La cantante y compositora francesa, de origen chileno, y reconocida por su labor en el hip hop, visitará Rosario este miércoles por primera vez. Con su nuevo proyecto acústico, Roja y Negro, canciones de amor y desamor.
Tijoux se desmarca de la comodidad de su repertorio clásico y confluye en un trío, dos guitarras, y su voz.
El tridente musical que conforma Ana Tijoux junto a los chilenos Raimundo Santander y Ramiro Durán, explora como referencia, estilos como el tango, el vals, el bolero, la canción latinoamericana, de una manera orgánica y en un formato acústico.
Roja y Negro, canciones de amor y desamor, llegará a Rosario y se presentará este miércoles 19, a partir de las 21, en Distrito Siete (Ovidio Lagos 790), y contará con la presencia de Che Chino, la banda arrabalera de Hernán de Vega, El Cabra, el también cantante de Las Manos de Filippi.
Ana Tijoux editó varios discos solistas y recibió muchos premios y reconocimiento mundial, en dialogó con Redacción Rosario, y acompañada por su socio creativo, el guitarrista y compositor, Raimundo Santander. reconoció a Rosario, su próxima estación, como «La ciudad del Che». Tijoux y Santander describieron su nuevo proyecto más por sus sensaciones que por sus formas.
«Con el Raimundo veníamos trabajando juntos en las giras, y estas canciones salieron entre las esperas de los shows, en los tiempos libres. Es un material de ocio, de espera, que surgió de una forma muy natural de componer», explica con serenidad la cantante nacida en Francia, y de sangre chilena.
Santander agrega: «Hay dos facetas, las canciones propias que hemos compuesto en un aeropuerto, en un bus, viajando de una ciudad a otra; y por otro lado, recurrimos y nos hemos echado al repertorio latinoamericano, autores que tienen un música universal, con canciones que nos conectan, canciones que hablan de nosotros, del amor, y de las grandes emociones que nos da la vida».
Un repertorio que incluye Calaveritas, uno de sus sentidos temas propios, y Asaltango, la milonga que comparten con El Cabra, y versiones libres de canciones de autores como Lucho Gatica, Edith Piaf, y Adrián Flores.
«Las canciones son un mezcla de muchas cosas; y el amor, es un tema que nos atañe a todos , es el motor fundamentar de la vida de cada uno. Tenía ganas de escribir sobre el tema. El amor es un acto de confesión, un acto político, no lo había tocado tanto en mis temáticas, y ahora, entonces tengo todo para esperar», cuenta Tijoux sobre la aventura de recorrer intersticios, vuelos y abismos de este sentimiento universal, que se desarrollan en Roja y Negro, canciones de amor y desamor, y describe un poco más aún . «Abordamos el romanticismo desde otro punto de vista, no el tan evidente. El amor tiene puntos de encuentro y desencuentro permanente».
Roja y Negro se movió por Estados Unidos y Europa, y se presentó sólo cuatro veces en Santiago de Chile. Sobre la visita a Rosario, Tijoux la reconoce como «la ciudad del Che», y demuestra conocimiento de los sucesos en torno al último Encuentro de Mujeres que se realizó la semana pasada en la ciudad, y que reunió decenas de miles de participantes. «Amigas mías de Ecuador fueron al encuentro, me gustaría participar del próximo que se va a llevar a cabo en el norte argentino».
Consultada por la derechización política que está viviendo la región en la actualidad, la vocalista afirmó, «Uno ve un poco lo que pasa en Argentina, por ejemplo, con los recortes en el estado, y no lo puede sacar del contexto mundial, hay una oleada fascista, y la levantada de la derecha es evidente. Creo que se ve reflejado también en Estados Unidos, donde (Donald) Trump aparece como una persona tan violenta, que dice lo que dice, y que está llegando con chances a la parte final de la campaña».
Ante este panorama, el oficio artístico puede servir para otra construcción de sentido. «Sinceramente, lo que pasa con la música es tan popular que provoca una cosa bastante magica, lo hablabamos con un amigo músico, alguien saca una trompeta y la gente se acerca, se reúne, pasa los mismo con las letras. Y en esa reunión te podes llevar muchas cosas, para pensar, para sentir, en una armonía, en una letra, es una herramienta hermosa».
Ana Tijoux nació en Lille, Francia, luego que sus padres emigraran de Chile, asediados por el gobierno del dictador Augusto Pinochet. A los 20 años participó de Makiza, un proyecto de hip hop. Luego emprendió como solista la grabación de cuatro discos obteniendo un reconocimiento ascendente del público, y de sus colegas. Uno de esos halagos llegó cruzando el charco, tras la salida de su segundo disco. En una revista especializada, el cantante y compositor inglés Thom Yorke, de Radiohead, elogió 1977, un tema con la impronta y lírica característica de la cantante, y que cuenta parte de su itinerante recorrido.
