La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner se hizo eco de un artículo periodístico sobre la vulnerabilidad del sistema informático judicial: “Es posible elegir el juez deseado en cualquier fuero”, advirtió.

En su cuenta de facebook, la ex mandataria publicó un comentario, haciendo referencia a la nota de la periodista Irina Hauser que salió este lunes en Página 12. “Parece que 2017 empezó con nuevos bríos e informes reveladores en el Consejo de la Magistratura y en tribunales que llegan a una misma conclusión estremecedora: el sistema informático judicial es altamente vulnerable”.

CFK, además, subrayó parte de la nota: “Cualquiera con cierto acceso puede hasta modificar una declaración o enterarse de una orden de allanamiento. Y con apenas una dosis más de sofisticación es posible elegir el juez deseado en cualquier fuero para determinado expediente”.

En el artículo Hauser sostiene que “el centro de datos del Poder Judicial, más conocido como data center, es el lugar donde están  los servidores informáticos de todos los tribunales nacionales y una base con el contenido de los expedientes judiciales (declaraciones, resoluciones, peritajes, presentaciones). Está ubicado en diagonal al Palacio de Justicia, en Lavalle 1240”.

La periodista, asimismo, señala que “el día que fue inaugurado en 2010, la Corte Suprema lo presentó como «un área de máxima seguridad, que albergará la más alta tecnología de almacenamiento y procesamientos de datos»”.

Sin embargo, relata Hauser, “el 11 de abril del año pasado, uno de sus responsables más altos entró con un coequiper ingeniero a la sala de máquinas y anuló el sorteo informático que opera desde allí que le asignaba la causa sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman al juez federal Sebastián Casanello”. Por toda excusa, el funcionario explicó: ““Me lo pidió la secretaria de la Cámara Federal”.

En el informe se indica que “el increíble episodio, en un tema de extrema sensibilidad, terminó en denuncias penales y administrativas que un sinfín de funcionarios judiciales se empeñaron en minimizar durante meses”.

Pero a la larga, comenta Hauser, se produjo un hecho revelador: “El jueves último (por el 11 de febrero) el Consejo de la Magistratura (organismo que elige a los jueces, sanciona y administra fondos) fue escenario de dos novedades ligadas al tema. El plenario decidió abrir, tras casi un año,  un sumario contra el director general de tecnología, Gabriel Mehlman, el funcionario que anuló el sorteo que le daba el caso Nisman a Casanello, juez de poco agrado del Gobierno, y ejecutó otro que se lo asignó a Julián Ercolini, a quien el oficialismo considera funcional y a la vez es leal al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti”.

Stiuso, siempre Stiuso

La periodista recuerda que “la causa sobre la muerte de Nisman tramitó más de un año en la justicia ordinaria, en el juzgado de Fabiana Palmaghini y la fiscalía de Viviana Fein. Cuando reapareció el ex jefe de operaciones de la ex Side  Antonio Horacio Stiuso… declaró un día entero y sugirió que al fiscal lo mataron, tal como insiste la ex esposa del fiscal Sandra Arroyo Salgado. Ese testimonio fue la base de la decisión de Palmaghini de aceptar que la causa vaya al fuero federal, siempre más dispuesto a las negociaciones políticas”.

Hauser rememora que ni bien se produjo “el cambio de fuero, la causa fue rapidísimo a sorteo en la Cámara Federal y no dio tiempo a nada. En el momento de activar el botón crucial (para sortear el juzgado) había periodistas, además de secretarios del juzgado de Palmaghini y de la Cámara. Todos vieron que salió asignado el juzgado 7, de Casanello, y que luego un monitor mostró una falla, pero en otro se seguía viendo el resultado, sólo que esa máquina no permitía continuar el trámite”. Por ese fallo del monitor se montó la operación de cambiar manualmente, a través del funcionario ahora investigado, el tribunal que debía hacerse cargo de dilucidar la muerte de Nisman.

“La secretaria de la Cámara, Susana Echeverría, -narra Hauser- llamó a Mehlman, que después se sinceró con Cubría y le contó que le indicó, de parte del presidente de ese tribunal, Martín Irurzun, que anulara el sorteo para que se hiciera uno nuevo. Mehlman fue con el ingeniero Marcelo Domínguez al lugar donde están las máquinas pero tardaron dos horas y media en rastrear la operación exacta de la causa Nisman entre todos los cientos de sorteos de todos los fueros. O sea que recién entonces se conoció el nuevo juez, (Julián) Ercolini”.

La periodista remarcó: “Era tan ostensible que fue una maniobra fuera de los cánones y a esa altura lo sabían tantas personas, que Irurzun hizo una denuncia penal antes de que otro lo denunciara a él. La causa le tocó a (Claudio) Bonadío pero aún no llegó a nada”.

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