Foto: AFP/Miguel Schincariol.
Foto: AFP/Miguel Schincariol.

En las pancartas, en las banderas, en las pintadas sobre las paredes, en las remeras se puede leer la misma consigna: “No a la PEC 241”. Por estos días en Brasil, “PEC 241” es una mala combinación de letras y números. Se refiere a la Propuesta de Enmienda de la Constitución 241 impulsada por el presidente Michel Temer, que congela el gasto público por 20 años, a partir de 2017, en salud y educación.

La propuesta ya superó varias votaciones en la Cámara de Diputados, donde le sobraron votos, y está a punto de pasar al Senado. Sólo faltan algunas formalidades.

Una vez que esté implementada y forme parte de la Carta Magna, el Estado sólo aumentará los fondos en estas áreas de acuerdo a la inflación correspondiente al año anterior, sin considerar un factor clave: la considerable expansión demográfica de un país como Brasil, que cuenta hoy con más de 205 millones de habitantes.

Dejando de lado este factor, esta política producirá una progresiva desfinanciación de la salud y la educación, que se irán deteriorando. Por más que Brasil crezca, por más que aumente la recaudación impositiva, la ley que va camino a aprobarse prohíbe que el estado invierta en salud y educación.

En este marco, y en medio de una embestida neoliberal en la que la PEC 241 es apenas parte de un ajuste mayor, se vienen realizando protestas en varias ciudades de Brasil para rechazar esta enmienda y pedir la renuncia del presidente ilegítimo, fruto de una parodia de juicio político.

Más de cinco mil personas protestaron en el centro de Río de Janeiro contra la PEC 241 y volvieron a pedir la renuncia del presidente Temer. Si bien la protesta comenzó en forma pacífica, terminó con enfrentamientos con la policía.

También se organizaron protestas en Belo Horizonte y San Pablo, donde más de 15 mil personas exigieron la renuncia de Temer y rechazaron la enmienda constitucional.

“Una de las cosas que la gente sabe es que existen otras salidas para superar la crisis fiscal. Por ejemplo, cobrar impuestos sobre los dividendos o crear nuevas cargas dentro del impuesto a las rentas. Queremos marcar posición, porque existen otras alternativas. Hay quienes tienen lucros estratosféricos y son ellos quienes deberían pagar esta crisis, por ejemplo los banqueros, y no la gente, no los usuarios de servicios públicos”, señaló Márcio Moretto Ribeiro, del movimiento Democracia Real, uno de los grupos que organizó la protesta en San Pablo, según informó el sitio brasileño Brasil de Fato.

“Lula, guerrero del pueblo brasileño”

Al grito de “Lula, guerrero del pueblo brasileño”, unas doscientas personas se congregaron la madrugada del lunes frente al domicilio del ex presidente Lula, al ser alertados de la posible detención del ex mandatario en el marco de la embestida judicial que tiene por objetivo evitar que vuelva a ser presidente.

Los poderes fácticos que gracias al golpe de estado gobiernan Brasil saben que la única manera de evitar que Lula vuelva al gobierno es encerrándolo en la cárcel.

La movilización, según informó el sitio del canal venezolano Telesur, fue convocada a través de las redes sociales y contó con el apoyo de dirigentes del PT, organizaciones sociales y simpatizantes del líder.

Según informó Telesur, los manifestantes portaban carteles con la foto de Lula y mensajes de apoyo y pancartas que decían “No a la prisión”. También colocaron globos de color blanco en los árboles, para representar la paz y los derechos que, según los organizadores de la vigilia, ha perdido el ex presidente de Brasil en el marco del acoso judicial que padece.

Lula enfrenta dos juicios por corrupción por recibir supuestos pagos y favores de empresas constructoras, y un tercero por haber presuntamente intentado hacer callar a un testigo que lo señala como uno de los cabecillas de la red que cometió ilícitos en la compañía petrolera Petrobras.

Según informó Telesur, el 10 de octubre la Fiscalía brasileña presentó varios cargos contra el ex presidente Lula por presuntos delitos de corrupción relacionados con supuestos contratos de una obra de infraestructura en Angola. La Policía Federal denunció al ex mandatario por sospechas de haber beneficiado a un sobrino con esos contratos, y de haber aceptado un lujoso departamento a cambio de beneficiar a la constructora OAS con contratos de Petrobras. Asimismo, el 26 de agosto la Policía Federal de Brasil presentó cargos contra Lula por lavado de dinero y falsificación sobre la adquisición de un apartamento. Las pruebas deben ser analizadas por la Fiscalía de Brasil en un plazo de 90 días para determinar si se abre un proceso contra Lula y los otros acusados.

Lula: “Jamás me encontrarán un acto de deshonestidad”

En una columna publicada por el diario Folha de Sao Paulo y titulada “Por qué me quieren condenar”, Lula, se defendió de las acusaciones de corrupción que pesan sobre él y denunció que se trata de una “caza judicial”.

“Tengo la conciencia tranquila y el reconocimiento del pueblo. Confío en que la Justicia, tarde o temprano, prevalecerá, más no sea en los libros de historia. Lo que me preocupa, y a todos los demócratas, son las continuas excepciones al Estado de derecho. Es la sombra del estado de excepción que se está irguiendo sobre el país”, señaló en uno de los párrafos.

“Sé lo que hice antes, durante y después de ser presidente. Nunca hice nada ilegal, nada que pudiese manchar mi historia. En vísperas de cumplir 71 años, veo mi nombre en el centro de una verdadera caza judicial”, aseguró Lula en la columna publicada en el diario de San Pablo.

“Jamás encontrarán un acto deshonesto de mi parte”, aseguró el líder del PT.

“Se entrometieron en mis cuentas personales, las de mi esposa y mis hijos. Intervinieron mis llamadas telefónicas y divulgaron el contenido, invadieron mi casa y me llevaron a deponer, sin motivo razonable y sin base legal. Están buscando un crimen para acusarme, pero no lo encontraron ni lo van a encontrar”, afirmó el ex presidente de Brasil.

“Jamás practiqué, autoricé o me beneficié de actos ilícitos en Petrobras o en otro sector de gobierno. Desde la campaña del 2014 se trabaja en la narrativa de que el PT no es más un partido y sí una «organización criminal», conmigo como jefe. Esa idea fue martillada, sin descanso, por titulares, tapas de revista, radio y televisión. No puedo callarme, sin embargo, frente a los abusos cometidos por agentes del Estado que usan la ley como instrumento de persecución política”, indicó Lula.

Fuente: El Eslabón

Más notas relacionadas
Más por Pablo Bilsky
  • Que no nos agarre la noche

    Yo no sé, no. Estábamos reunidos junto al sendero de bicis, pegado al arco de cilindro que
  • Salir de la pesadilla Milei

    Ni soluciones mágicas ni desesperanza. Así se presenta el escenario que indefectiblemente
  • Olvido, mentira, injusticia

    Marzo no es un mes cualquiera en la Argentina. Desde 1976, su día 24 tiene un significado
Más en Columnistas

Dejá un comentario

Sugerencia

¿Quién amenazó a Di María?

La Policía Federal detuvo a una pareja de jóvenes y a otro hombre como los autores materia