Central esperó un año para vengar aquella final perdida por errores arbitrales. Con goles de Fernández y Herrera, derrotó 2 a 1 a Boca (Benedetto descontó en tiempo cumplido), que se quedó sin Libertadores para el año próximo. El Canaya va por su tercera final al hilo.
Distinta instancia, mismo escenario. El Mario Alberto Kempes vivió un año atrás la final de la Copa Argentina entre estos dos rivales, que este miércoles volvieron a cruzarse, ahora en cuartos. Aquella vez, la pésima actuación de Diego Ceballos empañó la victoria Xeneize.
Ahora, la historia fue distinta, con Rosario Central metido en semifinales gracias a los gritos de José Luis Fernández a los 36’, y de Germán Herrera a los 41’, ambos en la primera parte, que tuvo a Walter Montoya como una de las grandes figuras.
El segundo tiempo fue un monólogo Xeneize. Jonathan Silva y Carlos Tévez estrellaron sendos remates en el palo. Sebastián Sosa se convirtió en el punto más alto, y le tapó un fuerte remate a Darío Benedetto, que tuvo revancha en la última bocha del partido con un cabezazo para descontar.
Pero ya no había tiempo para ninguna arremetida más. El conjunto auriazul movió del medio y Patricio Loustau, de buen arbitraje, le puso punto final a uno de los partidos más hablados en la previa.
Central llegaba mal parado a este duelo, por la derrota en el clásico y la lejana chance de pelear el campeonato. Boca lamenta la eliminación porque veía este certamen como el gran objetivo en el año, al ser lo único que le daba la clasificación a la próxima Copa Libertadores.
En semifinales lo espera Belgrano de Córdoba. El equipo dirigido por Eduardo Coudet busca alcanzar la tercera final consecutiva de Copa Argentina, para ir por la vencida.
