En un acto organizado por el Frente Patriótico Milagro Sala, que acaba de ganar la Federación Universitaria de La Plata (Fulp), Cristina Fernández de Kirchner habló para miles de jóvenes que desbordaron el estadio del club Atenas, donde supo lanzarse la candidatura presidencial de Héctor Cámpora –el 17 de octubre de 1972–, y donde Néstor Kirchner dirigió su último discurso en la ciudad de la diagonales –el 24 de febrero de 2010–. En una exposición de alto contenido histórico, pero plagada de referencias políticas actuales –hacia adentro y hacia afuera del propio espacio–, la ex mandataria convocó “a la dirigencia nacional y popular a seguir el ejemplo de los estudiantes sobre cómo y para qué se debe construir la unidad”.
La actividad estuvo enmarcada en el día del estudiante y la celebración del triunfo electoral del Frente Patriótico Milagro Sala, un espacio integrado por la Juventud Universitaria Peronista (JUP), el Movimiento Nacional Latinoamericanista Estudiantil (Miles), el Movimiento Liberación, el Movimiento Universitario de Izquierda y el Frente Universitario Megafón. La coalición estudiantil acordó una presidencia compartida del gremio donde los primeros seis meses serán conducidos por Mateo Compagnucci de Miles y los siguientes por Marcel Aguilera de la JUP.
Rodeada de jóvenes universitarios –también se pudo ver a algunos dirigentes políticos y referentes de Madres e Hijos de La Plata–, visiblemente reconfortada y alegre, la ex presidenta desplegó una exposición que atravesó todos los tópicos de actualidad pero que se centró en un serie de planteos puntuales dedicados a los estudiantes, con los cuales terminó bailando y coreando la marcha peronista.
“En esta etapa la acción va a ser diferente a la que desarrollaron durante los 12 años de nuestro gobiernos”, señaló Cristina, y repasó: “Durante los 12 años pasados pudieron dedicarse a las cuestiones universitarias porque creamos 19 universidades, porque los padres volvieron a tener trabajo y pudieron mandar a sus hijos a la universidades, y porque era un país de paritarias libres y se podían mejorar los salarios”. “Era un país donde el ministerio de Educación era el principal comprador de libros, apuntalando la industria argentina y proveía de libros a los establecimientos educativos, una argentina donde además donde las universidades alcanzaron los niveles presupuestarios más altos de los que se tenga memoria, donde el rector no se tenía que preocupar si puede o no pagar la factura de la luz”, agregó.
En cambio, la ex presidenta subrayó que “la tarea que tendrán los estudiantes ahora será más difícil y compleja”. “Van a tener que atender el frente específicamente universitario, pero al mismo tiempo habrá que orientar la acción hacia aquellos compañeros y compañeros, que tendrán que desertar porque el padre perdió el trabajo, o por lo que le pasa a millones de argentinos: que la plata no le alcanza para llegar a fin de mes”.
Cristina invitó a los jóvenes a “salir de la universidad, un planteo que hacemos desde todos los tiempos, porque rescatamos la reforma del 18, con la libertad de cátedra y la defensa del pensamiento crítico”.
La ex presidenta machacó sobre ese concepto: “Tenemos la obligación de saber que cada día que estamos en la universidad, o el día que tenemos el título en la mano, se lo estamos debiendo a millones, que tal vez no pueden venir ni ellos ni sus hijos. Eso exige un gran compromiso no sólo con el adentro de la universidad sino con el afuera. Lo que pasa con los trabajadores y los que no tienen trabajo, si hasta la changa se ha acabado”. Y añadió: «la tarea para esta nueva etapa se trata de articular, de organizar, a los estudiantes, a los trabajadores, a los académicos, a los científicos, todo eso que creció y todos quienes conquistaron derechos en estos 12 años”.
Cristina pidió a los estudiantes que hablen con sus compañeros y compañeras, que persuadan y convenzan “pero no siendo rebuscados”. “Tenemos que hablar claro, sencillo, para que todos entiendan, como decía don Arturo Jauretche”.
En su extensa intervención, la ex mandataria tocó todos los temas de actualidad. Hizo especial mención a la cuestión de las Malvinas y la soberanía y realizó un “desagravio para los ex combatientes”.
En su discurso Cristina felicitó varias veces a los estudiantes por lograr ese triunfo electoral y planteó que se trata de “un ejemplo que obliga a la dirigencia del campo nacional y popular sobre cómo y para que se debe construir la unidad”. “La unidad por la unidad misma no sirve. Acá la unidad y la construcción de la unidad pasa por organizar a todos los compatriotas que están en la universidad y que tienen problemas frente a la agresión de estas políticas”.
Cristina destacó “la unidad en la diversidad de espacios, en la heterogeneidad de grupos que conformaron el frente universitario”. “El movimiento nacional y popular debe ser heterogéneo, cuando nos hablan de homogeneidad, de que todos pensemos igual, es porque son totalitarios. El movimiento nacional y popular debe ser heterogéneo, sino no será ni popular, ni nacional, ni democrático”, remarcó.
Al final de su discurso, antes de lanzarse a la muchedumbre para confundirse en un abrazo colectivo, pidió a los jóvenes “ser inteligentes, ser mejores para poder volver mejores”.
