Stella Maris Manzano Foto: Paula Barés
Stella Maris Manzano Foto: Paula Barés

Stella Maris Manzano es especialista en tocoginecología y medicina legal, y es trabajadora del Hospital Zonal de Trelew. Desde que el máximo tribunal de Chubut dictó en 2010 la histórica sentencia Fal, que autorizó la práctica de un aborto a una adolescente de 15 años que había sido violada por su padrastro, Manzano se convirtió en pionera en la práctica de abortos no punibles. “Ese aborto lo hice yo, simplemente porque ninguno de los médicos de mi provincia quiso hacerlo”, dijo la profesional de la salud a el eslabón, en el marco de su visita a Rosario, luego de participar de la jornada organizada por la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR, que por primera vez, y a través del flamante Consejo Académico Social de Salud (Cass) impulsó la discusión sobre la interrupción voluntaria del embarazo a puertas abiertas, y con la presencia de grandes eminencias en el tema. Manzano disertó en la mesa que inauguró el debate: aborto legal desde la problemática de la salud pública. Al asegurar que todos los embarazos ponen en riesgo la salud y la vida de las mujeres, criticó con dureza a los objetores de conciencia y mandó a los médicos que no respeten los derechos humanos de las mujeres a “que se pongan un kiosquito”. Manzano advirtió que están prosperando denuncias en todo el país a médicos que han negado abortos o negado analgesia, o han demorado los tiempos. “También hay que denunciar a los médicos que denuncian a mujeres con postaborto, porque están violando el secreto médico”, subrayó.

“Hoy por hoy, según nuestro código penal, todo aborto es legal. Los médicos somos funcionarios públicos y estamos obligados a respetar el derecho de la mujer a interrumpir el embarazo cuando éste ponga en peligro su salud integral, que es todo, lo social y lo psíquico. Porque tener un hijo cuando una no quiere desde lo social tiene un costo altísimo, de pobreza, de pérdidas de trabajo, etc., y desde lo psíquico también. Piensen que los obligan a casarse con alguien que no quieren, o que los obligan a estudiar una carrera que no quieren ¡es terrible! y de casarme, de ultima me puedo divorciar, pero con un hijo hay 30 años de cuidado”, sentenció.

En cuanto a los riesgos de las mujeres en situación de embarazo, Manzano fue contundente: “Yo sé que el mayor riesgo de morir y de enfermar está en el tercer trimestre de embarazo, y todos los médicos lo sabemos, porque ninguno puede prevenir la pre eclampsia, la eclampsia, la embolia de líquido amniótico, entre otras enfermedades que puede contraer la mujer en situación de embarazo”.

De este modo, la ginecóloga, que además integra la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, señaló que “en América Latina, la tercera causa de mortalidad en adolescentes son las complicaciones en embarazos. Yo no quiero hablar de abortos, quiero hablar de complicaciones del embarazo que es la cuarta o la quinta causa de muertes jóvenes en el país, y esto nadie lo dice. Nadie dice que parir es peligroso. ¿Por qué lo hacen? para poder tratarnos como animales, para obligarnos a parir en contra de nuestra voluntad, y no es casual, esto obedece al mandato de que si una es mujer está obligada a arriesgar su vida, a sacrificarse por los demás, sin importar su integridad”.
Por otra parte, la médica indicó que “con las muertas por abortos hay poca empatía. Muchos colegas me han dicho: «Murió cometiendo un delito». Yo quiero hablar de las que forzamos a parir contra su voluntad, o de la adolescente a la que le decimos que se lo merece por descuidada. ¿Y si un chiquito que tuvo un accidente en moto a 120, borracho y sin casco le negáramos la atención por considerarlo descuidado?, ¿o un obeso que se come un lechón y viene con una pancreatitis y no lo atiendo por descuidado? ¿Lo dejamos en manos de dios? Queremos igualdad de derechos”, razonó la ginecóloga.

Manzano sostuvo, además, que “la objeción de conciencia no es un derecho humano, el de la salud sí. Todo médico es un funcionario público. La objeción de conciencia es una forma de defensa para el individuo frente al Estado, para que el Estado no me vulnere. Pero para la mujer, yo soy el Estado. Cuando yo, como médica, le impongo mi moral a la mujer y le digo que vale más que su derecho a la salud, y a la libertad sexual, y la autonomía; yo estoy discriminando, estoy ejerciendo violencia institucional. Y, de ultima, un Estado que lo permite se llama teocracia”.
Luego de aclarar que el nuevo proyecto de ley de la campaña ya no incluye la objeción de conciencia, Stella Maris redobló: “Y si no nos respetan tendremos que empezar a hacerles juicios, y vamos a ver si la ganan. Entre mi derecho a la salud y a la vida, y la moral de ellos, ¿qué derecho vale más?”. Para ser más gráfica, la médica legista amplió su argumento en contra de la figura detrás de la que se amparan muchos profesionales de la salud ante situaciones de aborto no punible.

“Yo estoy muy a favor de la objeción de conciencia, por ejemplo, al servicio militar obligatorio. Si vos me querés obligar a matar gente yo antepongo la objeción; ahora, a un militar de carrera, no. No podes entrar al Ejército diciendo «yo quiero cobrar mi sueldo y que me asciendan a generala sin tomar las armas». Y si yo soy tan religiosa y tan patriarcal que no quiero respetar a las mujeres, no puedo ser médica, no puedo ser ginecóloga, no puedo ser generalista, mejor me pongo un kiosquito”, afirmó. Por otra parte, Manzano repuso que “no se acepta la objeción de conciencia a otros profesionales, ¿algún defensor podría decir «yo no defiendo genocidas»? No, a los defensores de oficio los obligan porque pesa más el derecho a la legítima defensa de las personas”. De este modo, la experta en abortos no punibles acusó que el lobby por la objeción entre los operadores de la salud tiene un fuerte sesgo misógino. “Esto es en contra de las mujeres, y lo pudimos ver con la ley de matrimonio igualitario. Los jueces católicos no lograron que los funcionarios del registro civil se abstuvieran de casar a gays y lesbianas, y era un derecho civil que, de última, si no me quieren casar en este registro civil, busco otro. Nosotras no tenemos tiempo. El embarazo pasa rápido. Tampoco se permitió la objeción para la ley de muerte digna. Ahora, si pueden objetar salvar vidas de mujeres y niñas, entonces esto es anti mujeres”.

Más notas relacionadas
  • Roy Williams; politicólogo, docente e investigador universitario

    Perón espera en el futuro

    “La era social, breve analítica del concepto justicialista del trabajo” (UNR Editora) es u
  • Bailando hasta el fin de los tiempos

    El último libro de poesía de Pablo Bilsky Peste Negra, se va a presentar el próximo vierne
  • De vergüenza y orgullo

    En 1985 fue publicada por primera y única vez, y en forma póstuma, Los atributos, de Roger
Más por Eugenia Arpesella
Más en Ciudad

3 Lectores

  1. Graciela Ramírez Gronda

    02/11/2016 en 13:09

    Lamentablemente hay una medicina para pobres y otra para los que no lo son.
    El aborto no punible sirve para proteger a las mujeres que tienen acceso solamente a los hospitales públicos.

    Responder

  2. Fran

    02/11/2016 en 17:48

    No es verdad que el aborto legal siva sólo para mujeres sin recursos, sirve para todas, mi hermanita casi se muere por un aborto clandestino, todas absolutamente todas estamos en riesgo, incluso las que pudimos pagarlo en su momento, sigue siendo una intervención en la clandestinidad!

    Responder

  3. milda

    03/11/2016 en 16:04

    imprerdible esta nota cuanta razon tiene esta medica.

    Responder

Dejá un comentario

Sugerencia

Multitudinaria marcha universitaria en Rosario contra el ajuste de Milei

Estudiantes y docentes de la UNR en conjunto con diferentes agrupaciones políticas de la c