Foto: Virginia Benedetto.
Foto: Virginia Benedetto.

Desafiando a los malogrados operativos oficiales para solucionar conflictos territoriales se reunieron en Maitén jóvenes mapuches del Lof en Resistencia de Cushamen con trabajadores del Viejo Expresso Patagónico La Trochita, la formación que recorre parte del territorio del pueblo originario, hoy norte chubutense. “Cansados de tratativas en una Mesa de Diálogo, dijimos que sólo hablaríamos con los trabajadores ferroviarios”, indicó a El Eslabón el werken (referente) de la comunidad del departamento Cushame. Y tras el acuerdo, el tren volvió a circular.

“Estamos en un proceso de recuperación en la estancia de Benetton, que comenzamos en 2015, y el cierre del paso del tren se debe a que no se escuchan nuestros reclamos y pasan por el territorio ancestral sin pedir permiso”, explicó el dirigente.

“Somos antiimperialistas y anticapitalista y luchamos contra uno de los más fuertes de la Patagonia, el grupo internacional Benetton. Nuestro proyecto es la expulsión de los grandes capitalistas del territorio mapuche”, advirtió.

El werken mapuche destacó: “Durante todos los tiempos sufrimos la persecución política e ideológica. Tras la represión, tenemos 24 hermanos imputados por diferentes causas. Pero ya llevamos un año y medio de recuperación territorial”.

“El Estado nacional y provincial, como los medios de comunicación, nos persiguen, históricamente, intentan enmudecer la lucha de nuestro pueblo. Buscan crear un enemigo interno en la sociedad, diciendo que somos terroristas, subversivos”, señaló.

Un pacto fraternal

La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos del norte chubutense destacó el valor del acuerdo entre trabajadores y mapuches.

El dirigente Julio Saquero, afirmó que “el Estado prefirió la represión a mantener los acuerdos pactados, cuando el 9 y 10 de enero se reprimió a la comunidad mapuche que recuperó tierras que hoy son parte de los latifundios del empresario del Benetton”. “Pero, la palabra pacífica y fraternal cambió la historia”, dijo sobre el acuerdo por el que La Trochita volvió a circular.

“El respeto de la palabra empeñada y el parlamento son la base de la cultura mapuche. Eso lo repitieron los representantes de la comunidad una y otra vez en el escenario de la frustrada Mesa de Diálogo, durante meses”, indicó.

Saquero también remarcó que “los hechos desmienten al gobierno y al periodismo oficialista de Chubut y otros que han sembrado de calumnias y difamaciones la lucha legítima de la comunidad de Resistencia de Cushamen”.  Y agregó que “desde siempre, invisibilizados, mantienen su postura con dignidad y sabiduría, a pesar de la sangrienta represión desatada el 10 y 11 de enero pasado, cuando alrededor de 200 gendarmes con apoyo de fuerzas policiales, vehículos blindados, caballería, helicóptero y drones”.

En el complejo conflicto que tensiona a la ensoñadora Comarca Andina del paralelo 42, en territorios del sur rionegrino y el norte chubutense cercanos a la cordillera, los mapuches reclaman por sus tierras ancestrales y el gobierno provincial no busca una solución.

Las tropas “cortaron tres rutas manteniendo sitiada por diez horas a la comunidad militarizando todas las poblaciones vecinas”, recordó Saquero. El primer día de la represión hubo diez personas detenidas y golpeadas. La zona liberada al día siguiente se mantuvo para “cazar mapuches”, como sostiene un comunicado del Lof, ocasión en la que dos integrantes de la comunidad recibieron gravísimas heridas, fruto de escopetazos a corta distancia. “Fueron disparados desde un móvil de la división de infantería de la policía provincial de Chubut”, denunció Saquero que indicó que “sitiaron y militarizaron la zona con el consenso del gobierno nacional y provincial”.

Los talleres

“Mi abuelo fue uno de los primeros pobladores de la zona, llegó en el 1900 y hay fotos donde se los ve junto a mapuches, él era checoslovaco y mi abuela chilena. Todos llevamos algo de mapuches”, dijo Marcelo Ballerini, delegado de los trabajadores ferroviarios de la estación El Maitén, donde también La Trochita tiene sus talleres.

El ferroviario fue uno de los trabajadores que visitó a la comunidad para intentar llegar a una solución. “Ya en 2015 habíamos hablado con la comunidad del lof, ahora fuimos unos cuatro compañeros, charlamos y compartimos opiniones. Así llegamos a un acuerdo para que circulara la locomotora, cuando estamos por pasar les avisamos porque recorremos parte de su territorio. La idea era no perjudicarnos y respetar los derechos de todos”, contó.

En tanto, la formación pasa ya sin gendarmes y se concretará el pedido de una comunidad Nahuel Pan, sobre el suministro de agua para sus miembros.

“Los trabajadores advertíamos que si no llegan al Maitén las locomotoras, vagones y maquinarias, que acá reparan unos 20 compañeros, pueden cerrar el lugar y utilizar servicios privados o de Esquel”, remarcó.

“Bruno Peláez era empleado de la Trochita y ahora es gerente de la empresa, pero los mapuches no quieren hablar con empresarios y funcionarios, lo hicieron durante años y nunca avanzaron en acuerdos que ya se habían pactado”, subrayó.

Los mapuches afirmaron que en este conflicto seguiran primando y manteniendo el diálogo con los trabajadores, no así con el poder político, “funcionarios racistas y burócratas de turno como Mario Das Neves, Pablo Duran, Martin Bortagaray (ex presidente de la Corporación de Fomento del Chubut (Corfo), Bruno Peláez, gerente de la empresa, Hernán Alonso, actual presidente de Corfo, ni con cualquier otra persona que no demuestre capacidad real de diálogo”.

La tierra y el agua

Saquero resaltó que el profundo conflicto que se da con el pueblo mapuche se enmarca en la problemática relacionada a la enclave económica que representa la empresa Benetton. En el latifundio de Benetton “se ubican las nacientes del río Chubut, que provee de agua a casi toda la provincia”.

Con su llegada a Chubut, los ingleses buscaban “crear un estado independiente, porque eran corrido por la religión”, rememoró y apuntó que “hay pueblos rodeados de alambres de la estancia del millonario, que como Lewis en Río Negro, es visitado por el presidente de la Nación”.

En esa disputa, sobre el territorio recuperado a Benetton, sobre la ruta 40 y el cruce al Maitén, “se recogieron cartuchos, balas y envases de gas lacrimógeno: alguien contó 242 cartuchos, de esos que dicen anti-tumultos, cal. 12/70, FB. Y balas de plomo, alguna sin detonar, desperdigadas”, indicaron desde la APDH.

Saquero consideró que “hay un fuerte cambio generacional y poblacional en la región. En los últimos 30 años vinieron muchos nuevos pobladores procedentes del norte de Buenos Aires, llegaban en búsqueda de una vida distinta”.

“Pero –agregó– el lugar de todos los proyectos y utopías, está casi todo rodeado por alambres que cercan las grandes propiedades. En esa situación, también hay jóvenes mapuches que dejan las grandes ciudades donde fueron empujados tras quitarles la tierra donde producían y tenían su vínculo con la cosmovisión. Ahora muchos quieren volver a la tierra de sus padres. No es una cuestión sólo económica, se refiere a conservar su identidad, cultura, lengua y saberes”.

Fuente: El Eslabón

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