Foto: Franco Trovato Fuoco.
Foto: Franco Trovato Fuoco.

El flamante Director Deportivo leproso, quien desembarca en el fútbol tras su exitoso paso por el rugby, charló con este medio sobre su ambicioso plan de preparación física que abarca desde las inferiores hasta el plantel profesional.

La victoria electoral de Eduardo Bermúdez en Newell’s trajo consigo un novedoso proyecto deportivo que encabezará un hombre de grandes pergaminos, pero en el rugby. Se trata de Martín Mackey, quien se define como “fanático del fútbol”, e incluso revela que “es el deporte que más me gusta”, pero hasta el momento se desempeñaba como Director Nacional de la Unión Argentina de Rugby (UAR). Ahora entró en funciones en el mundo de la redonda para llevar a cabo un plan de alto rendimiento.

En sus primeros días de trabajo, el profe dialogó con el eslabón sobre el programa que pretende desarrollar en el club del Parque Independencia, exhibió sus credenciales y expresó sensaciones de su nueva experiencia fuera del planeta ovalado.

Un Duende en el Parque

Tras creer que la medicina era la suyo, y después de tres años de estudio, advirtió que su “verdadera vocación” era la preparación física. A partir de ese cambio de rumbo arrancó su vínculo con el rugby cuando en 1999 un profesor amigo lo convocó a sumarse al combinado local. “Me recibí de profesor de educación física en 1998 y al año siguiente Alejandro Pascual me invitó a que le dé una mano en el seleccionado de rugby de Rosario, que en ese momento tenía un equipo de primera y otro en desarrollo. Él entrenaba a la primera y yo al otro”, comentó el profe, quien después de una gira por Sudáfrica en el 2000 se sumó al verdinegro de Las Delicias: “A fines de ese mismo año, Ricardo Tato Imhoff me invitó a trabajar en la primera división de Duendes, y estuve desde 2001 hasta 2012. Fue ahí donde me formé como entrenador”.

Este hombre, que jamás pisó un campo de juego con la ovalada bajo su brazo y que siempre estuvo detrás de la línea de cal, remarcó que durante su estadía en el barrio Las Delicias “me dediqué a estudiar mucho, a capacitarme”, y exhibió a modo de curriculum: “Fui a la Universidad de Texas en Estados Unidos, a la Universidad de las Américas en Chile, fui a estudiar al Real Madrid de España y a la Universidad Limerick de Irlanda. Y después de esas capacitaciones, en 2010 la UAR me contactó para ser el director de la preparación física, y desde ahí comencé a trabajar a nivel nacional”.

Mundo redondo

Sus estrechos vínculos con el rugby no le impidieron a Mackey su amor por el más popular de los juegos. “Toda mi vida fui un fanático del fútbol, es el deporte que más me gusta y al que juego hasta el día de hoy, pero siempre a nivel amateur”, aclara, y realiza una curiosa revelación: “No soy de Newell’s, soy amante de mi trabajo. En mi familia son hinchas de River, pero he ido más veces al Coloso que al Monumental, que fui dos veces en mi vida. Siempre recuerdo más las formaciones de Newell’s que de River”. Y al respecto, explica: “Por el hecho de trabajar muchos años en el rugby fui perdiendo eso del hincha. Siempre me gustó ser hincha de los equipos que juegan bien, como el del Tata (Martino) por ejemplo. Pero a partir de ahora me transformo en el hincha número uno”.

Con la pelota en los pies, tuvo una pequeña oportunidad en la Lepra. “A los 13 años me fui a probar, pero después de algunas prácticas, que por aquel entonces se hacían todos los jueves, me dijeron que no vaya más”. Lejos de colgar los botines, el volante central fue a probar su zurda al rojinegro, pero de Carcarañá. “Jugué en Cremería, donde me dirigía Hugo Marcos Sarich. Con ellos hice toda una pretemporada, pero por el colegio y después por el estudio, me resultaba muy duro seguir jugando e ir hasta allá y terminé dejando”, admitió.

Al ser consultado sobre diferencias y similitudes entre las formas de entrenamiento del deporte en el que edificó una más que productiva carrera, y el otro en el que empezó a dar los primeros pasos, Mackey aclaró: “A lo mejor los contenidos son distintos, pero las metodologías son similares. Obvio que uno no va a entrenar a un jugador de fútbol como lo hace con uno de rugby, no vas a utilizar los mismos contenidos o ciertos ejercicios. Un deporte se juega con el pie y el otro con la mano, pero los ejercicios abiertos son tanto para el fútbol como para el rugby, y una metodología, un proyecto a largo plazo para preparar físicamente a deportistas de alto rendimiento es lo mismo para unos y otros”.

Al fútbol por elección

Su nombre sonó mucho durante la campaña electoral en Newell’s. El Movimiento Rojinegro Querido –que finalmente resultaría vencedor de los comicios–, impulsó su figura como cabeza principal de un proyecto de alto rendimiento en las distintas disciplinas de la institución, tal como lo había hecho en la UAR.

“El año pasado fui por invitación a dar una charla a la Fundación Messi, que tiene una diplomatura en gestión deportiva que se da a lo largo del año, con un staff importante de docentes. Expliqué lo que estábamos llevando adelante en la UAR, y como había algunos dirigentes de Newell’s que me escucharon, a partir de ahí me empezaron a escribir mails para invitarme a sumar, aunque siempre lo vi como algo muy lejano y nunca había tenido la idea de incorporarme a trabajar en el fútbol”, cuenta Mackey sobre el inicio de la relación con la agrupación liderada por el flamante presidente Eduardo Bermúdez. “Me habían preguntado si me interesaba laburar en la preparación física de Newell’s y les dije que no, pero les aclaré que si les interesaba desarrollar un proyecto como el que estaba en marcha en la UAR, podrían contar conmigo”, añadió.

Autor de cinco libros sobre su especialidad, Martín comenta que en el marco de la presentación de su último trabajo acordó una reunión con Claudio Tiki Martínez y otros dirigentes, en la que les explicó su proyecto: “Les dije que necesitaba un metodólogo, que son los que desarrollan las metodologías unificadas en cada una de las áreas, y lo entendieron”.

Con la posterior aparición del candidato principal, quien le dio el visto bueno a la iniciativa, comenzó a “crecer el entusiasmo” del director nacional del plan de rugby de la entidad madre de ese deporte.

“Al principio no estaba tan entusiasmado con involucrarme en el fútbol, por el ambiente sobre todo, y lo que se dice que rodea al fútbol”, admitió el entrevistado, y subrayó: “Cuando apareció Eduardo Bermúdez y le contamos lo que quería hacer, en su mayoría fueron palabras de halago. Y eso, con la trayectoria que tiene Eduardo, no sólo en el fútbol a nivel nacional sino también internacional, me entusiasmó mucho más. Además, también hicimos una charla para los socios y a la gente le re gustó la idea”.

Ya en funciones, Martín Mackey prácticamente se mudó a Bella Vista, donde tiene su base para llevar a la práctica lo que aún tiene en papeles. “Yo no vengo a hacer política ni soy político. Sólo estoy para trabajar en el club, la política la hacen ellos. Ahora empezamos a laburar para que la propuesta se lleve adelante”, concluye.

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