En un partido para el infarto y con muchas polémicas, el Canaya se llevó la peor parte. Estuvo dos veces en ventaja, pero no lo pudo sostener y cayó ante el Millonario 4 a 3, en Córdoba. Y así sumó una nueva frustración en la instancia decisiva de este certamen. Renunció Coudet.
Central se metió en una nueva final de la Copa Argentina, y padeció la misma suerte que en las dos ediciones anteriores. Se quedó en las puertas de la gloria y sin Copa Libertadores para el año que viene.
River arrancó arriba con el penal convertido por Lucas Alario a los 10’ de la primera parte. En la jugada anterior, Leonardo Ponzio le cometió una clara falta adentro del área a Teo Gutiérrez que el árbitro Patricio Loustau ignoró.
El conjunto auriazul lo dio vuelta en cuestión de minutos, con los goles de Damián Musto a los 25’ y Marco Ruben a los 29’. Pero la fineza que el juez no tuvo en el agarrón al colombiano, sí la implementó en al área de enfrente, cuando infantilmente Dylan Gissi apenas tomó del brazo a Alario. El delantero, nuevamente desde los doce pasos, no falló a los 39’ y se fueron al descanso en paridad.
En el complemento, Ruben volvió a poner en ventaja al Canaya, que comenzó a atravesar su momento más tranquilo en el partido. Pero todo se volvió una pesadilla en un abrir y cerrar de ojos. A los 26’ Alario marcó su triplete e Iván Alonso a los 29’ revirtió el tanteador.
En adelante, Central sumó nerviosismo y careció de juego. Para colmo, se quedó sin su capitán por expulsión, y las chances cada vez eran menores.
La derrota pega duro en Arroyito. Sin Libertadores para el año que viene y lejos en el torneo local, el próximo semestre se tornará larguísimo para el equipo, que encima se quedó sin Eduardo Coudet, quien decidió dar un paso al costada tras el nuevo tropezón.
