La negociación que derivó en el dictamen del proyecto de Ganancias generó reacciones de todo tipo. El jefe de Diputados del FpV, Héctor Recalde, juzgó que es “malo”, y uno de los popes de la CGT, Héctor Daer, ensalzó a su jefe, Sergio Massa. El gobernador Miguel Lifschitz banca todo: “Se logró un buen acuerdo”.
El jefe del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria (FpV), Héctor Recalde, negó que su fuerza avale al nuevo proyecto de reforma del impuesto a las Ganancias acordado por el Gobierno con la CGT y las provincias, al que consideró «malo».
El legislador considera que es «un retroceso para toda la sociedad, pese a que fue un leve avance respecto de la iniciativa original del oficialismo».
Recalde, en diálogo con Radio Del Plata, opinó sobre la iniciativa que será tratada este miércoles en el Senado con vistas a que Diputados la convierta en ley el jueves: “Látigo, billetera y ciertos operativos hicieron, junto a las necesidades fiscales también, que haya un nuevo acuerdo que, insisto, no es bueno».
El diputado kirchnerista se lamentó de que «cuando hablan del déficit fiscal se preocupan por lo que pagan los trabajadores pero no de la transferencia de recursos que hicieron (desde el Ejecutivo) a los sectores más concentrados de la sociedad». Y agregó que «en términos globales, hasta noviembre de este año le habrán dado, exageradamente, a pesar de que este proyecto se apruebe, 290.000 millones de dólares a los sectores medio altos y altos, y con esto -el proyecto de modificación de Ganancias- serían 50.000 millones de dólares a casi el 90 por ciento de la población”, calculó.
Además, Recalde negó que la bancada del FpV «ya haya decidido votarlo en general» al nuevo proyecto, «tal como difundió erróneamente algún compañero periodista. Esto del diálogo es todo mentira, tratan de acordar porque no tienen mayoría en ninguna cámara. Pero no son acuerdistas, ni dialoguistas, al revés: son autoritarios y si tuvieran mayoría, nos pasan con una tanqueta”.
Lifschitz: «Se logró un buen acuerdo en Ganancias»
En tanto, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, sosotuvo que «se logró un buen acuerdo», y que los mandatarios provinciales evitaron «que se produjera un conflicto entre el Gobierno y la oposición», como si ello fuera algo infrecuente en la política.
Así se refirió el mandatario santafesino por Radio Continental luego del encuentro que se realizó en la Casa Rosada donde se terminó de cocinar la iniciativa que ya había sido aceptada el día anterior por la CGT.
«Creo que se logró un buen acuerdo, los gobernadores evitamos que se produjera un conflicto entre el Gobierno y la oposición. Se ha logrado una mesa de negociación que ha llegado a un buen acuerdo con los trabajadores y la CGT», añadió el socialista.
El gobernador santafesino -que formuló declaraciones una vez arribado a la provincia-, agregó: «Aportaremos (las distintas jurisdicciones), pero no tanto como hubiera sido con el primer proyecto», aunque no precisó cifra o ahorro algunos.
Y agregó, pero sin entrar en detalles de lo difusa de la promesa macrista, que «la Nación va a compensar en parte», y que «si bien es difícil calcular el monto de pérdida de recaudación, todos pusimos un poco”.
Lifschitz remató, como si se tratara de un triunfo deportivo: “Estamos conformes”.
Frigerio negó que Prat Gay haya quedado pintado
Tras conocerse el dictamen, el ministro del Interior Rogelio Frigerio relativizó las versiones que indicaban que su par de Hacienda, Alfonso Prat Gay, había sido marginado de las negociaciones sobre el proyecto de reforma del impuesto a las Ganancias, y afirmó que trabajaron juntos «todos estos días».
Además, sostuvo que «cuesta acostumbrarse a otra dinámica», dado que el presidente Mauricio Macri decidió prescindir de un «superministro» de Economía y «manejarse de otra forma».
Frigerio, sin ocultar el malhumor que le produjo el rumor, opinó: «Con Alfonso estuvimos trabajando todos estos días, en corregir nuestra propuesta, en dar lugar a sugerencias que pudieran surgir». Y para ejemplificar la participación del titular de la cartera de Hacienda, el ministro del Interior también citó la asistencia de Prat Gay en la reunión del martes con los gobernadores y en la conferencia de prensa posterior.
No obstante, Frigerio apuntó, como siempre apelando a la pesada herencia: «Estábamos acostumbrados a los superministros de Economía y Mauricio Macri ha elegido otra fórmula. El presidente decidió manejarse de otra forma».
Macri valoró a «todos los que fueron sensatos»
En ese marco tan edulcorado, el presidente Mauricio Macri ponderó a «todos los que fueron sensatos esta semana» en la discusión por el impuesto a las Ganancias, y agradeció también a «aquellos que actuaron de manera irresponsable y luego reflexionaron».
Luego del ataque de rabia y del maltrato que le propinó a casi toda la oposición luego de la media sanción de Diputados, ahora el jefe de Estado sugirió que los legisladores de la Cámara baja «ponían en peligro todo el esfuerzo que hicimos este año», y evaluó que, de este modo, «terminamos el año muy bien».
Daer: «Si no era por Massa, esto no se discutía»
El integrante del triunvirato de la CGT Héctor Daer sostuvo que «si no era por Sergio Massa (su jefe, el líder del Frente Renovador) esto no se discutía», en referencia a la reforma del Impuesto a las Ganancias, en la que el Gobierno alcanzó un acuerdo con la central obrera.
Daer remarcó esos conceptos en TN, y agregó: «Venimos planteando desde agosto y septiembre que queríamos conversar este tema, pero no hubo avances, ni siquiera teníamos la posibilidad de olfatear el proyecto que iba a presentar el Ejecutivo».
Por supuesto, se refirió a la media sanción votada en Diputados en términos relativos, y no se privó de culpar a otras administraciones, la especialidad del massismo, que nunca arremete sólo contra Cambiemos: «Todos los Gobiernos nos ponen a Ganancias como moneda de cambio en la discusión de paritarias y ahí también hay que reconocer a la oposición que sacó este dictamen en Diputados, forzó de alguna manera que todos los sectores sociales nos sentemos a debatir un tema que venía postergado desde el Gobierno». Está claro que para Daer, se usó a la Cámara baja para después transar con Macri.
El gremialista completó: «Hubo un proyecto de la oposición y otro del oficialismo y los trabajadores estábamos afuera. Ahí hubo un error, pero también es bueno decir que se ha reconocido. Si no, hubiera sido muy difícil encontrar un camino de negociación».
Daer -como Macri y Lifschitz- no emitió opinión respecto del retiro de las retenciones a las mineras que existía en el proyecto votado en Diputados.
