El concejal Eduardo Toniolli presentó un nuevo informe del Observatorio Social del Transporte (OST) donde se analiza el desarrollo del sistema de trolebuses locales, y – en particular– el estado de la flota de las líneas K y Q.
El nuevo informe del OST, el primero del año 2017, detectó un hueco de 33 unidades en el sistema de trolebuses. Según informó el edil peronista “se incumple en lo que hace a las frecuencias exigidas, como en el estado de los coches, sobre todo en lo que refiere a la adaptación para usuarios con movilidad restringida”.
El trabajo en esta ocasión analiza el desarrollo del sistema de trolebuses locales, y – en particular– el estado de la flota de las líneas K y Q para afrontar las exigencias del nuevo pliego. “El punto de partida de ambas líneas, una histórica y otra a inaugurarse, preanuncia un inmediato incumplimiento de lo que exigen los estándares del nuevo sistema, tanto en cantidad de unidades para cumplimentar el servicio, y por lo tanto en lo que hace a las frecuencias exigidas, como en el estado de los coches, sobre todo en lo que refiere a la adaptación para usuarios con movilidad restringida”, indicó el edil del PJ-FPV a través de un comunicado de prensa.
En ese marco, Toniolli señaló que “la cantidad de 20 unidades con la que cuenta la K en la actualidad, y las 12 que compró la Municipalidad a la empresa rusa Trolza para ser destinadas a la futura Q, están lejos de alcanzar las 27 y las 18 unidades que les exige el nuevo pliego a ambas líneas respectivamente (si incluimos las que deben estar operativas y las de reserva frente a imponderables), en el marco del grupo 1, correspondiente a aquellos corredores que quedarán en manos del Estado”. Y agregó: “estos faltantes redundarán en que al momento de ponerse en funcionamiento el nuevo sistema, tanto la K como la Q estarán incumpliendo la cantidad de vueltas a prestar diariamente por su flota, y con ello obviamente las frecuencias exigidas”.
Para el concejal peronista, ante el relevamiemto del Observatorio Social del Transporte, sumando los faltantes calculados para ambas líneas a fin de cumplir con las estipulaciones de los pliegos en materia de frecuencias, “sería necesaria la incorporación de cuanto menos otros trece trolebuses (seis para la Línea Q y siete para la K), aparte de las 12 unidades compradas a Trolza”.
“Si además –continuó el comunicado de Toniolli– nos remitimos a la nueva exigencia de que el 100 por ciento de las unidades de la totalidad de las líneas del TUP deben ser adaptadas para permitir el acceso de personas con movilidad restringida (tal como lo dispone el Art. 18.1 inc. D del nuevo pliego), nos encontramos en la necesidad de reemplazar íntegramente las 20 unidades hoy operativas de la K, que en estos días cumplen 23 años de servicio ininterrumpido, y que –a pesar de prestar las mejores frecuencias y coberturas en comparación con el resto del sistema– están llegando al final de su vida útil, y en ningún caso permiten el acceso de personas con discapacidades motrices”.
Finalmente, según el edil, “hay un hueco de 33 unidades faltantes para que las dos líneas de troles que van a operar de aquí en más presten un servicio acorde a los estándares que exige el nuevo sistema según la normativa que lo regula, y a la fecha la Municipalidad no ha aclarado como será cubierto ese faltante o si hay un plan de inversiones orientado a hacerlo”.
“Sin dar respuesta a estas flagrantes incongruencias, el Ejecutivo utiliza promesas de creación de nuevas líneas de troles, sin mayores detalles ni planificaciones serias, como un dulce para convencernos a los concejales de hipotecar la ciudad en dólares, para resolver los problemas financieros derivados de la pésima gestión de los recursos comunes que han llevado adelante en las últimas décadas”, concluyó Toniolli.
