Central venció 1 a 0 a Quilmes en el Centenario, con gol de Washington Camacho de cabeza y sobre el final. Así, el entrenador Paolo Montero logró su primera victoria, a pesar del flojo partido.
El conjunto auriazul volvió al triunfo luego de la caída en casa ante Godoy Cruz. Lejos de un nivel aceptable y de mejorar su imagen, se terminó quedando con tres puntos valiosos en la última bocha del partido.
En un primer tiempo parejo, Central tuvo un leve predominio en los primeros minutos. Llegó dos veces con remates de media distancia: el primero de Federico Carrizo y otro de Mauricio Martínez, bien controlados por César Rigamonti.
Al promediar la etapa inicial, el dueño de casa tuvo mayor tenencia de pelota a través del buen manejo del ex Canaya, Hernán Da Campo, pero el equipo careció de profundidad y recién –a falta de cinco para el entretiempo– llegó con un disparo de Federico Andrada que tapó Diego Rodríguez.
El complemento fue más pobre que la primera mitad y recién con el ingreso de Washington Camacho el visitante tuvo más volumen de juego y, junto con las subidas de Víctor Salazar, complicó por derecha a Matías Orihuela.
El equipo de Montero llegó con un par de situaciones bien resueltas por Rigamonti, en tanto que Quilmes apostó al contragolpe. El local llegó con un remate de Da Campo que despejó el Ruso, y en el rebote Nicolás Andrada ensayó de emboquillada y la pelota se fue por encima del travesaño.
Hasta que a los 44’, Camacho cabeceó en el área chica un centro de tiro de esquina desde la derecha y batió al arquero rival.
El conjunto de Arroyito deberá mejorar considerablemente su juego, de eso no quedan dudas. Mientras, se trajo tres unidades para Rosario que le permitirán trabajar con mayor tranquilidad en la semana.
