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Un especial fenómeno físico hubiera impedido que el presidente argentino, Mauricio Macri, pisara el suelo de Cuba. Imposible: Cuba y Macri son incompatibles. No pueden tocarse. Aunque Macri hubiese querido ir, aunque hubiese conseguido pasaje: no. El suelo de la isla, regado con la sangre de Martí y de tantos otros héroes y mártires, ese territorio liberado por un pueblo heroico que venció al Imperio más poderoso del mundo, rechaza a los mandatarios cipayos, expulsa a los vendepatrias corruptos al servicio de las corporaciones y del gran capital.

La ley de gravedad, minga. Si Macri hubiese ido a Cuba, hubiera quedado flotando, a diez centímetros del suelo, como un patético pelele de papel a merced de la brisa habanera. Cuba no se mancha.

Lo mismo puede decirse del presidente francés, François Hollande; la canciller alemana Angela Merkel; la primera ministra británica Theresa May; el presidente ruso Vladimir Putin, y el presidente de EEUU Barack Obama. Ninguno de ellos acudió a la ceremonia. Parece que Fidel no fue lo suficientemente “democrático” para estos mandatarios. A veces la hipocresía trae resultados benéficos. Le hicieron un gran favor al pueblo cubano. No acudieron.

El periodista Eduardo Febbro sintetiza en forma certera este torbellino de hipocresía en su nota “La doble moral de Occidente” publicada el 30 de noviembre en Página 12. Allí describe que “el espectro de la moral política se despertó de golpe en la conciencia de los dirigentes de este mundo”, y señala que “excepto uno de ellos, el primer ministro griego Alexis Tsipras, ninguno de los jefes de Estado o de Gobierno de Occidente acude a los funerales de Fidel Castro”.

Débil careta la de los hipócritas: “Jamás les importó desplegar alfombras de terciopelo para que los peores tiranos del planeta caminaran sobre ellas cuando venían a las capitales de Occidente a firmar frondosos contratos para comprar armas”, señala Febbro.

“Lo que ellos llaman la herencia de Fidel les provoca una crisis moral sin precedentes. Nunca se los vio tan irrevocablemente unidos y éticos ante la desaparición de un hombre que encarna, para ellos, la negación de la democracia liberal. Nunca antes les tembló la conciencia cuando pactaban contratos con algunos de los países árabes que se levantaron en 2011 durante la Primavera Árabe. Sea el tirano corrupto que gobernó Túnez, Zine el-Abidine Ben Ali, durante un cuarto de siglo, el Egipto de Hosni Mubarak o el ‘nuevo’ Egipto de la restauración ultraconservadora gobernado por el represor Fattah al-Sissi (general) desde 2014, cuando terminó de decapitar a los herederos de la Plaza Tahrir y luego apoyó el golpe de Estado (9 de julio de 2013) contra el presidente electo y líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Morsi”, agrega Febbro.

Hipocresía manchada con sangre, además. La nota menciona que las empresas armamentistas Airbus Space Systems, Thales Alenia Space, DCNS, Dassault Aviation, HDW, Thyssen Krupp Marine Systems (Alemania), Lockheed Martin (EE.UU.) hicieron grandes negocios con las más sangrientas tiranías del planeta. Doble moral, triple, múltiples morales. Una para cada ocasión.

Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar

Los actos de despedida de Fidel movilizaron a millones de personas en toda Cuba. Luego de la imponente concentración del martes en la Plaza de la Revolución, el miércoles comenzó el recorrido de 900 kilómetros que llegará mañana hasta Santiago de Cuba, donde tendrá lugar el homenaje final.

“¿Dónde está Fidel?”, preguntó durante el acto del martes el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Y la respuesta fue multitudinaria. Fue la gran síntesis. La gran verdad que las corporaciones ocultan. “¡Yo soy Fidel! ¡Yo soy Fidel!” repitieron cientos de miles, como un eco infinito. Porque Fidel es millones. Porque Fidel es una forma de decir “pueblo cubano” y “pueblos del mundo que luchan por la liberación”. Y su muerte no es más que una etapa más de esa multiplicación.

“Consagró su vida a la solidaridad y encabezó una revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes”, afirmó el presidente de Cuba, Raúl Castro.

Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, uno de los mandatarios más ovacionados del acto, señaló: “Cuenta con Venezuela, hoy más que nunca. Fidel, tu obra es el faro que iluminará por siempre a los pueblos del mundo. Y con el concepto de revolución, lo juramos desde el alma, lo haremos. Seguiremos el camino victorioso”.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, destacó que la figura del Comandante transcenderá el tiempo y vivirá por siempre en todo el continente americano. “La lucha de Fidel Castro continúa en los jóvenes idealistas empeñados en cambiar el mundo. Fidel, la mayoría del pueblo te amó con pasión, una minoría te odió, pero nadie pudo ignorarte”, señaló Correa.

El mandatario de Bolivia, Evo Morales, aseguró que “Fidel no ha muerto”, que está más vivo que nunca, y que es más necesario que nunca. “Fidel puso a Cuba en el mapa del mundo luchando contra la codicia del Imperio. Fidel demostró al mundo que no hay Imperio perpetuo ni poder imperial”, señaló Morales al tiempo que explicó que el Comandante siempre fue un padre de los excluidos, de los marginados y de los más pobres del mundo. Justamente, esto último explica las presencias y las ausencias en la ceremonia de despedida.

Agradecimientos desde todos los rincones del planeta

El vicepresidente de la República Popular China y miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, Li Yuanchao, destacó a su llegada a La Habana, en su calidad de enviado especial del presidente Xi Jinping, la importancia del Comandante para el mundo y para el pueblo chino. “Fidel es un destacado y brillante dirigente del pueblo cubano, y también es un gran revolucionario y amigo del pueblo chino”, aseguró.

Li Yuanchao agregó además que tuvo el honor de recibir al líder cubano durante una visita de Estado a su país en el 2003. Señaló que la visita dejó “profundas impresiones”, y que siempre van a recordar “las contribuciones históricas que ha hecho para impulsar la amistad chino-cubana”.

La delegación oficial de Vietnam estuvo encabezada por la presidenta de la Asamblea Nacional de ese país, Nguyen Thi Kim Ngan, representantes del partido, del gobierno y del Pueblo de Vietnam. “Aunque separados por cerca de 16 mil kilómetros, Cuba y Vietnam gozan de unos lazos de hermandad y amistad forjados al calor de las luchas contra el imperialismo”, señalaron los integrantes de la delegación.

El presidente del Consejo de la Nación de Argelia, Abdelkader Ben Salah, afirmó que su país consideró necesario acompañar a Cuba “en este momento de dolor tras la pérdida del líder de la Revolución Cubana”.

Por su parte, el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, ofreció sus condolencias al pueblo cubano y agregó: “Fidel Castro ha sido un hombre luchador, ejemplar e internacionalista”. Obiang explicó que cuando Guinea Ecuatorial logró su independencia, Fidel los ayudó en los momentos más difíciles. “Recuerdo que en mi último encuentro con él nos facilitó gratuitamente los servicios de la brigada médica cubana que hoy asiste a mi pueblo”, señaló el mandatario.

El primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, señaló que “es una pérdida para Cuba y los países del Caribe, de África y Latinoamérica” y agregó que “Fidel fue un líder de talla mayor, un héroe con la capacidad de integrar a los pueblos”.

El primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, señaló que llegó a Cuba “para celebrar la vida de Fidel y para ofrecer solidaridad al pueblo de Cuba” y agregó que es necesario “permanecer firmes al lado del Gobierno y el pueblo de Cuba, teniendo en cuenta los pensamientos del líder de la Revolución Cubana y alzar nuestras voces contra el bloqueo impuesto por EEUU contra la Isla”.

“Hemos perdido a un muy buen amigo, un profesor, un compañero, un Comandante”, concluyó Skerrit.

Lo llora el pueblo. Los pobres. Los que luchan. Lo lloran agradecidos en los países que debieron soportar los embates asesinos de las potencias coloniales e imperiales. Los explotadores, los mafiosos, y los imperialistas genocidas, en cambio, festejan y le dicen “tirano”. Las cosas están claras. Una vez más, Fidel nos aclaró las cosas.

Fuente: El Eslabón

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3 Lectores

  1. daniel Carballido

    04/12/2016 en 14:38

    Excelente reflexion Pablo, escucha a tanto burro diciendo que se había muerto un Dictador, alguien que le hizo muy mal a la historia de Latinoamérica, que leerte hablando en esos términos de Fidel y su legado que la verdad es un lujo. Me lo llevo y comparto.

    Responder

  2. daniel Carballido

    04/12/2016 en 14:40

    muy buena reflexion Pablo, tanto salame diciendo que murio un Dictador, un hombre que le hizo muy mal a la politica latinoamericana, que realmente es un lujo leer tu vision sobre Fidel y su mandato.
    Llevo y comparto.

    Responder

  3. Paulo Menotti

    04/12/2016 en 14:53

    Como siempre, excelente nota. Qué más se puede decir

    Responder

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