No son pocas las voces que advierten que la violencia narcocriminal que azota a Rosario se ve favorecida por el abandono del Estado de los barrios más humildes, donde las bandas delictivas reclutan soldaditos y sicarios de cada vez más corta edad y cada vez menos posibilidades de encontrar otra salida a su realidad de pobreza y marginación social. “Ahora …