Foto: Movimiento Unidos por los Barrios.
Foto: Movimiento Unidos por los Barrios.

El anfiteatro de Villa Tunari estuvo repleto de jóvenes durante la II Cumbre de Juventudes Antiimperialistas. Las calurosas jornadas en aquella región boliviana no sólo estuvieron marcada por la alta temperatura, sino también por el clamor de pibes y pibas que recorrieron cientos y miles de kilómetros para dar el presente. El cubano Johan Giménez Carabajal fue uno de ellos. Desde hace un año reside en Chile y milita en la Asociación Cultural José Martí, fundada en 1995 en la isla. “Participamos de la Cumbre porque creemos que es un espacio que hay que fortalecer, teniendo en cuenta la coyuntura. Hay que venir a encontrarse, reconocerse para tener una postura común y para tener ese sondeo de lo que sucede en América Latina, porque es mejor tenerlo colectivamente”, contó el joven. Y agregó, sobre el país que hoy lo alberga: “En Chile el pinochetismo está latente. Reprime el movimiento social, el movimiento mapuche. Y Chile es considerado punta de lanza para desarticular todo espacio como estos. Entonces, es importante que la juventud chilena comience a conectarse, porque ese desconocimiento entre nosotros ha sido la política eficaz del imperialismo”.

En este sentido, Giménez Carabajal consideró que “este evento puede generar algo muy positivo para el año que viene”, argumentando que “muchos de los que vinimos estamos un poco como cansados de encontrarnos de cumbres en cumbres. Y la coyuntura no está para esto, sino para trabajar permanente y sistemáticamente, y encontrar maneras concretas y reales de articularnos”.

El militante cubano pronosticó un 2017 “combativo, de lucha”. “Esperemos que en Bolivia se genere un proceso de unidad mucho mayor que el simple acto de volver a reencontrarnos para celebrar la lucha y la vida del comandante Che Guevara y sus compañeros y compañeras”, anheló. Y concluyó: “Estos espacios hay que mantenerlos, porque cuando estaban Chávez, Cristina, Lula, se generaban estas alianzas, estos mecanismos de integración y se daba mucho más fácil, pero ahora es el momento de demostrar realmente la fuerza que tenemos como movimientos sociales, de vernos solos. Es el compromiso que tenemos”.

Por su parte, Danae Díaz, de la Comisión Chilena por los Derechos Juveniles –cuyo laburo se desarrolla en la ciudad capital de Santiago– sostuvo que el objetivo con el que arribaron a una de las regiones de mayor cultivo de coca en el mundo fue “conocer las miradas que habría en torno al tema juvenil, pero también de cómo miramos críticamente nuestras sociedades para cambiarlas; y para eso, generar redes, es lo que veníamos buscando”.

La joven trasandina coincidió en la “necesidad de reunirnos y organizarnos constantemente para poder saber en qué está el resto, pero también para colaborar entre todos”, y reivindicó su posición de género: “Además del nombre que se le da a la cumbre de antiimperialista, darle aparte el tenor de antipatriarcal. Me parece que eso es fundamental. Se compartieron varias inquietudes, como el aborto libre, gratuito y seguro para todas; la violencia contra las mujeres, los femicidios; el acoso callejero y hasta lo que pasa dentro del hogar”.

“Se busca intentar despatriarcalizar toda nuestra sociedad”, continuó Díaz y dio cuenta que en su país “hay una situación terrible, porque están los problemas de femicidios que son constantes, y por otro lado hay una alta tasa de abortos, que se practica igual, sólo que es penalizado por ley y muchas mujeres ven su vida en peligro”. También resaltó la “lucha que se ha dado muy fuertemente sobre el asunto del acoso callejero”. Comentó que “existe una ley antidiscriminación, que se realizó hace un par de años a partir de que un joven fue asesinado brutalmente en una plaza de Santiago por ser homosexual”, y que “desde ahí se genera esta ley para penalizar eso, pero el problema es que no se trabaja en la prevención”.

Juan José es de La Paz y miembro de la Coordinadora Universitaria Nacional. Subrayó que “hay una juventud latinoamericana antiimperialista unida y bien fuerte”, aunque lamentó que “lo que no son tan fuertes ahorita son los procesos de cambio en América Latina”. Por lo tanto, el joven boliviano afirmó que “es misión de nosotros llevar esa fortaleza que hemos visto aquí hacia el campo político y la toma del poder”. En tanto, Fernando López, militante de la agrupación Generación Evo, resaltó que en la Cumbre ”hubo mucho interés de la gente de debatir, intercambiar temas; fueron debates de jerarquía y eso es importante porque tener juventud formada que enriquezca el debate va a generar que en un futuro las cumbres no solamente sean de pronunciamiento”.

Pilas recargadas

A excepción de los anfitriones, la delegación argentina fue la más numerosa en desembarcar en territorio cochabambino. Un importante número de agrupaciones sociales, políticas y sindicales estuvieron representadas en la Cumbre Antiimperialista. Durante el larguísimo regreso a casa en colectivo, los cronistas de el eslabón se movieron de butaca en butaca, rescatando algunos testimonios. “La idea era compartir experiencias con los otros países, de los que sólo conocemos sus realidades a través de los medios. Participé del taller de género, que fue muy rico; y me pone muy contenta los derechos conquistados que tiene nuestro país en relación a otros países, como el matrimonio igualitario, AUH, la jubilación de amas de casa”, arrancó contando Melina Falchini, del Partido Justicialista de Santo Tomé. A la vez, lamentó que “hace un año tenemos un gobierno de derecha y se retrocedió mucho. Pero está en nosotros defender todo lo conquistado. Vuelvo con más pilas porque escuchar el relato de tantos compañeros que hacen lo mismo en distintas ciudades me llena de energía, el pensar de que no estamos solos. Hay futuro porque nosotros somos el presente”, remató.

En sintonía, Matías Colagioia, de la Asociación Empleados de Comercio, destacó el hecho de “generar contactos con compañeros de Rosario que están enmarcados dentro del mismo campo ideológico que busca la sede sindical para crear lazos entre los jóvenes”. Y subrayó: “También fue importante conocer la experiencia de otros compañeros de Latinoamérica, con la realidad de cada país”. El joven del gremio mercantil coincidió en que la Cumbre contribuyó a “recargar las energías en un momento difícil como el que vive la Argentina, donde hay una avance muy fuerte de la derecha, que pretende desanimarnos”. Y cerró: “La visión de la delegación gremial local es que los sindicatos deben estar encuadrados en una idea política, para salir de esa visión de que los sindicatos son cerrados y quedan al margen de los procesos populares. Sin perder nuestra actividad sindical, defendiendo a los trabajadores, tenemos que tener una participación activa en la política”.

Por último, para el militante de Ciudad Futura Juan Reeves, el evento significó “una excusa para consolidar el grupo interno en nuestro espacio y para consolidar procesos de coordinación”. Y agregó: “Nos interesa el proceso de cambio boliviano. Poder observar en términos organizativos y políticos cómo se llevaba a cabo una Cumbre. Adquirir esa experiencia para trasladarlo a la ciudad”.

Fuente: El Eslabón

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