Foto: Ana Thompson Ariel Capriotti (Topo), Jimena manzotti (Kimi) y José Fuentes (Jota).
Foto: Ana Thompson | Topo, Kimi y Jota.

La banda formada a mediados de la década pasada, publicó Toropikaru, su quinto disco, con el que se aleja de la monotonía rítmica y toma elementos de la música caribeña.

El dúo de tecno pop local, formado por el guitarrista José Fuentes (Jota) y la bajista Jimena manzotti (Kimi), devino trío hace aproximadamente tres años, con la incorporación del baterista Ariel Capriotti (Topo), quien fue sumado cuando la banda se encontró frente al dilema de reproducir en vivo Época de Brujas, su tercer disco y el más rockero de su cosecha.

La incorporación del Topo, proveniente de la escena hardcore y quien toca batería electrónica en Daddy Rocks, alejó a la banda de los bombos en negra y. sin dejar de lado lo bailable, como tampoco las programaciones, la acercó a una complejidad rítmica que se materializó en Toropikaru –tropical en japonés–, última producción y la primera editada por el sello rosarino Polvo Bureau.

En el medio de ambas ediciones pasó Ah re que <3 (2015), un disco compuesto en su mayoría por refritos, que contó con el apoyo de un mecenas, y la única de sus producciones realizada íntegramente en un estudio profesional.

Con respecto a la diferencia entre Toropikaru y sus antecesores, Jota, quien reparte la vocalización con Kimi, contó a este medio que los discos anteriores “son más oscuros, sobre todo Época de Brujas, que responde a una época más dark de nuestras vidas, sumado a que en esa época escuchábamos una música diferente a la que escuchamos ahora. Toropikaru es un disco mucho más alegre. A su vez, este disco se compuso pensando también en la batería, tiene ritmos mucho más variados, muchos de ellos tropicales, no es tan cuadrado, nos pusimos las pilas musicalmente. Antes, cuando teníamos una canción la dejábamos más cruda, más espontánea, pero hace tiempo que le damos mucha más bola a los arreglos. También cuidamos que no salgan cosas muy barrocas, que luego no se puedan tocar en vivo”.

“Por otro lado, en un principio las canciones las hacía yo, pero hace tiempo que sólo llevo alguna base y junto a Kimi le damos forma, tanto a las letras como a los arreglos. Luego los ensayamos y los terminamos de afinar, admitió.”

Estupidez inteligente
Otro de los aspectos salientes de la banda es su singular lírica, la cual puede inscribirse en el clever stupidity (estupidez inteligente), categoría acuñada por el crítico de arte británico Simon Reynolds para referirse a la grandilocuencia cínica que caracterizaba las letras de bandas como The Stooges y Velvet Underground. “Al principio no le daba tanta importancia a las letras, eran más básicas, pero hace tiempo que empecé a jugar con hacer letras oscuras con melodías alegres. Nos burlamos mucho de nosotros mismos, experiencias personales, siempre buscamos que tengan una cuota de humor. No es que no nos interese lo político y lo social, todo lo contrario, pero son cosas que me interesa abordarlas desde otro lado”, alegó Jota.

Hacia el polvo vamos
Toropikaru es el primer disco que el trío publicó por la casa editorial Polvo Bureau, organizadora del Festival Otro Río y que cuenta con más de una veintena de ediciones de exponentes como Mi Nave, Päl Das Shutter y el chileno Cristóbal Briceño, entre otros. “Los dos primeros discos de Daddy Rocks están editados por el sello Soy Mutante, mientras que los siguientes, a excepción de Toropikaru, los editamos por nuestra cuenta. Yo me sumé a Polvo con mi proyecto solista –Hombre de Color– y trabajando con los chicos del sello me encontré con una manera de hacer que me gustó mucho. Todos los miembros del sello siempre están en los recitales, dando una mano. Se reparte la tarea de cobrar en la puerta, atender el puesto de la feria, hacer la gráfica, entre otras tareas. Es un verdadero grupo de gente, y si bien a veces hay peleas y discusiones, está buenísimo. Estamos contentos de formar parte de esa familia.”

Rosario es…
Al ser consultado sobre la salud actual de la escena musical rosarina, Jota sacó a relucir su afilada lengua y disparó: “La gente que dice que no hay movida en Rosario, es gente que uno nunca se encuentra en un recital. En Rosario hay una gran movida, pasa de todo a nivel cultural, lo que falta, en todo caso, es difusión de los grandes medios.”

Publicado en la edición del periódico El Eslabón #275.

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Un comentario

  1. LAURA MICHIELI

    06/12/2016 en 7:36

    ME ENCANTA DADDY ROCKS!

    Responder

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