Giustiniani lanzará un partido distrital en Rosario.
Giustiniani lanzará un partido distrital en Rosario.

La fractura entre el sector que lidera Giustiniani y el oficialismo quedó expuesta con la constitución de una corriente de opinión opositora y la formación de un partido propio en Rosario, por fuera del PS, pero sin abandonarlo.

“El Frente Progresista tiene fecha de vencimiento”, dijo Zamarini. El rol de Cambiemos y la buena onda entre Mauricio y Miguel.

Las tensiones políticas al interior del Frente Progresista entre sus principales socios, el Partido Socialista (PS) y la Unión Cívica Radical (UCR), se complejizan con la contienda interna en el partido de la rosa roja. El sector liderado por el diputado Rubén Giustiniani constituyó una corriente de opinión opositora a la conducción partidaria de Antonio Bonfatti e inscribió un partido distrital para dar pelea electoral en Rosario en 2017 por fuera del PS, sin por eso abandonar las filas de la agrupación fundada por Guillermo Estévez Boero.

“El partido perdió protagonismo, porque tuvo una conducción con Hermes Binner que perdió terreno, a punto tal que hoy el PS no es un referente en la política nacional”, dijo a el eslabón Miguel Zamarini, ex presidente del Concejo Municipal y referente local de Igualdad y Participación, el espacio socialista enconado con la conducción oficial.

Además, Zamarini vaticinó que “el Frente Progresista tiene fecha de vencimiento”, estipulada según su opinión para las elecciones legislativas del próximo año, cuando el radicalismo juegue electoralmente con Cambiemos en los comicios a diputados nacionales y procure hacer lo propio, pero en el Frente Progresista, en los locales.

Vacancia

Así como la irrupción del kirchnerismo en la escena nacional el tercer año de la primera década de este siglo provocó el reacomodamiento de otras fuerzas políticas y generó divisorias de aguas, el triunfo electoral de Cambiemos también generó nuevos posicionamientos, aunque con un eje ideológico opuesto al proceso anterior.

La cola del PRO en la UCR santafesina promueve disputas en el Frente Progresista, y ahora también lo hace en el Partido Socialista. “Por ahí lo vemos al gobernador Miguel Lifschitz que está muy en diálogo con el macrismo y a Bonfatti –que es del mismo sector interno– que da discursos antimacristas, pero no descarta a Sergio Massa”, sintetiza Zamarini sobre el embrollo del progresismo.
Y arremete: “El espacio de centroizquierda lo dejó caer Binner, creemos que el oficialismo partidario no tiene claro el rumbo”.

Lo que se discute al interior del socialismo es, entre otras cosas, su posicionamiento nacional. Corrido el escenario político hacia la derecha por el triunfo de Cambiemos y la hibernación del kirchnerismo, el espacio de centroizquierda quedó en estado de vacancia.

Más aún si se toma en cuenta que la última candidata presidencial de ese sector, la genética Margarita Stolbizer, se acerca electoralmente al renovador Massa.

Con sello propio

El 19 de noviembre pasado representantes de 14 distritos del país se reunieron en el hotel Bauen de Buenos Aires para conformar la corriente de opinión interna Igualdad y Participación, “opositora a la actual conducción del Partido Socialista que encabeza Bonfatti”, contó Zamarini.

“¿Cuál es nuestra decisión? Recuperar los principios y valores que el Partido Socialista ha tenido a lo largo de su historia”, avanzó el ex concejal.
Pero las diferencias internas también tendrán expresión electoral. Así como Giustiniani –principal referente de Igualdad y Participación– presentó listas propias en las dos últimas elecciones primarias santafesinas, ahora decidió constituir un partido distrital propio en Rosario.

El 8 de diciembre será presentado, durante una cena, en el club Sportivo América. Por ahora tiene una junta promotora mientras procura reunir el número de afiliados requerido por la ley electoral para constituirse como fuerza política con autoridades legalmente aceptadas.

En diálogo con el eslabón, Zamarini aclaró que el nuevo partido “es lisa y llanamente una herramienta electoral, que si logra la personería puede presentarte en las elecciones locales”.
Eso, agregó, “no invalida la pertenencia al Partido Socialista, al cual no vamos a renunciar”.

En la búsqueda del armado de un espacio de centroizquierda, Igualdad y Participación mantiene diálogo político con el Frente Social y Popular del diputado Carlos Del Frade y la concejala Celeste Lepratti, así como también lo hace con el referente del Partido Socialista Auténtico (PSA) de Rosario, el ex concejal Alberto Cortez, entre otras fuerzas.

“Nuestro pensamiento es que solos no resolvemos nada, por eso decidimos ir a la búsqueda de alianzas, con otros espacios con los cuales tengamos coincidencias”, detalló el ex presidente del Concejo Municipal.
A nivel nacional, esas coincidencias se expresan con Fernando Pino Solanas.

La distancia entre el sector que lidera Giustiniani y el gobierno de Lifschitz se evidencia en cada tema de gestión. Ni en el porcentaje de aumento de las tarifas de luz; ni el del servicio de agua; ni en la necesidad de endeudamiento externo de la provincia para financiar obra pública existen miradas convergentes entre ambos dirigentes.

La de Giustiniani es una de las voces más críticas de la gestión socialista provincial. En algunos casos, más estridente que las de las fuerzas opositoras al gobierno de la Casa Gris.
Giustiniani fue presidente del Partido Socialista y senador nacional hasta que decidió enfrentar en las primarias de 2011 para la gobernación a Bonfatti, el delfín de Binner. Hasta entonces, la interna del PS se jugaba con sordina, puertas adentro del partido. Allí quedó expuesta la fractura y Pechito, como le dicen al ahora diputado provincial, perdió la interna y ganó el ostracismo partidario.

Diferenciados

La distancia o cercanía del socialismo en relación a Cambiemos también produce tensiones –menos audibles, por cierto– en otros actores de ese partido. Mientras el gobernador Miguel Lifschitz selló la paz con el presidente Mauricio Macri, el presidente del PS y de la Cámara de Diputados provincial, Bonfatti, parece atizar los fuegos de la guerra.

El mismo día que en un reportaje a medios del interior, publicado en Rosario por el diario La Capital, Macri dice que “ahora sintonizamos con Lifschitz y tenemos un único discurso”, Bonfatti declaró públicamente que las políticas económicas del mandatario nacional “no benefician a la mayoría de los argentinos”.

“Yo no veo un proyecto que beneficie a la mayoría de los argentinos. Por el contrario, creemos que se está concentrando la economía, cada vez más, en menos manos”, dijo en una entrevista al mismo diario en el que Macri elogió su relación con Lifschitz.

Un breve repaso del archivo de los últimos meses obliga a recordar que en julio el presidente había dicho que el gobernador de Santa Fe era el mandatario “con menos vocación de trabajo en equipo”.

Su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, le zampó en septiembre que “el gobierno de Santa Fe no se compromete a depurar la policía”, lo cual, a su criterio, demoraba la firma de un acuerdo para el envió a la provincia de fuerzas de seguridad federales. Que, finalmente, arribaron, aunque no se las vea. El acuerdo se firmó y la tensión bajó, como en un día de verano con altas temperaturas.

Semanas atrás Macri y Lifschitz mantuvieron una reunión a solas en la Casa Rosada. Los ministros santafesinos se enteraron del encuentro una vez que el gobernador dejó la casa de gobierno y lo hizo público. Los detalles de la conversación sólo los conocen los protagonistas, tal vez también algún allegado a ellos.

Lo que quedó claro a partir de entonces es la buena sintonía naciente entre ambos mandatarios, que el más importante en la jerarquía institucional, Macri, tradujo como “discurso único”.

Unos días antes, cuando el economista del Frente Renovador Roberto Lavagna ofuscó al oficialismo al señalar que lleva adelante el mismo plan económico que la última dictadura y que el menemismo en los 90, Lifschitz salió en auxilio del ex gerente general de Socma.

“Las declaraciones de Lavagna son demasiado apocalípticas”, dijo el gobernador santafesino, quien añadió que no ve “un escenario de conflicto a corto plazo”.

El sector binnerista del PS, que expresa Bonfatti, busca en cambio distanciarse de la buena onda que pegaron en los últimos tiempos Mauricio y Miguel. Una posibilidad que baraja el partido es que el actual presidente de la Cámara de Diputados encabece la lista de candidatos a legisladores nacionales en las elecciones del próximo año. Y, para acercarse a Cambiemos, ya está el radicalismo santafesino.

En ese entendimiento, Bonfatti viene sosteniendo críticas al gobierno de Macri en pos de recuperar para el PS el desdibujado espacio de centroizquierda.

Eso pareció decir cuando esta semana se reunió en Buenos Aires con Margarita Stolbizer y Humberto Tumini (Libres del Sur), integrantes de los restos de quien en vida fuera el frente Progresistas: sostuvo que durante la llamada “década ganada” primó la “corrupción” y se “desaprovecharon años de bonanza”, y ahora, con el gobierno de Cambiemos se impone el “neoliberalismo”, desde donde se “favorece a los sectores más poderosos de la economía” y “quienes más tienen más ganan, y hay más argentinos bajo la línea de pobreza”.

Fuente: El Eslabón

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