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En 2017 finalizan trece mandatos en el Palacio Vasallo. Muchos ediles renuevan sus bancas, otros quieren subir un peldaño.

“Quizás, lo políticamente correcto es decir que todos los años son iguales. Pero no es así”, dijo el concejal Osvaldo Miatello, estrenando despacho luminoso, en la versión remozada del Palacio Vasallo. Trece de los 28 ediles dejan este año su banca, la mayoría quiere renovar, otros aspiran a escaños en ligas mayores y no faltan las dudas entre ambas opciones. De modo que la frase del edil de Compromiso con Rosario no pudo ser más certera. Casi la mitad del cuerpo deberá revalidar blasones en dos instancias, agosto y octubre.

Las que se vienen son las llamadas elecciones de medio tiempo, en las que se renuevan las legislaturas en los tres niveles del Estado. Si a esta instancia estrictamente institucional se le suma contexto, la movida se vuelve inquietante. ¿Por qué? Porque, a pesar de no estar en juego, resulta ineludible la evaluación de las gestiones ejecutivas en los niveles citados. Así que se juegan dos escenarios que, como dice la canción, parecen ir juntos a la par; acople que puede deparar tranquilidad o desasosiego, por partes iguales.  

“Tener dos elecciones como vamos a tener en 2017 implica que la tarea legislativa esté atravesada por el tema. Es inevitable. El cierre de listas sería en mayo, las primarias en agosto y las generales en octubre”, detalló Miatello. Y dijo  que “ignorar este impacto en un cuerpo eminentemente político no tiene sentido”.

La concejala Lorena Giménez Belegni (Partido Progreso Social) también intuye que el ciclo legislativo que comienza será “difícil, fuerte en cuanto al trabajo porque se junta un año electoral y muchos de quienes estamos en una banca aspiramos a poder renovarla”. En ese marco consideró que habrá que redoblar esfuerzos para sostener “todo el trabajo que se viene haciendo internamente en el Concejo, con las campañas”.

“En nuestro caso ya tenemos el ejercicio de salir mucho a la calle, pero en campaña se duplica. En ese sentido es que considero que será fuerte”, dijo la edila, portavoz en el Palacio Vasallo del espacio del Tigre Cavallero. También en despacho renovado, la edila atendió a el eslabón mientras se aprestaba a llegarse hasta el Apeadero Sur, porque, como suelen hacer los vecinos, habían acercado versiones preocupantes sobre su estado.

Desde Ciudad Futura, bloque que también estrena oficina en Córdoba y 1 de Mayo, Juan Monteverde imaginó un 2017 legislativo “bastante complicado”. Y citó la experiencia 2016, con críticas al funcionamiento institucional por “dispersión de monobloques y falta de voluntad política de los sectores que conducen el Concejo a debatir, para que las propuestas lleguen al recinto y sacar políticas de Estado”. “Si esto pasó en un año no electoral, uno no es muy optimista cuando la mitad estará ocupada en renovar”, comentó.

Además, adelantó que Ciudad Futura intentará “dar el debate, salir de la rosca chiquita y poner arriba de la mesa políticas de Estado. El año pasado se complicó mucho por determinadas lógicas de los roles de oficialismo y oposición, donde la voluntad política fue que no se debatiera nada, y lo padecimos”, sostuvo. Y reiteró que abogarán por otra “lógica de debate, donde los proyectos que sean buenos se puedan discutir más allá de sus autores”.

Las primeras agendas

La acción del Concejo comienza el miércoles 22, a las 16, con reunión formal para la sesión extraordinaria que se realizará un día después. Mientras tanto, los ediles van afinando temas. Miatello anunció que hará foco en la comisión de Ecología que preside. No es para menos. El año pasado cerró sin que el Concejo le diera despacho al pedido del Ejecutivo para prorrogar el contrato con la empresa Resicom, operadora de la disposición final de residuos sólidos en Ricardone. ¿Por qué? Para reemplazar la contratación directa millonaria por llamado a licitación. Para lograrlo, los ediles de la oposición accedieron, y a los efectos de no dejar a la ciudad sin el servicio, accedieron a una prórroga acotada, por un año, mientras el Palacio de los Leones elabora el pliego licitatorio.

Según el edil, desde hace doce años hay contratación directa con Resicom, que deposita en el relleno sanitario de Ricardone las 800 toneladas diarias que produce Rosario. Durante ese tiempo no se llamó a licitación porque “Medio Ambiente de la Provincia informa a la Municipalidad, que es la única empresa en territorio santafesino en condiciones de realizarlo”, según explicó el edil. En ese mismo período de tiempo, el volumen fue una constante y ahí está uno de los puntos ásperos del tema porque, en 2008, el Concejo aprobó una ordenanza para poner en marcha Basura Cero. Se trata de un derrotero paulatino pero constante para llegar al 2020 sin rellenos sanitarios.

“Pero si tenemos el mismo volumen que hace doce años, implica que hay un fracaso”, enfatizó Miatello y dijo que en 2017, a través de la implementación de políticas eficientes (separación en origen, reciclaje, reutilización), debería haber llegado a Ricardone la mitad de las 800 toneladas. Y explicó que si bien Rosario tiene una planta de reciclaje (zona oeste), la cantidad que se procesa no incide en el volumen mensual.

Por su parte, Giménez Belegni dijo que en la agenda ya prevé un tema de alta sensibilidad, que se originó cuando en pleno verano tuvo que intervenir para que un joven con discapacidad pudiera viajar para realizar un tratamiento en una empresa de ómnibus que se negaba a cederle el pasaje gratis que le corresponde por ley. Como en ese momento no logró que “quien está al frente de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) Rosario me devolviera un solo llamado, ahora vamos a ver si lo citamos al Concejo así nos explica el incumplimiento”, relató.

Monteverde, en pleno verano de lluvias locas, señaló que Ciudad Futura presentó un proyecto para prevenir inundaciones en Rosario con “un cambio radical de modelo urbanístico, control público de reservorios naturales y nuevo cinturón verde de seguridad. Esa es la única forma de prevenirlas”, enfatizó. Y dijo que la iniciativa es “revolucionaria en tanto cambio de paradigma urbanístico”. En su opinión se hace necesario “planificar Rosario en base a su geografía y recursos naturales, ponerle freno a la especulación inmobiliaria y las modificaciones artificiales de las cuencas naturales. Eso es lo que busca el proyecto. Porque la única manera de prevenir inundaciones es cambiar el modelo de ciudad y el modelo productivo”. Y dijo que el proyecto ingresó hace un mes al Concejo y será una carta fuerte a discutir este año.

Los que terminan sus mandatos

Los concejales que finalizan su mandato en diciembre de este año son Norma López (Frente para la Victoria), Lorena Giménez Beligni (Progreso Social), Carola Nin (Compromiso con Rosario), Sebastián Chale (Radicales Progresistas), Martín Rosúa (UCR 1983), Daniela León (Unión Cívica Radical),Verónica Irízar (Socialismo), Carlos Comi (Coalición Cívica), Jorge Boasso (Radical), Diego Giuliano (Rosario Federal), Carlos Cossia (Peronismo Solidario), Carlos Cardozo y Renata Ghilioti (PRO).

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