de noviembre pasado (fecha por la que bregamos los argentinos dada la campaña electoral), pero la cantidad de material forzó la postergación a febrero, luego a marzo y, por último, a hoy, 3 de abril».

Tal vez Alconada Mon, quien no parece mostrar vocación encubridora de las responsabilidades de Macri, haya «bregado» por difundir todo antes del balotaje. Tal vez, si en ese momento la participación del «empresario-presidente», como lo nombran algunos diarios en el mundo al primer mandatario argentino, no había surgido, La Nación y Canal 13 lo hayan acompañado. Más difícil es considerar dicho esfuerzo de ambos medios nacionales si el rol de Mauricio como director de una empresa fantasma ya fuera parte conocida del documento.

Otra arista del cuerpo celeste que amenaza chocar contra el feliz «Mundo Macri» es revelado en el ítem 8 de Alconada Mon: «¿Las publicaciones ya están planificadas? Sí y no. Dado que el lanzamiento mundial se acordó para el domingo 3 de abril por la tarde (hora argentina), La Nación decidió comenzar con una publicación general en su website, detallando hallazgos generales y un anticipo de los principales argentinos involucrados. La idea era empezar a publicar material más profundo en la edición papel del lunes sobre el presidente Mauricio Macri y, también, Messi. Pero en la era de Internet, las revelaciones de otros medios, como El Confidencial, nos obligaron a adelantar el material completo sobre Messi, mientras que la Casa Rosada difundía un comunicado con su posición y también nos obligó a reformular nuestra cobertura».

Ése relato es poco creíble. La reserva del barro que salpica a Macri para ser llevado en la edición papel de la Nación se da de bruces no con la velocidad de la web ni los reflejos de El Confidencial, puesto que Canal 13 contaba con la misma información y, si lo hubiese querido, la hubiera emitido en un programa especial de los que acostumbra realizar con su showman preferido, Jorge Lanata, al frente del envío.

Está claro que la primera decisión fue enmascarar todo lo posible el grado de participación de Macri en los hechos descriptos por los Pampers, parangonarlo con Messi y otros estadistas involucrados, y enchastrar todo con la deposición más olorosa de todas: publicar que la investigación incluía a «la familia Kirchner», algo sobre lo cual Alconada Mon no hace referencia alguna.

Por último, en el ítem 6, el bloguero rescata un dato más que sugestivo: «Analizar el material consumió meses. Sólo en la Argentina combinó los esfuerzos de Mariel Fitz Patrick (por Canal 13), Iván Ruiz, Maia Jastreblansky, Ricardo Brom y Romina Colman, entre otros (por La Nación)».

Dicho reconocimiento a la faena desplegada por los periodistas vernáculos echa un chorro lumínico intenso sobre el escenario mediático que acapara la atención de muchos argentinos en las últimas semanas. Mariel Fitz Patrick, a quien los organizadores de la entrega de los Martín Fierro deberían homenajear creando el rubro «Mejor guión de ficción financiera» y premiarla con una estatuilla, jamás hizo mención de esa ciclópea tarea periodística y, en cambio, no para de deambular por los sets de los medios orgánicos del macrismo engalanando con su encendida verba las monótonas imágenes televisivas de señores contando billetes en una financiera.

Comunicado de la familia Kirchner

La familia de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, través de un comunicado, dejó en claro que nada la vincula con la investigación sobre empresas fantasma y cuentas en paraísos fiscales en Panamá, conocido como Panama Papers.

El texto completo del comunicado es el siguiente:

«Ante la conmoción global en la que lamentablemente se ve incluido nuestro país con las filtraciones de los llamados Panamá Papers, sobre lavado de dinero y evasión en el paraíso fiscal de Panamá, develada por el consorcio internacional de periodistas (ICIJ, en inglés) y por el diario alemán Süddeutsche Zeitung, algunas aclaraciones.

Desafortunadamente en lo que constituye un ejercicio creativo poco profesional de la prensa local, el diario Perfil publica esta tarde: «Mauricio Macri y la familia Kirchner figuran en una investigación sobre presunto lavado en Panamá». Una más de la larga lista de falsedades y agravios para confundir y estafar a la ciudadanía que venimos presenciando en silencio.

La familia Kirchner no figura en ninguna investigación de esta lamentable estafa en la que se desprestigia al país. La ex Presidenta Cristina Kirchner ha sido una de las denunciantes internacionales más firmes contra esta lamentable práctica de evasión y lavado en paraísos fiscales, como la que sacude hoy a la opinión pública mundial. Una práctica tristemente habitual en los grupos empresarios concentrados que producen fuga de capitales, como hemos dicho no pocas veces.

Así como nunca hubo ni cuentas en Seychelles ni en Nevada ni departamentos en New York a nombre de ningún integrante de la familia Kirchner, tampoco hay relación alguna de la familia con las filtraciones reveladas hoy, excepto en la manifiesta intencionalidad periodística de continuar estafando a la ciudadanía argentina. Reiteramos, la familia Kirchner no posee ninguna cuenta, ni sociedad, ni bien de ningún tipo en el exterior y en el momento en que decidiéramos adquirir uno, figuraría como corresponde en las DDJJ de AFIP, oficina anticorrupción y demás organismos pertinentes, ya que como siempre dijo Néstor, hablamos y actuamos de frente al pueblo argentino.

Quien sí está mencionado y con protagonismo central en las revelaciones de hoy, lamentablemente para nuestro país es nada menos que el Presidente de la República Mauricio Macri».

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